JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 19/09/2010

Tras una docena de discos, una fractura por la mitad ya cicatrizada y una considerable repercusión en Hispanoamérica, los asturianos de AVALANCH son un grupo muy importante dentro del metal clásico español, es más, en algunos medios se les ha señalado como la formación número uno del ramo. 'El ladrón de sueños' es su trabajo número 13 menos uno y lo presentan en gira recién llegados de México. Alberto Rionda es el guitarra, compositor y productor de Avalanch.

- El ladrón de sueños... ¿No sería peor que nos los alquilaran con modem y tarifa plana?

- Podría ser la solución. Aunque creo que el error reside en que nos hagan creer que los sueños sólo se consiguen con dinero y cosas materiales. Quizás debiéramos ser nosotros quienes nos diéramos cuenta que quizás lo mejor sería darnos de baja y renunciar a modems y tarifas planas... seguro que es mucho más sencillo soñar con ser felices que intentar serlo.

- Se lo pregunto acudiendo al estilo literario de Avalanch... Hay quien canta para irritar y quien para emocionar, ¿ustedes generalmente siempre han sido de los últimos?

- Cantamos para emocionar, eso está claro, pero también para intentar mover alguna conciencia. Intentamos promover emociones positivas, emociones que toda alma posee y que muchas veces sólo hay que regarlas un poco para que florezcan. Recuerda que el estiércol nutre a la semilla que después hará florecer una bella flor... en eso se basan nuestras letras.

- Empezaron muy medievales y han llegado a la actualidad, ¿la realidad no deja mucho espacio para la épica?

- Empezamos alejados de la actualidad, rememorando personajes y situaciones históricas bañadas por un poso épico que las recubría y las presentaba como metáforas de la vida actual. Con muchas situaciones totalmente aplicables a emociones y sentimientos universales, que bien podrían aplicarse a situaciones actuales. Ahora creo que nos hemos vuelto más directos, más pragmáticos, más incisivos, pero sin perder la esencia. Intentamos rozar el alma de las personas que nos escuchan, para conmoverlas aunque sólo sea un poco, y evocarles sensaciones que las haga soñar, reír, llorar, y a la vez cuestionarse si realmente ha elegido vivir así, o simplemente se ha dejado llevar por el sistema.

- ¿Qué es más cierto, que su cantante recuerda a ratos a Camilo Sesto o que a Teddy Bautista le vino perfecto el papel de Judas?

- Comparar a Ramón con Camilo Sexto es un gran halago. Camilo es uno de los más grandes cantantes que ha dado nuestro país. Ramón es el cantante perfecto para Avalanch, tanto como ejecutante, interprete y frontman, como persona. No soy yo quien para juzgar ni a Judas, ni al señor Teddy Bautista.

- Avalanch es un grupo de "suma y sigue", ¿el que la sigue la consigue?

- Eso nos dijo hace muchos años un grande de la música en España. El secreto reside en continuar. Seguir sin mirar atrás. Kilómetros, horas de escenario y horas de música grabada. En esas estamos. No queremos que nos regalen nada, pero no renunciamos a subirnos, paso a paso, a una cima que se hace muy difícil de escalar, pero que a buen seguro, cuanto más nos cueste subir, más disfrutaremos.

- A pesar de las apariencias, la gente joven y muy joven opta más por el hip hop que por el rock, ¿el mundo del metal está perdiendo perímetro?

- En absoluto. No tienes mas que recordar el Rock In Río y la actuación de Metallica para darte cuenta de que no es así. Otra cosa bien diferente es la aceptación o el apoyo que los grandes grupos mediáticos le den al género. Sin ningún apoyo, el rock fue, a mi juicio, el gran ganador del macrofestival... si llega a tener apoyo, no quiero ni pensar dónde estaría hoy en día el rock. Este género trasciende a las modas y a las generaciones, lleva vivo demasiado tiempo.

- Y tras doce discos... En qué momento uno piensa que ya ha escrito lo que está escribiendo...

- Es difícil no repetirse. Pero a la vez es muy sencillo. Me explico: Si uno escribe con el corazón, se da cuenta que uno no es el mismo de hace 15 años, por lo que, aquello que escriba, será totalmente diferente a lo que ya escribió. Hay que saber escuchar al corazón, al alma. Si no tienes nada que decir, pues no escribes. Escuchas, y cuando realmente te cuente algo, entonces escribes, sin prejuicios, sólo escribes... seguro que así no te repites nunca.

- Últimamente parte del rock va perdiendo velocidad y ganando espesor, ¿vuelve definitivamente el rock sinfónico y progr?

- Las modas son cíclicas. No me considero un oráculo, con capacidades de predicción en cuanto a qué género va a volver y cuál se va a ir, pero lo que sí está claro es que todo esto es cíclico. Ahora parece que la falta de creatividad de las bandas jóvenes estánhaciendo resurgir a las bandas clásicas: Scorpions, Metallica, AC/DC, etc. Ojalá regrese el rock sinfónico y progresivo, personalmente me gusta más, y además creo que Avalanch está muy próximo a estos estilos.

- Cuando les llaman clásicos, ufff, ¿halaga o duele?

- Por supuesto, halaga. Hay temas que pueden sonar a clásicos en el mismo momento en que se crean. Aparte, que a lo que uno aspira, es a estar en esto suficiente tiempo como para que lo llamen clásico, así que si alguna vez comienzan a llamarnos así por este motivo, sería para estar orgullosos de lo que hemos hecho.

- La última vez que vi al mandolinista de Elliott Murphy (Jorge Otero) venía con ustedes de apoyo, ¿qué tienen en común los tres?

- Incluso yo toqué el bajo con Elliott. Otero es un gran amigo personal mío y de la banda. Está dentro de nuestro sello discográfico. Yo he colaborado con él en multitud de proyectos. Aparezco en sus discos de Stormy Mondays como técnico de sonido y productor. También estamos en Stunned Parrots junto con Ramón y Danny Montgomery (gran amigo y baterista americano). Como ves: juntos y revueltos.