MARTIN PAGE  |  Madrid, 31/10/2018

Llegó el otoño (esta vez en formato polar) y con él una nueva edición del PRIMAVERA CLUB. Una buena oportunidad de disfrutar a unos cuantos artistas y bandas (más o menos noveles) que de otra manera sería difícil ver por nuestras tierras.

A continuación os dejamos una selección de los mejores platos musicales degustados durante el fin de semana.

Jen Cloher

Aunque fue una pena verla con tan poco público y sin el respaldo de su banda habitual, la cantautora australiana nos regaló una exquisita lección de clase y "savoir faire" musical a la que solo le falta un poco más de mordiente pop y sentido del humor en sus letras para poder compartir el éxito de su pareja (y compatriota) Courtney Barnett.

Esteban y Manuel

Ellos lo parten y lo saben. Su frenética electrocumbia con tintes de fiesta nacional en la plaza del pueblo hace mover el cucu a todo dios y así lo hicieron todos los asistentes de la primera jornada. Con estos chicos la única incógnita es cómo va a ser su evolución sobre el escenario en los próximos años.

Gnod

Los chavales de Pensilvania, a través de sus engranajes rítmicos krautrock, descargaron todo su noise reptiliano y su psicodelia combativa mientras en muchas de sus melodías se colaban los Beach Boys, conformando la que hubiese sido la actuación favorita de Frank Zappa de todo el festival.

Boy Pablo

No deja de sorprender el ver a una banda noruega tan desenfadada y jovial y gran parte de responsabilidad en ello la tiene su saltarín front-man de origen chileno: Nicolás. Gracias a su pop alegre y juguetón se meten al publico en el bolsillo desde el primer minuto que están sobre el escenario. Sus canciones funcionan bien en directo y evocan a un Marc de Marco más joven y con subidón Erasmus constante. Se augura un gran "hype millennial" y ya pueden ir preparándose para la cantidad de festivales que se les vienen encima.

Louder Than Death

Pusieron la nota divertida y discordante con su punk-pop de aires británicos setenteros y con un outfit impagable y divertido que remitía al mítico filme de Al Pacino: 'A la caza'. Fueron perfectos para descargar adrenalina a la manera clásica entre tanta propuesta íntima y novedosa.

Alaskalaska

Los británicos llegaron con solo un Ep entre las manos y sonaron como si ya hubiesen grabado un par de discos. Serios, solventes, polirrítmicos y a veces con un buen gusto evocador a los 80's más elegantes. Ojo Spoiler: No les pierdan la pista.

Hop Along

Y los de Pensilvania llegaron y vencieron. Su cantante y compositora Frances Quinlan tiene ese ángel encantador que te atrapa desde el primer momento y no te suelta hasta el final del concierto. Desgranaron su indie-pop vital y enérgico que a veces lidia con el mainstream y otras, con sabores más pretéritos. Sobrios pero también luminosos, actuales pero también retros. Para el que escribe, fue la mejor actuación del festival sin duda.