JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 25/09/2010

Abriendo la gira de conciertos europea de U2, INTERPOL se descuelgan del gigantismo irlandés para dar una serie de actuaciones en España, una de las cuales será en Granada (martes, 28, Industrial Copera). Aquí llegan en un momento delicado para el ex-cuarteto, ahora trío, intentando reverdecer el éxito de sus primeros discos con un regreso a las bases en el cedé homónimo que acaban de publicar. A pesar de lo que sugiere su música, de influencia claramente británica, es una banda neoyorquina dentro de ese cajón de sastre que algunos han bautizado como "retro-rock", en su caso acudiendo a esas ambientaciones cargadas y oscuras que en los años ochenta practicaban bandas como Bauhaus, Joy Division o The Chameleons, en versión hipnóticamente noise, que para eso estamos en el siglo XXI. Tras la baja del socio Carlos Dengler, que grabó el disco pero prefirió irse de la agencia antes de empezar la gira, su puesto con las cuatro cuerdas lo ocupa Dave Pajo (Saint, Stereolab y varios más) contando como refuerzo con Brandon Curtis, integrante de Secret Machines.

Esbozados a finales de los noventa, después de dos años de actuaciones por el circuito alternativo de Nueva York y sus alrededores, publicaron el ep 'Interpol EP', y un año después (tras asistir al famoso programa inglés de la BBC del añorado John Peel) firmaron por Matador para su primer largo. Su debut fue saludado como lo mejor de la escena de la ciudad figurando al lado de incipientes primeros espadas como The Strokes y Yeah Yeah Yeahs, siendo elegido por el NME como el octavo mejor álbum publicado entre los años 2000 y 2009.

Siete años después la cosa no está tan clara, así superando el bache de su tercer disco, 'Our love to admire', el lanzamiento internacional que no consiguió hacerles promocionar de división, los neoyorkinos han regresado al mismo sello que les vio nacer, Matador, donde el magnífico 'Turn on the Bright Ligths' cinco años antes giró tanta orejas hacia ellos. Fue la maldición del tercer disco, la apuesta del "ahora o nunca" que permitió, tras la resaca de la incomprensión, que su cantante Paul Banks hiciera sus pinitos en solitario con el seudónimo de Julian Plenti antes de repensarse el regreso de la agencia.

El refundacional 'Interpol' ha sido grabado en los Electric Ladyland de su ciudad y mezclado por Alan Moulder (Depeche Mode, Killers, My Bloody Valentine) en Londres, y para sus autores "las canciones suenan en forma vital, es un balance entre la urgencia y la calma, y la verdad que creemos que será lo mejor que hayamos hecho, este disco superará el paso del tiempo". El pasado día quince veía la luz, o todo lo contrario, ya que su primer sencillo 'Lights' es (¡suena a los Moody Blues!) grandilocuentemente oscuro. Y cuidado con la vuelta, que nada más salir de su concierto estaremos en Huelga General.