RUBÉN MONTEJO  |  Córdoba, 05/05/2019

MARK KNOPFLER, el todopoderoso caballero escocés, líder de Dire Straits, se retira de los escenarios. Lo anunció hace tan sólo unos días en su concierto en Barcelona. O al menos, lo dejó entrever. "Soy viejo", espetó. Con su habitual pulcritud y tranquilidad, estas palabras sorprendieron a todos sus fans. A sus 69 años, Mark no quiere seguir en los grandes escenarios, quiere apartarse de la primera línea musical. Cosa totalmente respetable. Su legado es incalculable. Sólo puedo decir: "gracias por todo".

El pasado día 29 de abril se convirtió repentinamente en la última fecha de Mark Knopfler en Andalucía. Córdoba y su plaza de toros Los Califas se convirtieron en los testigos de esta despedida, donde interpretó por última vez sus magistrales composiciones. Allí estuve para despedirme de él. La organización nos llevó a los fotógrafos a una plataforma dentro del coso taurino. El escenario estaba a unos 40 metros, calculo. Con mi 85mm poco iba a hacer. Por desgracia no hubo foso (no se si por petición expresa de Mark). Así que ya que el trabajo fotográfico estaba muy limitado, me centré en escuchar y observar a la banda sobre el escenario. Lo primero, tengo que decir que Mark me ha parecido siempre uno de los guitarristas más carismáticos e innovadores de la reciente historia musical. Siempre conservando su pasión por las raíces célticas y folkies. Dire Straits fue una banda que me impactó y me ayudó a adentrarme en este mundo. Cierto es que nunca los pude ver en directo (se separaron cuando yo apenas tenía 10 años) y que la carrera en solitario del británico no me llenaba tanto como sí lo hacía su mítica banda.

Esta despedida, se convirtió en una mezcla de sensaciones en mí. Por un lado, sentía nostalgia y grandes recuerdos. Tenía unas expectativas y ganas altísimas en la despedida de Mark en Córdoba. Por otro, me encontré con un concierto carente de ritmo ni vísceras, excesivamente pulcro, frío e inorgánico. Es verdad que el setlist no era el mejor que Mark podría haber confeccionado, pero el problema no residía ahí. Al menos, no todo. Lo primero que falló fue la puesta en escena. Cierto es que a Mark no voy a pedirle fuegos artificiales. Pero al menos sí un escenario bien decorado y con una experiencia visual imponente. Pero no fue así. La atmósfera que creó fue muy fría y pobre, con un abuso de luces azules y magentas prácticamente fijas en muchos lances del concierto. Pese a que Mark se ha rodeado de una decena de músicos para esta gira, la sensación en el escenario no era acogedora o cálida. Podríamos calificarlo como "excesivamente sobrio".

Por otro lado, hay que admitir la impecable profesionalidad de la banda, que en lo que fue lo estrictamente musical, fue perfecto. Todo estaba calculado al milímetro, con unos cambios de instrumentos y sets rozando la velocidad de la luz. El sonido era nítido y claro, con una buena ecualización. Eso sí, eché en falta más garra y potencia. Creo que faltó volumen (que no watios), en general. El contrabajo era casi imperceptible en algunos temas, y la batería sonaba sorda y muteada, sin punch y con unos timbales que no tenían la suficiente presencia. La caja sonaba demasiado plana. En contraposición, el sonido del saxofón, las trompetas o el violín fueron estupendos, sonando a la perfección. Estábamos ante una experiencia musical semejante a un concierto íntimo de teatro o en el DVD del salón de casa. Creo que habría funcionado mejor en un set acústico al completo. Un concierto aséptico, con poco feeling entre el elenco de músicos y con poca o nula retroalimentación con el respetable. Pero como experiencia meramente musical, toda una gozada. Es increíble como Mark y sus músicos llenan el ambiente con una enorme variedad y frescura. Los instrumentos que pasaron por el escenario durante las dos horas y poco del show fueron decenas. Enorme producción.

Así que, resumiendo, fue una despedida agridulce para mí. Pude disfrutar de grandes temas como 'Romeo And Juliet', 'Money For Nothing' (que sonó en el bis, siendo el penúltimo tema) o 'Your Latest Trick', amén de presentarnos temas de su último disco, de muy reciente edición. Sonaron 'Nobody Does That' y 'Matchstick Man', además de terminar con el gran tema 'Going Home', compuesto por Mark para la banda sonora de la película 'Local Hero'. Un broche genial para terminar el concierto, que fue un poco a medio gas, con ritmo entrecortado y que me dejó frío. Espero que Mark recule y no se retire aún, para poder verlo en directo en otra ocasión y quitarme esta espinita que se me ha quedado clavada.

Setlist:

Nobody Does That

Corned Beef City

Sailing to Philadelphia

Once Upon a Time in the West

Romeo and Juliet

My Bacon Roll

Matchstick Man

Done With Bonaparte

Heart Full of Holes

She's Gone

Your Latest Trick

Silvertown Blues

Postcards from Paraguay

On Every Street

Speedway at Nazareth

Telegraph Road

Bis:

Money for Nothing

Going Home

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