PAZ MADRID  |  Granada, 08/04/2021

- Con este disco volvéis a revisar los inicios. Y no puedo evitar acordarme de aquellos HORA ZULU presentando su primer disco por salas... ¿Qué queda de aquellos momentos?

- Uf, pues no te sabría decir. En lo personal, en veinte años cambia uno bastante. Aunque la formación base de Hora Zulú es la misma desde el primer disco, cada uno llevamos un bagaje que nos ha convertido en algo quizá distinto a lo que éramos en aquellos días. Quedan seguro las canciones, que son lo importante.

- De hecho, habéis ofrecido conciertos únicamente del primer disco. Es decir, sabéis que tenéis fans con esas letras tatuadas en la cabeza y que os siguen desde el primer momento.

- Siempre pasa con los primeros discos, que para mucha gente son especiales. Para la banda el preferido debería ser el último que ha compuesto o si no habría un problema. Yo trato de apostar siempre por el siguiente pues en los trabajos ya entregados solo puedo ver lo que no me gusta, lo que haría de otro modo.

- Uno de los adelantos con los que habéis puesto el caramelo en la boca para este disco es 'De-que-rer-ser'. ¿Sigue el mundo tan dividido? Recordamos la letra: Sigue esperando/a un ilustrado que hable en pasado/y que viera la guerra desde ambos lados/pa' estar en contra de lo que has sido/de lo que has oído y lo que has hablado. ¿La historia se repite?

- Parece ser que sí. Aunque yo en esa canción no esté refiriéndome a un aspecto social. Es lo bonito de las canciones, cada uno encuentra algo distinto en ellas. Alguien hace años hizo un video para esta canción por su cuenta y nos lo envió. Le daba un nuevo contexto con imágenes a mis palabras y funcionaba. No tenia nada que ver con lo que yo había imaginado al escribir pero era tan válido o mejor que mi idea.

- En este ejercicio de "limpiar, fijar y dar esplendor" apreciamos algún cambio de sonoridad en temas como 'Andaluz de Nacimiento' que se perfila con más crudeza aún en una canción que bate el termómetro en los directos. ¿Casualidad o premeditación?

- En aquellos primeros discos la banda afinaba en otra nota menos grave y es posible que eso le haya imprimido a esta grabación un carácter más parecido al que se oye en los directos. Por mi parte, son letras que me sabía más que de memoria y que había cantado en directo miles de veces. Si están pulidas o por contra desgastadas por el uso... yo desde dentro no llego a apreciarlo.

- Otros arreglos a destacar los encontramos en los violines de 'Tanto que perdí'. ¿Qué artistas han estado ahí codo con codo para esta aventura?

- Entre los que repiten del disco original hay una voz de Ana Maria Luque y los scratchings de Chico Nar, pero también hemos contado con Álvaro Martinete a la guitarra flamenca y el violín de Ángel Bocanegra. Y en lo gráfico ha estado Raúl Ruiz "El niño de las pinturas".

- El disco se ha grabado entre Úbeda y Granada. ¿Por qué en dos estudios? ¿Qué nos podéis contar de la mezcla de Rèmy Deliers? Anteriormente ya habíais trabajado con él.

- El hecho de ser independientes nos permite decidir plazos, estudios, etc. No consideramos esencial encerrarnos dos semanas en un estudio y grabar un disco de principio a fin. Yo llevo ya unos cuantos discos grabando la voz en Bomtrack (Úbeda) pues confío plenamente en David Castro. Remy ha producido casi todos nuestros últimos discos. Fuimos a Lille (Francia) en 2012 a mezclar con él el 'Siempre soñé saber sobre' y también nos produjo los dos temas adelanto de 'La voz del amo'.

- Seleccionar y grabar de nuevo estas canciones, ¿ha sido cuestión de nostalgia o justicia?

- Ha habido un poco de todo. Yo no soy muy amigo de estas cosas pues como te dije estaría regrabando todo cada quince días, aunque en el fondo, cuando pienso en grupos que me para mí han sido importantes, me gusta escuchar nuevas versiones de temas suyos que conozco al detalle. En lo prosaico, por motivos legales no éramos dueños de esas canciones que eran lo importante para nosotros y ahora lo somos, y así podemos hacer lo que queramos con ellas.

- A lo largo de vuestra discografía también os habéis atrevido con versiones instrumentales, como la de 'Toma y obliga'. ¿Te imaginas haciendo un concierto en acústico?

- No me acordaba de esa versión. Me imagino que sería cosa de la discográfica de aquel momento. Lo de tocar en acústico lo hemos hecho alguna vez, puntualmente y en petit comité. Pero creo que eso es para gente que sepa cantar y no es exactamente mi caso.

- Una de las eternas dudas de vuestros seguidores es saber qué paso para el inesperado silencio por seis años de la banda. Teníais proyectos en paralelo. Imagino que fue casi como empezar de cero. Y en todo comienzo hay algún saber. ¿Ha quedado alguna enseñanza?

- Estábamos cansados, llevábamos quince años obsesionados con el proyecto y necesitábamos apagar la máquina. Lo de empezar otros caminos fue emocionante y claro que dejó enseñanzas, pero teníamos casi cien canciones que quedaban huérfanas y no era fácil renunciar a ellas. De nuevo lo importante aquí eran las canciones.

- ¿Qué recuerdas del bolo en la Copera en la vuelta de Hora Zulu?

- No recuerdo nítidamente casi ningún concierto en particular. Han sido muchos y mi memoria los mezcla. Lo que sí puedo decir es que los de Granada, que me ponen especialmente tenso, son probablemente los que menos disfruto.

- En vuestra tierra os han apoyado siempre. Recibisteis un homenaje poco antes de esa separación temporal en Indyrock y la gira de despedida tuvo gran alcance. Recuerdo además aquel concierto del fin del mundo en la Sala Tren. Si el apocalipsis real estuviera cerca... ¿os gustaría que os cogiera encima del escenario?

- (Risas) Si tengo que elegir en serio prefiero que me pille en otro sitio.

- Y ahora que hablamos del fin del mundo: ¿Con qué canción de la banda podríamos anunciarlo?

- Alguna instrumental, por favor; no me gusta hablar en ese tipo de eventos.

- Hablando un poco de actualidad... ¿Qué copla de Hora Zulu le dedicarías a Cifuentes y el caso "Máster"?

- No sé, no le dedicaría ninguna copla a la señora esa de la que usted me habla y menos en diferido. Muy pocas canciones mías son remotamente aplicables a un caso así. Quizá 'Desamparados', pero muy de lejos.

- ¿Cómo os sentís cuando, con temas como 'Andaluz de Nacimiento', dais ganas a muchos de ser andaluces, aún sin serlo? ¿Cuestión de carácter?

- Nos hace ilusión siempre que la gente convierta nuestro trabajo en algo importante para ellos. Lo de las ganas es culpa de esta tierra. To' lo que digamos aquí es poco.

- 'Se non è vero' da título a vuestro anterior trabajo, 'La voz del amo'. A día de hoy, ¿qué no es real?

- Esa letra por ejemplo... Solo pretendí que la historia estuviera "ben trovata". La realidad es un concepto difuso, en algunos casos puede ser que esté sobrevalorada.

- En vuestros directos se da siempre un ambiente muy especial. ¿Qué es lo que más extrañas del momento de estar en el escenario?

- Desde 1996 que empecé a coger un micro en público, probablemente nunca había pasado dos meses sin hacerlo. Al principio pensé que lo llevaría mejor, ahora tengo una especie de síndrome de abstinencia. Me imagino que la sensación de nervios, la tensión y el subidón de terminar la actuación deben ser adictivos.

- Tus letras son unos de los estandartes de Hora Zulu. Aitor Velázquez firma muchas de las entradas en Internet que seguidores hacen con vuestras líricas... ¿No te has planteado publicar alguna obra?

- Hay miles de libros muy bien escritos pero millones de ellos que están escritos de manera mediocre o incluso infame. Hasta que no me considere que puedo estar entre los que escriben para el primer grupo, espero no atreverme a publicar nada.

- Después de conocer el éxito y volver tras la parada, ¿qué es lo que os motiva para seguir adelante?

- A mí personalmente la canción esa perfecta que siempre busco y quizá nunca encuentre. Es bonito perseguirla.

- Ahora mismo muchos melómanos y fan desean ver a la banda, pero no es todavía posible. ¿Qué les dirías?

- Que a mí me duele un poco más que a ellos.