JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 22/09/2012

El Hogaza Rock se ha internacionalizado. El festival de rock de Alfacar (Granada), que se celebra hoy sábado 22 (20h en adelante) ofrece un programa intercontinental con bandas americanas, inglesas y otros de aquí que podrían ser perfectamente de allá. Los SEX MUSEUM son perfectamente homologables por trapío y poder de comunicación con cualquier clásico del rock. Junto a los madrileños, que se reactivan este invierno que paran Coronas y Corizonas, llegarán los británicos The Eviltones y los gringos The Conection, en estos dos últimos casos en la única fecha que hacen en España. ¡Hogaza "International" festival! Hablamos con Fernando Pardo:

- Usando la neolengua economicista tan actual, ¿cómo llevan pasar de ser la opción "A" a la "triple B"?

- Muy bien, sobre todo la parte del grupo que compagina los tres, incluyendo a Corizonas. Nos viene bien desdoblarnos en varios grupos, sobre todo si los estilos están alejados de Sex Museum, así mantenemos las cosas más puras tanto en unos como en los otros y tenemos más libertad creativa.

- ¿Y la intermitencia obligada?

- Es inevitable y a la vez bastante sano. Algo muy recomendable para cualquier músico que lleve años en una banda. Te oxigenas tú y das un respiro al público, porque nosotros no pretendemos parar nunca y eso cansa tanto al que hace la música como al que la oye.

- A cambio tienen más tiempo para preparar las canciones...

- La verdad es que ya quisiéramos, siempre vamos muy apretados y tenemos muy poco tiempo para cualquier cosa que hagamos, se podría decir que todo lo hacemos deprisa y corriendo. Aunque le hemos pillado el rollo y nos apañamos bastante bien así.

- ¿Es lo que ha pasado con 'Again & Again'?

- Normalmente dedicamos un mes o dos para preparar los discos y una semana para grabarlos, sin prisa pero sin pausa. Con el de Sex Museum creo que estuvimos algo más de tiempo preparándolo, unos tres meses, pero con muchas intermitencias porque solemos tocar cada fin de semana. Para la grabación fue igual, en cuatro días lo teníamos grabado y luego a por la mezcla.

- En ese disco hay una notoriedad del órgano, precisamente Sex Museum fue pionero en la recuperación de esos armatostes Hammond tan vigentes a día de hoy, ¿lo notan así?

- Sex Museum es un grupo de Hammond y siempre tratamos que tenga el máximo protagonismo, tanto por el instrumento en sí como por Marta, la organista, que es el corazón del grupo. Lo de la recuperación del Hammond y el ser pioneros, pues la verdad es que no creo que hayamos tenido nada que ver, Marta nunca ha sido demasiado reconocida y el Hammond está mas ligado a las derivaciones del jazz y acid jazz que al r'n'r y al estilo que nosotros tocamos. Aparte de todo, Marta lo mismo suena como Brian Auger que retuerce el sonido y lo hace sonar como una motosierra en Faust. Es tan grande que podría tocar con quien quisiera siendo siempre ella, son su sonido y personalidad.

- ¿Los tiempos pasados (en el Agapo, por ejemplo) fueron mejores?

- Ver las cosas con tanta distancia en el tiempo te hace olvidar la tensión y la incertidumbre con las que has vivido cada momento, así que hasta que no pasen unos años no te podré decir si todo lo que vivimos en los 80 fue mejor que lo que estamos viviendo ahora. Toda esa época fue la hostia por lo salvaje e imprevisible que era todo y porque teníamos la edad en la que se viven las grandes emociones por primera vez: el sexo, las drogas, las peleas, la ruptura con los padres y la vida con gente de tu rollo y edad... Ahora vivimos las cosas de manera diferente pero tratando de mantener la intensidad en todo lo que hacemos y no nos podemos quejar porque tocamos más que nunca y viajamos por el mundo como nunca hubiéramos imaginado.

- Hace muchos años me dijeron en una etrevista que Sex Museum no era un grupo sino una opción de vida (que por cierto fue el titular), a estas alturas lo de "opción" ya es historia, ¿sigue siendo la vida?

- Está claro, esta es ya nuestra vida, a mil kilómetros de la vida real y a la vez en la habitación de al lado. Vivimos como en una comuna de r'n'r, con contacto mínimo con lo que hay mas allá de los límites en los que nos encontramos cómodos. El mundo en general y el de la música en particular nos parecen una gran farsa y tratamos de mantenernos lo suficientemente alejados para que no nos contamine demasiado.

- De los capítulos de la "zona opción" me gustaría rescatar dos pasajes: uno las giras con Lagartija Nick en la época de Javier González...

- Son recuerdos y momentos inolvidables, por lo que vivimos juntos y por lo que une ser compañeros de camino y llevar tanto tiempo con la misma cruzada. Sin duda Lagartija Nick son uno de los grupos que más admiramos y respetamos, y para Javier González sólo puede haber por nuestra parte palabras de amor y agradecimiento.

- Y dos: Tras 'Independence', ¿la suerte quedó echada?

- Sí, ya no había vuelta atrás y no hay arrepentimiento. Volveríamos a repetirlo todo, paso a paso.

- Entre sus "entretenimientos" me acuerdo de Ross the Boss, ¿habrá segunda parte?

- Ojalá, pero tanto él como nosotros estamos muy pillados de tiempo. Lo hemos intentado alguna vez más, pero la posibilidad de juntarnos sigue siendo complicada, aunque no imposible. ¡Tocar una gira con él es como hacer un master intensivo de rock!

- ¿Definitivamente el pop, en todas sus variantes, ha barrido al rock en este país?

- Sí, estamos en plena lucha para volver a colocar al rock en el lugar que se merece con una mezcla de energía y buen gusto. Somos un país popero y coplero y el trabajo es complicado, aunque la verdad es que la gente que está metida dentro del mundo del r'n'r como a nosotros nos gusta, es la suficiente. Igual si hubiera más se perdería la fraternidad y el espíritu que nos une, así que, resumiendo, no estamos mal en las catacumbas, ¡hay buen vino y buena conversación!

- ¿Y en que sitio quedan gente como Sex Museum, Lagartija Nick, Lapido...?

- ¡Mas allá del bien y del mal!