JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 18/09/2010

Por segunda vez en los casi treinta años de existencia del grupo, los pamplonicas de BARRICADA pisaron -la pasada semana- el escenario del Zaidín. A raíz de su disco 'La tierra está sorda', dedicado a la pre/en/postguerra civil, corre por la red el debate sobre si son el mejor grupo de rock que ha habido en este país. Enrique Villarreal, "El Drogas", es compositor, cantante y bajista de Barricada.

- Me pierdo... van para los 30 años en esto, ¿se lo imaginaban?

- No, para nada. Si lo llegamos a pensar nos hubiese dado vértigo.

- ¿Qué cambia cuando el r'n'r pasa de expresión a modo de vida?

- Cambias como te va cambiando la vida, pero, por otro lado, en cuanto a la ilusión de salir a tocar, de preparar las canciones, el trabajo de los discos, eso sigue intacto.

- Por cierto que Rosendo decía hace nada que otra vez empieza a ser difícil ganársela con esto...

- (Risas) Esto va por temporadas, hemos tenido momentos buenos y otros de tener que acudir a prestamos de gente cercana...

- Ustedes rozaron el éxito masivo y estuvieron a punto de convertirse en una "arena band" en la época Cristóbal Cintas. ¿Qué pasó y por qué se les cayó la arena entre los dedos?

- Creo que fue la edad, éramos cuatro aldeanicos funcionado como se hacía entonces y metidos en una película madrileña de relaciones públicas, que te acaba pasando factura mentalmente y físicamente. Era como una película en la que lo difícil es darse cuenta de que termina cuando das el último acorde cada noche, era complicado separar la proyección de la verdad. Tuvimos la suerte de mantener el centro de operaciones en Pamplona, lo que nos permitió tener una perspectiva más sensata y descubrir que el rock es una forma de vida, no una forma de muerte.

- La etapa posterior a 'Balas blancas' fue la de, llamémosle, de madurez creativa y literaria, y eso descolocó a su público más inmovilista... ¿en el rock español cuesta crecer?

- Estoy de acuerdo con eso. Fue un momento en el que teníamos otras cosas que decir y podíamos hacerlo de otra manera. Pienso que es cierto que el rock es algo juvenil, y creo que hay que exigirse a la hora de trabajar porque somos concientes de que el tiempo pasa, los puntos de vista cambian, cada momento en la vida es diferente y vivir consiste en aprender de cada momento.

- 'La tierra está sorda'... ¿por qué ahora?

- Antes no hubiese sido posible por mi propia ignorancia sobre el tema, salió cuando empecé a ser consciente de la tragedia y el peso de esa historia en la de España que llega hasta hoy.

- Estéticamente me suena a todas la etapas del grupo, desde la más irascible hasta la más tierna, ¿están todos los Barricadas aquí?

- Creo que sí, Alfredo dice que musicalmente el disco refleja el paso de Barricada por el rocanrol, es un nuestra apuesta por la ausencia de complejos. Personalmente me sigue impresionando porque me ha exigido tanto que no se si podría hacer algo así en otro disco.

- Por momentos parecen cumplir la función informadora e historiadora de los juglares...

- En este más, descarao. A mí me gusta sentir esa relación con el público cuando lo que canto es algo que ha ocurrido y se lo cuento a la gente de la calle; prefiero eso a explicar mis pajas mentales, me gusta sentirme un contador de historias.

- Nada más saberse que venían al Zaidín con este disco dedicado a la guerra y posguerra civil, el Ayuntamiento (PP) retiró casi el 80% del presupuesto al festival, ¿piensa que tienen algo que ver ambas cosas?

- Me falta información pero podría ser, porque me consta que en algunos sitios ha habido discursiones enconadas y nos han impedido actuar con este trabajo... este país es un poco sui géneris.

- Por el contrario los han tocado en centros de enseñanza invitados por institutos y consejerías de educación... ¿Qué tal la experiencia docente?

- Ha sido una experiencia acojonante porque empezaron a llamar, se nos fue de las manos y no había días en la semana para atender las invitaciones. Fue una forma de devolverle a gente algo que en el grupo les debíamos.

- Nos quedamos en Granada sin la gira "BAR" (Barricada, Aurora, Rosendo), ¿la retomarán alguna vez?

- No lo sé, llevamos ocho años sin parar y en diciembre queremos descansar. La vida es la que manda.

- Por cierto que allí tocaban con su segundo productor, Rosendo, ¿lo harían también con el primero, el controvertido Ramoncín?

- No, ya tenemos poco en común. Ramoncín es un persona muy inteligente que de lo que habla entiende y lo defiende con convicción. No estoy de acuerdo con su acribillamiento por el tema SGAE, porque hay un complejo debate por hacer, sin simplificaciones, y a él le han crucificado sin juicio. Como músico me quedo con sus cuatro primeros discos, pero a día de hoy no es un artista que me interese.

- Van ya por los cuatro discos en directo, ¿siempre mejor en el escenario?

- No creas, no lo sé. Se me hace difícil plantear un disco en directo porque llevamos muchos, lo único que me preocupa es que cada disco sea diferente del anterior y del siguiente. Y como que los discos en directo marcan los tiempos y las etapas.

- Y a estas alturas cómo nota que está haciendo una canción que ya ha hecho.

- ¡Esa es otra!... (carcajada). Digamos que al principio la cosa era más visceral y estomacal, y ahora sale más intelectualmente y con más trabajo de mesa: me gusta más buscar las palabras y los regates literarios exactos.

- Tienen pendiente el clásico disco de "favoritos", algunos serán obvios, pero sorpréndame con algo de la talla del 'Sueño con serpientes' de Silvio...

- Haría cualquiera de los madrileños PVP, que era un grupo un par escalones por encima de los demás; algo de los sevillanos Dogo y los Mercenarios... y hemos tocado en algunas ocasiones el 'Qué hace una chica como tú...' de Burning... por ahí irían los tiros.