JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 10/05/2010

Camino de la treintena cantando tras diversas etiquetas registradas, Carlos Goñi es bien conocido por ser REVÓLVER, el alter ego grupal con el que consiguió un importante hueco de público y popularidad. Llegó con su banda el pasado sábado a Granada donde, ha dicho muchas veces, en el Festival del Zaidín concretamente, comprobó que Revólver tenía futuro.

- Pasan los casi treinta años de oficio... ¿ya se permite morir con las guitarras puestas?

- Pues parece ser que sí, que ya tenemos bagaje suficiente para que se nos deje, ¡ya era hora!

- Veo sus fotos y ya están "las nieves del tiempo plateando" sus sienes...

- Por fortuna para mí, jamás pensé que esto sucediera, es mucho más de lo que nunca pude imaginar ni en el mejor de mis sueños, teniendo en cuenta que uno no va arrastrándose por los escenarios y el proyecto goza de una salud excelente.

- En el pop es muy complicado hacerse mayor en paralelo con el público, sin caer en la tentación del síndrome de Peter Pan... ¿usted cómo lo consiguió?

- Nunca me gustó en exceso Peter Pan, me encantan las responsabilidades y lo que conlleva el paso del tiempo en general. Por otra parte es fantástico ver que el público crece (y envejece) con uno sin dejarle de lado.

- Y ahora que se juntan todos... ¿haremos alguna vez una noche de encuentro con Garaje?

- (risas) No lo creo pero nunca se sabe. Lo cierto es que si sucediera no sería porque Revólver no funcione sino por puro divertimiento que es distinto a otros casos.

- Leo que ha vuelto de Hispanoamérica ¿Qué tal lleva el intercambio de culturas?

- Personalmente fantástico en cuanto al plano personal, llevo años remando por ello, en el profesional pues ha sido gratificante ver que soy conocido para la prensa especializada y descorazonador que para el publico no, (no suelo tener pelos en la lengua, ni para lo que me beneficia ni para lo que me perjudica).

- La fórmula "Básico" la inventaron para usted?

- (risas) No, ya se sabe que no, pero me viene al pelo, soy tremendamente feliz en ese formato y creo que saco lo mejor que llevo dentro (si hay algo bueno dentro, claro).

- Tardó 4 años en editar '21 gramos'... sale a cuatro meses por canción ¿tan meticuloso es?

- Ya se sabe lo de las estadísticas: "si usted tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos un coche" o sea: no en cuanto al promedio, sí en cuanto a lo de meticulosidad: me tiene que gustar lo suficiente una canción como para defenderla delante de cualquiera a pecho descubierto, y todas no valen para eso, se lo aseguro.

- Oigo que es un disco muy relacionado con el cine: 'Carreteras secundarias', 'Lugares comunes', '21 gramos' ¡está usted de película!

- Agradecido por el piropo, pero el cine del que habla es una ventana real orientada a la vida de otros y yo soy un humilde contador de historias con lo cual me enamora esa visión de las cosas.

- Así, a primera vista, le han salido esta vez unas coplas muy reflexivas...

- Es el primer álbum (o como se diga ahora) que hago echando mano de reflexiones sobre mi visión de algunas cosas sin utilizar personajes. Supongo que si no se atreve uno a hacerlo con cuarenta y muchos es que algo no va bien...

- ¿Qué le parece que un grupo acústico como Arizona Baby sea elegido como el mejor grupo del año pasado por unanimidad?

- Si las canciones (y la banda) son buenas, en realidad da igual; probablemente signifique que a la gente le gustan las cosas cada vez mas tangibles... como 'Avatar' por poner un caso... (¡es broma!). Lo acústico si esta bien hecho te llega mas adentro sin duda.

- Su relación Granada es larga, cuenta que fue aquí, en el Zaidín donde se dio cuenta de que el proyecto Revólver empezaba a pitar, y luego ha sido responsable de la resurrección de La Guardia de Manuel España... ¿qué más tenemos en común?

- Pues que por mucho que se empeñen de Madrid para arriba, todos somos primos (como mínimo) de los de Cádiz para abajo, y a muchísima honra.

- Por último, usted que es de por allí ¿Cabañal si o no?

- Es imposible hacer las cosas con sentido común sin tener en cuanta cómo las hicieron en el pasado. La arquitectura es un vestigio fundamental para saber cómo fuimos, y hay que recordarnos constantemente que somos lo que fuimos, es decir: somos como somos porque un día fuimos de una determinada manera, y ésta nos llevó hasta este momento. Si lo tiramos abajo... de alguna manera tiraremos algo valioso, pido respeto por nuestros antepasados y por su trabajo. Y todo ello sin querer "tocar" la parte social del asunto...