HERMINIA MARTÍNEZ  |  Jaén, 01/11/2006

Emplear la clasificación "Música africana" parece demasiado arriesgado para abarcar la música compuesta en todo un continente. Sería semejante a decir "música europea" queriendo englobar el flamenco, la música celta y los valses vieneses. África por su intrincada historia, étnicas y lenguas necesitaría varios artículos en el intento de vislumbrar un poco su variedad. Pero por algún sitio hay que comenzar. Quizás el país más conocido musicalmente sea Senegal, y su artista más representativo YOUSSOU N'DOUR. Para la mayoría de los mortales Youssou es sólo ese tipo que acompaña a Neneh Cherry en la canción '7 seconds', pero estamos hablando del mejor embajador de la música africana en Occidente.

Corría el año 1985 cuando Yossou N'Dour colaboró con Peter Gabriel, antiguo componente de la banda Genesis, en su disco 'So'. Una voz con un timbre tremendamente especial, nacida desde la profundidad del alma. Y es que cada vez que Yossou canta parece estar dando toda su energía en el intento. Este mismo año aparece en el mítico disco 'Graceland' de Paul Simon (antiguo Simon & Garfunkel) y la puerta del conocimiento quedó abierta para Occidente.

Mbalax es la música popular de Senegal, una combinación de la música griot tradicional y las influencias de los ritmos afrocubanos traídos desde el caribe al África Occidental durante los años 50 y 60 del pasado siglo. En los 70 esta mezcla se empapó de los ritmos de los bailes senegaleses, se incluyeron guitarras eléctricas y saxofones, solos de tama, aportaciones de la música religiosa sufí, y la influencia del rock y el jazz... Todo esto mezclado es el Mbalax, y Yossou N'Dour su baluarte.

N'Dour nació en Dakar en 1959 y comenzó a actuar a los 12 años. Su discografía comienza en 1978 con la Star Band de Dakar. En 1979 formó su propia banda, The Super Etoile. Cuenta con más de cuarenta grabaciones en diferentes compañías, incluidas Virgin, Columbia, Sony Music o Jololi, su propio sello discográfico. En Senegal es respetado no sólo a nivel musical sino por sus aportaciones sociales. Ha creado un movimiento de acción directa para los jóvenes de los guetos en Senegal, "Set-Setaal" (sé limpio). Se crean patrullas de limpieza, se adecentan viviendas y se canaliza el agua. Todo esto sin ningún apoyo del gobierno. Además en su sello Jololi se promueven artistas senegaleses.

Verlo en directo es un espectáculo animal. Parece increíble que un tipo tan alto y elegante emane tanta potencia y energía. Ese mítico sentimiento de África madre, de la tierra como fuerza primigenia, lo transmite con su voz. Ha ganado un Grammy por su álbum 'Egypt', ha grabado bandas sonoras de películas, ha actuado en el último Live 8 y ha apoyado el movimiento de liberación de Mandela. Otros artistas como Cheik Lo o Baaba Maal siguen el camino iniciado por Yossou en la música más tradicional. Si prefieres investigar en los nuevos sonidos descubre el hip hop de Daara J.

Seguiremos descubriendo África en próximos artículos de Música Mundi, nos queda hablar de la música qnawa, del afrobeat, de las polifonías de Sudáfrica y todos esos diamantes de la llamada Mama África.

DISCO RECOMENDADO

Youssou N'Dour, 'The Guide (Wommat)', 1994, no solo por contener la conocida '7 seconds' sino por su capacidad de orientar la música Mbalax al mundo occidental. Una forma de acercarse a los timbres senegaleses, tan distintos a los usados en Europa y a los marcados ritmos de la tama y el djembé.

El djembe es un instrumento que ha conquistado los blancos corazones de los hippies europeos, su poco peso, elevada sonoridad y sus tres únicas notas lo hacen un sencillo medio para introducirse en la rítmica africana. La tama, más desconocida, es un pequeño tambor que se sostiene bajo el brazo siendo percutido por la mano o por un palo sostenido por la mano contraria. Su gran particularidad es la capacidad de cambiar de tono en función de la presión con la que se le sujeta. Tama significa "tambor que habla", dadas las múltiples las notas que se pueden generar con tan pequeño instrumento.