REDACCIÓN  |  Madrid, 09/11/2010

La irlandesa IMELDA MAY inicia el jueves una minigira de conciertos por España que la llevará a la sala Bikini de Barcelona (jueves, 11), la sala Mirror de Valencia (viernes, 12) y que finalizará el domingo en la Joy Eslava de Madrid, sala en la que la cantante ya ha colgado desde hace días el cartel de "no hay billetes".

Nacida en Dublín, Imelda May tiene ese talento especial y ese glamour atemporal que realmente ilumina el escenario. Ya se trate de su fusión única de rockabilly, blues y jazz, de su extenso repertorio, de sus actuaciones descaradas o de su distintiva interpretación de los clásicos, su atractivo es a la vez seductor e innegable. Como tal, está emergiendo rápidamente como una de los mejores vocalistas de la escena musical del Reino Unido de la actualidad.

El invierno 2007 vio el lanzamiento de su primer álbum en solitario, 'Love Tatoo', con críticas muy favorables: "Una colección atemporal y veraz de mezcla de Jazz-A-Billy entregada en una voz personal y directa" (Word Mag). Imelda llevó a cabo una gira a finales de noviembre junto con Jools Holland, que culminó con su debut en el Royal Albert Hall en diciembre.

Inspirada por grandes del jazz como Billie Holiday o Dinah Washington, y por la reina indiscutible del rockabilly, Wanda Jackson, Imelda está forjando un sonido contemporáneo por su cuenta. Haciendo un guiño a los días de gloria de antaño, pero con el corazón y el alma mucho más en el presente, destapa ese rock principiante y descarado, con toda la fuerza musical de una veterana del rockabilly. Como dijo un crítico, Imelda tiene una voz "gutural y potente, y parece que esta joven de veintitantos realmente ha vivido la década de 1950" (Metro).

Hace escasas fechas, apareció, publicado por Decca, su nuevo álbum, 'Mayhem', un disco que sigue la senda de su anterior trabajo y que incluye temas como 'Psycho', 'Sneaky freak' o la versión de 'Tainted love' que la cantante ha venido rodando en sus directos.