ARTISTAS, GRUPOS...:
Jose Domingo | María Guadaña | Herminia Martínez | Nacho Pérez | Chavi Ontoria | Mey Aleán | Rober García
GÉNEROS, ESTILOS...:
SALAS, FESTIVALES...:
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Palosanto | Happy Place | AIE
Jose Domingo y María Guadaña nos regalaban el pasado jueves en la sala El Sol de Madrid una noche llena de verdad y de locura en un concierto enmarcado en el ciclo AIEnRUTa de la sociedad de artistas AIE que nos narra Valle con foto de Juanma Cantos.
Quizás la verdad y la locura vayan unidas como lo estaban en el mítico personaje de nuestra literatura el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha que, mientras sentenciaba y pulsaba la realidad de la sociedad con sus reflexiones, veía gigantes en lugar de molinos y un castillo donde solo había una venta. Unas ilusiones que pasaron a ser tan reales como la belleza de Dulcinea que ya nadie consigue imaginarla como una tosca labradora llamada Aldonza. Porque el amor (aunque no creo que exista y si existe habría que prohibirlo) también debería ser una mezcla de verdad y delirios. Que todo es mentira si no hay un ideal imaginado y dibujado tan fielmente en la mente que sea tu auténtica realidad. Así, Don Quijote ha pasado a ser un personaje necesario, no solo en su época, sino también en nuestra sociedad. Un personaje tan necesario como el que ha creado Herminia Martínez, la Cervantes de MARÍA GUADAÑA.
La Guadaña ya cabalga buscando venturas y, desde las tripas, va desmontando con ironía esta insignificante existencia en la que, todavía, solo vemos molinos. Mientras, de igual manera describe, incluso con la regia altanería que usaba el Quijote hacia Sancho, nuestras más bajas pasiones.
Sin rastro ya de la gentil Herminia, María Guadaña abría el pasado jueves día 5 en la sala El Sol un cartel que completaría un gran JOSE DOMINGO. Un concierto que, si bien apuntaba alto, fue aún mejor de lo sospechado. Así, desde el primer segundo, la Guadaña nos enganchaba en su novela con la progresiva y salvaje 'Oxitocina' en la que brilló el revulsivo solo de guitarra del más cómplice de Los Afiladores, Nacho Pérez, escudero jefe de los fieles músicos que acompañan a la cantante que se define como la muerte. Saltando y sonriendo nos hicieron disfrutar con (mira qué curioso hablando del Quijote) 'Caballero' y 'Peregrino' donde destacó la originalidad en los teclados de Chavi Ontoria. Empezando como si fuera una balada sesentera, nos emocionó la excelsa melodía de 'Trinidad' y, justo después, nos entusiasmó la batería tribal que, con potencia y sabiduría, desarrolló el escudero Rober García en otra gran canción llamada 'Preto'. Hasta aquí, pudimos aguantar las andanzas de María Guadaña sin adivinar el explosivo final que nos esperaba. Hechizada por alguna especie de bálsamo de Fierabrás, María Guadaña era un animal de escenario cuando interpretó 'La no novia' que el público, gritando, definió como himno. Entonces, llegó su tema más emblemático, 'La Muerte', que terminó de conquistarnos sin esperar que el recital, tras esto, pudiera mejorar más. Sin embargo, con un demoledor bajo de la escudera que porta la lanza, Mey Aleán, nos enfervorizaron con una cañera 'Amanece alimaña' para acabar, espectacularmente, con mi favorita la impresionante y sensual 'Cuanta belleza'.
Siguiendo con el símil quijotesco, muy larga es la figura del caballero Jose Domingo después del conciertazo que se marcó el pasado jueves. El cantautor, henchido de verdad y de locura, superaba todas las desdichas y adversidades en el mismo momento que ocurrían igual que el personaje de Cervantes. Así, tuvo que desprenderse de la armadura de su maltrecha guitarra en un par de canciones como las emocionantes, surrealistas y palpitantes 'Sueño con fiestas' y 'Huyes' de su fantástico último LP 'Mientras Dios no mira' y defenderlas, maracas en mano, con mucha solvencia y pasión.
Pero antes, Jose Domingo ya había demostrado su potencial en más batallas de las que se puedan contar en un libro de caballerías mejorando en directo temas tan prominentes de sus anteriores álbumes como 'Lunar', una rockera 'Hubiera sido lo normal' o una pegadiza con toques árabes y distorsión en vena 'Dime que sí'. Tras este espectacular comienzo, llegaría uno de los momentos álgidos de la noche cuando nos deleitamos escuchando los singles de su último trabajo 'Mañana' y 'Un segundo más así' que debería estar sonando cada media hora en todas las radios de España. Nos desmontó también con la perturbadora 'No hay nadie' y nos enamoró con las trazas mediterráneas y flamencas de 'Palidez' y 'Me gustabas más cuando fumabas'. No podemos dejar de mencionar lo mucho que destacó su nueva canción 'Me estoy elevando' y, como podéis imaginar, terminó en todo lo alto con el más representativo de sus hits 'Más que perfumado'. Un concierto en el que la diversión reinó en cada segundo gracias a la locura desplegada por este gran artista y a la experimentada y potentísima banda que le acompaña. El caso es que, arriesgando como arriesgó mientras se divertía, bajando del escenario para bailar con su público, cantando y tocando tumbado en el suelo de las tablas y ofreciendo, al fin y al cabo, un recital demencial; Jose Domingo lo que consiguió fue, sobre todo, transmitir su gran autenticidad como artista y el peso veraz y tangible de sus obras. Así que, no lo sé, no tengo ni idea. Pero, puede ser que, como en el Quijote, quizás la verdad y la locura vayan unidas.
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ
Prometemos no ponernos pesados... ;)
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ