ARTISTAS, GRUPOS...:
Antonio Hernando | Tonino McFly | Howlin' Coto | Tonino Gómez Anguita | Tomás Hidalgo
GÉNEROS, ESTILOS...:
Canción de Autor | Swing | Cabaret | Fusión
SALAS, FESTIVALES...:
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Antonio Hernando despedía el pasado domingo en la sala Clamores de Madrid su último disco, 'Los 30 aullidos de Antonio Hernando', para concentrarse en la grabación de su próximo álbum, y lo hacía con un magnífico concierto junto a Tonino McFly y Tomás Hidalgo ''Howlin' Coto'' que nos narra nuestro redactor Valle.
El cantautor ANTONIO HERNANDO me comentaba, antes de su concierto en la sala Clamores de Madrid el pasado domingo día 3, que venía de tocar en Jaén donde, a tres canciones del final, amablemente se presentó la policía para mandarles terminar porque una vecina se había quejado del ruido. ¡Cómo ha cambiado el cuento! No sé si esta simpática vecina no amante de la buena música padece de hiperacusia, aumento sensorial de la intensidad auditiva y por la que muchos sonidos se tornan dolorosos. El caso es que la hiperacusia que sufría nuestro premio Nóbel Juan Ramón Jiménez lo obligaba a cambiarse de piso constantemente al no poder soportar los molestos ruidos de sus vecinos hasta que, un día, cansado de tanta mudanza, decidió aguantar el dolor y poner atención a lo que, amplificadamente por la hiperacusia, escuchaba. Entonces, de repente, llegó a sus maltrechos oídos una dulce y femenina risa de la que se enamoró perdidamente. La dueña de esa risa no era otra que su futura esposa, su compañera inseparable y el gran amor de su vida: Zenobia Camprubí. Quizás, si nuestra simpática vecina hubiera puesto atención, también se habría enamorado al escuchar lo que yo escuché el pasado domingo cuando Antonio Hernando despedía en la sala Clamores de Madrid su último disco, 'Los 30 aullidos de Antonio Hernando'.
Un ritmo rockabilly empezó a sonar y, enseguida, descubrí que Howlin' Coto, el legendario baterista de Salón Kentucky y RomRockers entre otros, no había perdido el tiempo. Sus expertas muñecas hacían vibrar la caja de su batería y la de nuestro corazón. Tonino McFly se unía al ritmo con su vertiginoso contrabajo justo antes de que Antonio Hernando apareciera con un megáfono sirena que, tal vez, le dejaron generosamente los polis del día anterior y con el que empezó aullando para interpretarnos su 'Lobotomía#2'. Tras este gran tema nos recordó su ya imprescindible 'Séptimo arte' del primer disco de su anterior proyecto La Banda de Trapo. Para entonces, el rock and roll, el blues y el genuino swing de Hernando y los suyos empapaban la sala y el poderoso trío defendía con orgullo su estilo de continuados, largos e ingeniosos versos incrustados en melodías que los refuerzan y nos hacen saborear sus oscuras letras de vodevil que, usando una estética cabaretera, nos describen perfectamente nuestra actual sociedad desalmada. Así disfrutamos de su 'Mighty Beat' y de 'Los mayores perdedores del mundo' antes de rememorar, con armónica de carretera, su 'Quiero ir a Nueva Orleans' del segundo y último trabajo de La Banda de Trapo. Antonio Hernando, sabiendo que el público ya estaba entregado, nos sorprendió con un mix instrumental que empezó con los celebrados acordes del 'Smoke on the water' de Deep Purple, pasó por el 'Satisfaction' de los Rolling y terminó espectacularmente con el cantautor golpeando con unas baquetas el bajo de un siempre impresionante Tonino McFly que colocaba las notas para que sonara el 'Misirlou' de Dick Dale popularizado gracias a la película 'Pulp Fiction'. Ya desatados, los tres brillaron interpretando otra canción de La Banda de Trapo, 'Sesión Golfa', para después volver al álbum, 'Los 30 aullidos de Antonio Hernando', con dos joyas: la magistral 'Memoria de Elefante' y la rockera 'Volviendo a casa'. Aunque todo el público quería más, Antonio Hernando ponía fin a un inolvidable recital con una increíble adaptación del 'Minnie the Moocher' de Cab Calloway.
Sí, es bueno saber que nadie tiene que cambiarse de piso como hacía nuestro Nóbel Juan Ramón Jiménez porque ahora se respetan los derechos de una simpática vecina frente a los de decenas de personas a las que les apetece escuchar un concierto. Sin embargo, tengo bastantes esperanzas en que, con el nuevo gobierno no votado, la música recupere el trono que merece y se acabe de una vez la anulación y el maltrato que ha sufrido con el anterior ejecutivo. Lo que pasa es que, digiriendo todavía la noticia de que el titular de la cartera de cultura es el tertuliano del corazón y empalagoso escritor Màxim Huerta, quizás solo estemos más cerca de que Belén Esteban sea ministra de interior.
En cualquier caso, con músicos y letristas tan buenos como Antonio Hernando, os ruego que abráis bien los oídos y pongáis mucha atención porque, en la música, en el amor y en la vida, nunca se sabe cuándo escucharás la risa de Zenobia.
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Prometemos no ponernos pesados... ;)
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