VALLE  |  El Puerto de Santa María, 19/02/2018

Le han quitado todo el romanticismo. Ahora resulta que tiene forma de limón. Unos científicos americanos, hace menos de 4 años, han descubierto que la Luna tiene forma de limón. Pero como el pedículo o punta del cítrico está mirando hacia nosotros y con la distancia no podemos distinguir sus partes dimensionales... pues la vemos redonda. De niño, cuando estaba en cuarto menguante, yo pensaba que nuestro satélite era un plátano. Sí, me equivoqué de fruto amarillo. Sin embargo, estaba más cerca de la verdad que todos los de la NASA con todas sus millonarias misiones espaciales en las que no consiguieron identificar la forma de la Luna. La pregunta sigue siendo: ¿hay vida inteligente en el planeta Tierra?

Menos mal que ha caído en mis manos el cuarto y último LP de MARINA GALLARDO, 'The sun rises in the sky and I wake up', y, escuchándolo, puedo confirmar que sí, que aún queda algo de vida inteligente en nuestro planeta. En mi opinión, Marina Gallardo en este álbum es la Luna. Envolvente, sugerente, onírica, misteriosa, atemporal, ritual, desconcertante... Su voz, ahora más aterciopelada, se mece igual que nuestro satélite en el cielo y su música, ambiental y experimental, podría ser la banda sonora de muchos de nuestros sueños que la Luna siempre vela y guarda. Para conseguir estos efectos, Marina ha tenido que cambiar más de una guitarra por teclados electrónicos y sintes. También ha tenido que abandonar ese maravilloso "swing" y ese "folk" al que nos tenía acostumbrados en sus anteriores trabajos salvo, quizás, en su tema 'Bright Lights' donde aún hay algunas pinceladas de aquello aunque transformado con su nuevo estilo y con un "reverb" muy subido.

Entre las muchas curiosidades que encierra este álbum, una de las más sorprendentes está en el tema 'Sparkle eyes'. Y es que, lógicamente, a la Luna no le podía faltar algo de flamenco. Y con el universo de palmero (sonidos espaciales y ambientales) esa melodía, aunque en inglés, se eleva como una soleá gitana, casi árabe creando algo indescriptible. Es cierto que puede ser que Marina Gallardo ahora suene más a ese dream pop de Still Corners, Slowdive o Cocteau Twins. No obstante, yo no me atrevo a etiquetarla porque parece que va más allá. No sé si mucho más allá pero por lo menos hasta la Luna sí. Porque, si no fuera así, ¿qué digo de esa percusión de jazz en su canción 'Beach Sand'? ¿O de esa distorsionada y grave guitarra eléctrica en su tema 'White Gare'? ¿O de esa melodía casi "Coheniana" en 'Flowers' o en 'Vanishing Fears'? ¿O de esa línea de bajo de rock gótico en la canción 'Touch'? Sí, sin duda Marina nos ha hecho esperar cinco años para sacar este disco porque ha estado experimentando para ir más allá, para estudiar las fases lunares ('Moonphases' es otra misterioso tema de este álbum) y poder realizar este viaje astral escalando el mundo ('Climbing the world' es la atmosférica y esperanzadora canción con la que termina el LP) hasta convertirse en la Luna.

Supongo que, una vez que graba y acaba este increíble trabajo, "el sol se levanta en el cielo y ella despierta". De ahí el nombre del disco.

Marina Gallardo evoluciona con este maravilloso álbum a la par que el mundo involuciona. Y es que hasta los antiguos romanos parecían saber más de nuestro satélite que los actuales científicos de la NASA. Por eso aquellos la llamaron Luna. Término del latín que es una contracción de la palabra "Lucina" que significa "la que ilumina". ¿Veis como no es un disparate pensar que Marina Gallardo es la Luna? Marina, gracias por iluminarnos.