MIGUEL ANTONIO HURTADO  |  Madrid, 01/04/2011

Un lujo poder asistir en las Naves del Español del Matadero Madrid a 'LA AVERÍA' (de Friedrich Dürrenmat) dirigida magistralmente por Blanca Portillo, ahora más dedicada a sumergirse en la dirección y apartada momentáneamente su faceta de actriz.

Adaptada por Fernando Sansegundo, se nos presenta en un ambiente gótico una profunda disquisición acerca del concepto de justicia y legitimidad, en un mundo de lobos compitiendo por su presa y en el que el status es el valor primordial que da sentido a nuestra lucha por la supervivencia. Con unos personajes perfectamente definidos se crea una trama intensa, a la vez inquietante y llena de intriga, no exenta de comicidad y emoción, que puede llegar a tornarse por momentos trágica. Toda una puesta en escena en clave de novela negra de gran carga ideológica tan actual como la integración social, la jubilación, las luchas intestinas y pérdida de valores, y la ley como marco regulador que asegura el seguimiento de las normas y aparta a los disidentes.

El maquillaje y peluquería de Elena Cuevas, complementados con el vestuario de Elisa Sanz, son inverosímilmente buenos, posibilitando recrear este ambiente casi decimonónico; del resto se encargan un excelente elenco de actores con una sublime interpretación y gestualización (Emma Suárez, Daniel Grao, Fernando Soto, José Luis García-Pérez, Asier Etxeandia y José Luis Torrijos) dando vida de forma insuperable a un grupo de peculiares ancianos que rejuvenecen al caer la noche y volver a desarrollar sus antiguos oficios. La escenografía, muy cuidada, dividida en dos: El comedor lleno de objetos y detalles que resulta algo cargado y un austero jardín, aunque cara al desarrollo de la trama no existen límites entre ambos y se funden en un solo espacio escénico.

La obra relata cómo Alfredo Trapps, un representante textil, a consecuencia de una inoportuna avería en su coche, se ve obligado a buscar y aceptar la hospitalidad de un anciano. Lo que se presumía para Alfredo como una tediosa velada entre vegestorios se convertirá para él quizás en el juego más arriesgado y excitante de su, hasta el momento, exitosa vida.

Una obra completa, redonda, emocionante, emotiva, elegante, penetrante... por descubrir: Desde el 17 de marzo al 24 de abril en las Naves del Español del Matadero de Madrid.