RICARDO RUIZ VARO  |  Madrid, 12/03/2018

Mikel, Alejandro, Iván, Alberto y Gato no son los mismos cinco músicos que se juntaban a ensayar en una de las habitaciones del piso de Gato en la Calle Máiquez. Ahora llenan el Palacio de los Deportes y son cabezas de cartel en los mayores festivales de España. IZAL ha vuelto, pero nunca volverán a ser los mismos. Quizá por eso necesitaban algo de 'Autoterapia'. El cuarto álbum de la banda madrileña ya es una realidad: un disco con canciones muy "izaleras", como es el caso de 'El Pozo', 'Bill Murray', 'Santa Paz' o 'Ruido Blanco', pero con otras que forman parte de esa autoterapia que necesitaba el grupo y que se materializa en sonidos y ritmos nuevos como los de 'Autoterapia', 'Temas Amables', 'Pausa' o 'Canción para nadie'. Dos días antes de que el nuevo álbum saliera a la luz, conversé con ellos sobre 'Autoterapia', la trayectoria del grupo, música, feminismo... y hasta de La Mujer de Verde.

- ¿Necesitaba Izal algún tipo de 'Autoterapia'?

- Mikel: Todos la necesitamos de vez en cuando. Al final, para bien o para mal, el ser humano es complejo e inteligente y la inteligencia tiene también connotaciones peyorativas y negativas: Cuanta más inteligencia emocional, más difícil es encontrar la felicidad. Nosotros, en particular, somos unos privilegiados, y aun así ya nos hemos adaptado a la vida nueva, porque el ser humano también es capaz de adaptarse a toda velocidad, y lo da por hecho. Ese es el gran error: dar por hecho que esta tendencia es para siempre. Han venido años muy intensos, donde nos hemos tenido que adaptar a muchas cosas buenas y otras no tan buenas. Los peligros del éxito también están ahí y en nuestro caso, afortunadamente, crecen a la vez que crece el proyecto. Así que sí, todos necesitamos autoterapia alguna vez.

- Dices que habéis tenido unos años muy intensos... Una de vuestras canciones se llama 'Pausa': Esa pausa que habéis tenido desde que acabasteis la gira de 'Copacabana' hasta ahora, que ha pasado un año, ¿os ha venido bien?

- Gato: Sí, ha venido bien para ver todo con un poco de distancia. Es lo que decía Mikel, a veces estás tan dentro del tornado que significa una gira que no puedes ver lo que está ocurriendo con cierta perspectiva. Además de echarnos un poquito de menos, nos ha venido bien para tomar un poco de distancia y ver que la vida transcurre por otros derroteros, no solo por esos.

- En el nuevo disco podemos encontrar sonidos que son nuevos respecto a los que nos teníais acostumbrados, como en la canción que da nombre al disco, 'Autoterapia', con la colaboración de Ara Malikian y con sonidos de cuerda más duros y eléctricos. Aunque, al mismo tiempo, lo combináis con canciones más "izaleras" como 'El Pozo' o 'Bill Murray'. ¿Es el disco con el que más os habéis arriesgado o, mejor dicho, el más maduro?

- Mikel: Intentamos arriesgar siempre. Lo que pasa es que antes no teníamos los recursos suficientes para arriesgarnos todo lo que nos hubiera gustado o para llevar a cabo todas las ideas que teníamos. 'Magia y Efectos Especiales' se graba con un presupuesto de 3500 euros, que aportan nuestros seguidores a ciegas, sin tener referencias sobre nosotros. Con eso tuvimos que jugar en 8 o 9 días de estudio para grabar todo. En aquel momento ya estaba el espíritu de hacer el mejor disco que pudiéramos, de hacer las estructuras que más nos llamaran la atención, de jugar con la música. Pero el tiempo fue el que fue. La preparación del disco fue en un local de ensayo muy poco agradecido, donde era imposible saber qué estaba haciendo cada uno con su instrumento. Aquello era atroz... Poco a poco eso ha cambiado y en los discos se nota. Además, todo esto va acompañado de una mayor sincronía y entendimiento entre nosotros, un crecimiento como músicos. No obstante, creo que todos partimos de una misma base musical que ya estaba en 'Magia y Efectos Especiales', pero que quizá no se consiguió exprimir como sí hemos podido en este disco. En dos semanas grabamos el disco y también ensayamos en el estudio. Nos flipaba poder escuchar de manera limpia y clara al resto del grupo. Los ensayos eran grabados, por lo que mucho de lo que iba surgiendo de forma espontánea, al final se quedaba en el disco...

- Iván: Cuando estás componiendo y ensayando salen cosas que te flipan y sabes que es imposible que se reproduzcan luego en el disco: cambia el sonido, el timbre... Sabes que vas a hacer algo similar pero que no va a tener la misma magia. Se han quedado muchísimas cosas en el tintero...

- Mikel: Incluso errores no tan medidos... Yo soy un puñetero para eso, me cuesta mucho asumir el error. Pero algunas cosas eran erróneas y al final se quedan ahí. Por ejemplo, en el primer disco, Alejandro dejó de tocar en un momento dado porque se le fue la pinza y resulta que quedó un silencio cojonudo en ese compás que quedaba perfecto y decidimos dejarlo. De hecho, se quedó tanto el silencio como el "perdón". Luego, limpiando baterías y desconectando todos los demás canales, se escucha ese "perdón" de Alejandro. Para el oído humano es imposible escucharlo en el disco, pero nosotros sabemos que está ahí.

- Y con este disco, ¿a qué aspectos de vuestra trayectoria queréis decirle que "Santa Paz os deje como ruidos, vendaval y terremotos se lleve"?

- Mikel: ¿Qué no echamos de menos? No sé, tantas cosas... Los primeros locales horribles en los que empezamos. Yo creo que lo que más ha cambiado es que ahora ensayamos en un local en el que podemos escucharnos unos a otros. Ahí nace el poder hacer sonido en grupo. No echamos nada de menos los locales de ensayo, aunque los recordamos con romántica nostalgia.

- Alejandro: Aunque nos robasen...

- Aquel local de la Calle Maiquez...

- Mikel: Eso no era ni un local... Ensayábamos de manera totalmente ilegal en una habitación enana, totalmente apiñados en un cuarto piso sin ventanas...

- Gato: Mi piso.

- Alberto: Además, era un desastre porque a cada ensayo había que llevarse los instrumentos. Yo iba en el metro, porque vivía a tomar por saco e iba con la pedalera y con la guitarra todos los días a ensayar. Me acuerdo de que, sobre todo en invierno, con el abrigo y demás, llegaba reventado a los ensayos.

- Alejandro: No teníamos ni batería normal, teníamos una electrónica.

- Mikel: La más barata...

- Alejandro: Normalmente era la segunda más barata que encontrábamos... Pues esta no, esta era la primera (risas).

- Mikel: Realmente, era asqueroso todo. La gente fliparía, porque nosotros no empezamos a ensayar como un grupo normal. La gente cuando monta un grupo comienza a ensayar en un local de ensayo con los instrumentos incluso del propio local de ensayo... Nosotros no, nosotros comenzamos de la forma más paupérrima posible.

- Gato: Pero teníamos a la Mujer de Verde mirando en los ensayos, ¿te acuerdas?

- Mikel: Ay... La Mujer de Verde... Era una amiga que venía a vernos... (risas)

- Gato: Me acuerdo de ella mirando a través de la puerta, con aquella carilla de ilusión y diciendo: "Mira, los chicos qué bien se lo pasan".

- ¿Y cómo ha cambiado, como grupo y personalmente, el Izal de la Calle Máiquez con respecto al Izal que llena el Palacio de los Deportes de Madrid?

- Iván: Somos los mismos. Lo que más ha cambiado es que antes íbamos a tocar y nos costaba dinero. Nos costó poder llegar a repartirnos el dinero que sacábamos de los bolos. Personalmente, nos seguimos llevando bien, por suerte, nos respetamos un montón, nos reímos bastante y el hecho de que las cosas vayan bien hace que todos estemos un poco más contentos y un poco mejor, por lo cual es difícil llevarse mal.

- ¿Cuál creéis que fue vuestro punto de inflexión?

- Gato: Ha habido muchos pasitos, no ha sido un punto concreto. Tenemos varios momentos: La Plaza del Trigo en el Sonorama, pisar la Joy Eslava por primera vez... No hemos tenido un punto de inflexión concreto, ha sido muy progresivo. Aunque desde fuera se visualiza todo en los últimos tres o cuatro años, los tres o cuatro primeros también estuvieron llenos de momentos que nos hicieron cambiar.

- Alberto: Yo me acuerdo mucho del Intromusic de Valladolid, que fue el primer festival grande donde vimos a la gente botar hasta el final del concierto...

- ¿Por qué elegisteis 'El Pozo' como primer single del nuevo álbum?

- Alejandro: Antes has dicho algo muy interesante, que de hecho es muy positivo que se reconozca: es un tema muy Izal, muy "izalero". Quizá el miedo de una persona que nos sigue después de haber desaparecido un año es si hemos decidido cambiar nuestro estilo, ya que hemos tenido tiempo para poder arriesgar mucho... Sí es verdad que el disco arriesga, pero de una manera muy lógica. 'El Pozo' es un tema que va muy acorde con todo el disco y a la vez con todo el anterior: funciona como una especie de nexo.

- Cuando anunciasteis las canciones del disco, me sorprendió que saliera 'Canción para nadie', la cual la conocía de tu etapa de cantautor, Mikel. Sin embargo, ha sufrido una transformación total...

- Mikel: Esto fue una especie de "Si no puedes con ellos, únete a ellos". Esa canción está grabada en 2007 de una forma muy paupérrima, con un sonido con el que quizá ya no comulgo. Después de ver que el virus 'Canción para nadie' era imparable (porque cada vez que desaparecía de YouTube, volvía a brotar otra vez cual mala hierba), decidí rescatarla.

- Alberto: Yo tengo que decir que con los pocos recursos que tenías, suena bastante bien.

- Mikel: Al fin y al cabo, el concepto de la canción, esa idea de cantarle a alguien que aún no existe, le gustaba a la gente y a mí me sigue gustando. Así que rescaté la letra, aunque la he cambiado, y en lo demás he hecho una revolución absoluta. Lo que he hecho es adaptarla a mis gustos actuales. Mucha gente no me lo perdonará jamás, pero creo que otra mucha que no conoce la anterior disfrutará del concepto y el mensaje y a otra mucha gente que sí conocía la anterior también le llamará la atención el lavado de cara que le hemos hecho entre todos, buscando un sonido que es de los más curiosos del disco, con arreglos de voz cercanos incluso a la música negra. Esperemos que les guste a todos.

- Yo tengo que decir que ahora mismo me decanto más por la anterior...

- Iván: Si la gente no la conociese de antes, yo creo que sí que triunfaría más. El hecho de que ya estén acostumbrados a la versión anterior provoca extrañeza.

- Mikel: Igual dentro de 3 o 4 meses, cuando hayas mirado ambas dos por igual, no nos sabes decir cuál te gusta más. Te escribiremos (risas).

- Uno de los actos promocionales del álbum era el showcase que ibais a celebrar el 8 de marzo en FNAC, sin embargo, habéis decidido suspenderlo por la huelga feminista. ¿Creéis que el feminismo es necesario, no solo en la industria musical, sino en la sociedad en general?

- Mikel: Absolutamente. A veces te cuesta, y es un error, reivindicar algo que a ti te parece obvio. Hemos tenido la suerte de ser bien educados y de nacer en un tiempo en el que afortunadamente la mayoría de padres educa en la igualdad y, por ello, pensamos que todos somos iguales. Sin embargo, no paran de salir casos que demuestran que no lo somos. Nosotros hemos decido anular el showcase del jueves, aunque estaba puesto desde hace un montón de tiempo. En un principio, al ser una huelga que solo iba enfocada a mujeres, no nos dimos por aludidos y lo dejamos como estaba, pero luego nos dimos cuenta de que estábamos generando la duda en muchas seguidoras del grupo de si acudir a las concentraciones o ir a nuestro showcase y vimos claro que había que quitar esa disyuntiva.

- Gato: Cualquier movimiento que reivindique a un sector que ha estado oprimido durante mucho tiempo es necesario. Eso es lo que no entiende mucha gente. Quizá hoy en día hay más igualdad que hace algunos años, pero estamos aún a años luz de conseguir una igualdad absoluta. Hay que reivindicar al colectivo que ha estado oprimido siempre y no a otras cosas. Sí tiene que existir, obviamente.

- El panorama musical alternativo en España, conocido como indie, ha crecido muchísimo en los últimos años, ¿creéis que, por este crecimiento, el indie está perdiendo esa etiqueta de independencia y de ser alternativo?

- Mikel: No sé qué músico dirá que hace indie... porque nosotros, los músicos, hacemos canciones, las tocamos, las arreglamos, nos flipamos con la música de la forma que más nos gusta y que mejor podemos, pero no pensamos en si somos indies. Hacemos un disco y lo tocamos en directo. Luego entra la forma de gestionar un grupo musical, que en nuestro caso sí lo hacemos de manera independiente, porque no tenemos una discográfica detrás que ponga un dinero y nos pida cosas a cambio o que tenga voz y voto en nuestra música y forma de organizarnos. Somos nosotros los que decidimos cuándo sacamos el disco, cuándo paramos, cuándo mandamos a la mierda una canción o cuándo sacamos 'Pausa' como single siendo el tema más lento de nuestra discografía, y eso es una maravilla. No nos ponemos la medalla de ser indies o de ser autogestionados, es que tenemos la suerte de serlo. A otros grupos les encantaría serlo, pero no pueden por un contrato que les ata a una compañía, que en su momento seguramente les ayudó a dedicarse a la música. Al final una discográfica no es mala: pone sus recursos a disposición de un músico para hacerle crecer y a cambio le pide ciertas cosas. Es el contrato el que puede ser malo, poco ético y que exija demasiado... En definitiva, el indie nunca ha existido como género musical.

- Iván: Tener una discográfica detrás no es malo. Muchos grupos con los que compartimos escenario son totalmente independientes, como nosotros, y otros muchos no lo son y no pasa nada, tienen una música brillante y de grandísima calidad.

- Mikel: Es eso, muchos grupos con discográfica son super creativos y arriesgados y no va ningún señor de traje a decirle que no metan sintetizadores. Es la leyenda del manejo de los títeres de la industria musical. Seguro que hay fórmulas que ni siquiera conocemos que manejan un poco al artista, pero desde luego donde nosotros nos movemos, la gente con discográfica hace lo que les place.