JUAN JESÚS GARCÍA  |  Orce (Granada), 07/08/2011

Un trencaclosques es un problema o una adivinanza de difícil comprensión, un rompecabezas. Es también el nombre de un polifacético colectivo levantino, una formación músico-teatral y teatro-musical, "una colección de seres que reelabora, retrotrae y recuerda desde nuestra tradición pero en presente", dicen. Que con instrumentos milenarios y dotes magistrales de comunicación dan unos sabrosísimos conciertos para chicos y grandes, como saben ya en Torrenueva, en el Festimed, donde triunfaron. Ellos, junto con Tradere, clausuran la controvertida edición 2011 del Orcefolk, a la espera de que la nueva Diputación de Granada se reenganche para el año que viene. Será hoy, 7 de agosto, a las 22:30h. en la Plaza de la Iglesia de Orce (Granada), con entrada libre.

- Teatro/música/cuentacuentos... ¿Todo va entrelazado?

- Pues se podría decir que sí, puesto que en la base de nuestro trabajo se encuentran las tradiciones y su transmisión a lo largo de la historia, además hablamos de diferentes formas de expresión cuya finalidad es la comunicación, hecho que a nosotros nos interesa sobremanera...

- ¿Qué peso tiene la parte didáctica en sus conciertos?

- Es una parte importante teniendo en cuenta que el tipo de músicas y canciones que mostramos en los conciertos no son desde luego de lo más comercial (porque el mercado no quiere...) y si el público puede conocer de primera mano aquello que te ha llevado a elegir una música, un romance, una historia... siempre notas que es apreciado por ellos. En el caso de los instrumentos, siempre llama la atención, porque muchos de ellos son desconocidos para la mayoría y eso crea expectación; de hecho, siempre vienen a verlos y a preguntar después del concierto. Cuando el público es infantil esto se tiene más en cuenta si cabe. En general, no hacemos distinción porque el ser humano es curioso por naturaleza y le gusta saber, conocer, aprender...

- Su instrumental es de museo, pero también se lo inventan...

- Bueno, sí, otro apartado es el de la investigación y el reciclaje que nos ha llevado a hacer hallazgos muy interesantes; es el caso del "firulete", una especie de tubería con boquilla de clarinete que tiene un sonido estupendo. También las botellas de agua de plástico nos dan muchas posibilidades... carajillos, sakers, palos de lluvia, oceandrums, tambores, sonajeros... Podríamos decir que los niños disfrutan con ello pero los padres muchas veces alucinan...

- Tocan para adultos pero gran parte de su trabajo es hacia los niños... ¿y eso?

- Es una forma de que las nuevas generaciones conozcan a través de las historias y de la música un pasado y un presente que nos envuelve; al respecto de la música, pensamos que hoy en día no hay muchos referentes para ellos, pasan de cantar en el cole 'Debajo un botón...' al último hit de Shakira... no parece haber muchas opciones para los niños. Nuestra experiencia a este nivel es increíble porque hemos llegado a ver niños muy pequeños que se aprenden y cantan romances muy antiguos e incluso bailan canciones renacentistas... ellos no entienden de prejuicios y modas, es lo que sienten...

- Y en concierto... ¿a ratos los adultos responden como niños?

- Pues sí, a veces es así, y es muy agradable porque eso denota que la gente está a gusto y, sobre todo, que conectas, y esto es muy importante...

- Les vimos en el primer Festimed... pero, ¿cómo son sus conciertos en 2011?

- Pues procuramos mantener la línea y el espíritu que siempre nos ha movido: Aunar nuestras músicas con el pasado y las tradiciones sin perder de vista la realidad que nos envuelve y sobre todo interrelacionarnos.