JOSÉ GÓMEZ  |  Cádiz, 09/11/2017

Miércoles 8 de noviembre de 2017. Intensísimo día de trabajo en el estudio de grabación del señor Paco Loco. Hemos avanzado una barbaridad en la grabación de los temas. Visto el resultado de la grabación, el día anterior, a tres bandas, tocando juntos batería, bajo y guitarra eléctrica, hemos continuado con el mismo procedimiento en esta tercera jornada.

Hoy le ha tocado a las canciones 'La capacidad', 'No habrá perdón' y 'Cada renglón'. Además, hoy hemos decidido ir avanzando en cada canción grabando alternativamente otros instrumentos durante la mañana. He estado metiendo, una vez más, banjos. Es un instrumento que cada vez disfruto más, porque tiene un sonido muy característico. Es una gozada.

Además, hemos vuelto a rebuscar en la ingente cantidad de material que tiene Paco Loco en su estudio. Decidió que en 'No habrá perdón', una canción con un sonido muy fronterizo mezclado con una poderosa distorsión a base de un pedal de fuzz custom, lo ideal era grabar unas guitarras españolas para ir marcando el ritmo. Un acierto.

A media mañana, Cristóbal cambió de batería y Paco le otorgó el privilegio de tocar con una Gretsch espectacular. Se utilizó para 'Cada renglón' y le iba al pelo.

A pesar de que Lobo está totalmente enamorado de una Rickenbacker negra y blanca que tiene Paco Loco, está siendo fiel a su sonido y sigue utilizando un Fender Jazz Bass de categoría.

Por la tarde nos hemos explayado, a base de bien, grabando un montón de cositas que hacen que las canciones suenen grandes... muy grandes. Cosas como unas pisadas, palmas, percusiones, Hammond, Rhodes o un Crumar Multiman que Juande ha hecho que sonara de escándalo. Por supuesto, y ya es un clásico, trompetas.

Además, Paco Loco ha seguido metiendo lo que se le pasaba por la cabeza. Unas percusiones o una guitarra eléctrica "loca loca locaaaaa".

Y, contra todo pronóstico, hoy he empezado a grabar voces. Concretamente en 'No habrá perdón' y 'La capacidad', en la que se han incrustado infinidad de coros súper chulos que, según Paco Loco, tenía aire "brasileiro".

Todo sigue su ritmo, y ya empiezo a imaginar el resultado.