JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 07/04/2018

Probablemente la mayoría de los lectores de esta nota no habían ni nacido cuando el Rock Andaluz, como los dinosaurios en su momento, dominaba la tierra. Pero sí seguramente sus progenitores recuerdan haber asistido al algunos de los muchos conciertos que estos grupos dieron por Granada, plaza pequeña en cuanto a proyección de sus bandas propias, que también las hubo como Aixa, Sahib, Aspid, Janus o la Banda de los Hermanos Cruz en algún momento. Aunque no se reconozca como tal para la generación que terminó cogiendo el timón del mando del país (y luego lo contó), que señalaron a los cantautores como responsables de la música de la Transición, sus hermanos menores vivieron el Rock Andaluz como la auténtica banda sonora de aquellos excitantes años.

Este mítico género musical, nació en la década de los 70 y no ha tenido parangón posterior, como recuerda en una reciente entrevista (en ABC) el patriarca y socio fundador Gonzalo García Pelayo (periodista, director de cine, productor discográfico, experto en ruletas de casino y muchas cosas más) que estuvo detrás de buena parte del fenómeno desde su sello discográfico Gong.

Medina Azahara son los únicos supervivientes de los originales. Triana indiscutiblemente los dioses padres del género, mientras que Raimundo Amador, en Veneno o Pata Negra, un verso libre. Hubo más: Smash a ratos, Guadalquivir, Mezquita, Cuarto Menguante, Truma, Cai (de donde saldría el inmenso Chano Domínguez), Imán, Alameda, Miguel Ríos y hasta algunos grupos catalanes -como Iceberg o Atila- picotearon en los aires sureños.  Los tres primeros, han sobrevivido a su manera hasta nuestros días, y estaba prevista su presencia en el FESTIVAL DE ROCK ANDALUZ previsto para este fin de semana (7 de abril en la Feria de Muestras de Armilla) y aplazado por causas meteorológicas.

Los Medina, siempre con su icónico cantante Manuel Martínez al frente desde 1979, ha cruzado décadas con la bandera del Rock Andaluz en la proa, incluso homenajeando a otras banda coetáneas y ya extintas. Triana se formó en 1974 y se convirtió en el nombre más importante de este país, en auténtico tótem, con un estilo musical basado en el rock progresivo; fueron "lo más" y aunque el grupo que ahora pasea el nombre es una banda "de repertorio" tras el fallecimiento de su percusionista Tele y la negativa de su guitarrista Rodríguez Rodway a volver, el muy buen hacer de sus músicos, con Juan Reina al frente, suple la ausencia de pedigrí. Por último, Raimundo Amador, representa otras de las ramas del rock hecho en Andalucía desde el blues más impulsivo y el flamenco más libertario. El regreso a la sonoridades sureñas de grupos como Los Planetas, Hora Zulú, Fausto Taranto o Lagartija Nick demuestra que el Rock Andaluz aún no ha dicho la última palabra.