JUAN JESÚS GARCÍA  |  Dúrcal (Granada), 26/08/2010

Una de las formaciones más curiosas y activas del censo granadino es TROVAMUNDOS, varios nombres bien conocidos por su trabajo individual, pero que como ocurriera por ejemplo con Habana Abierta, se registran bajo la marca Trovamundos para hacer lo que solos no podrían hacer; esto es: cantar las canciones que a ellos más les gustan, y probablemente no haya que rascar mucho para descubrir que son también las responsables de que se dediquen a este oficio.

Este fin de semana actuaban en el parque de la estación de Dúrcal, ante cerca de casi un millar de personas, público agradecido que realmente disfrutó con el grupo. Aparecieron reducidos a trío por baja temporal de Juan Trova (y se notó) pero con un programa de festejos infalible. Estos Trovamundos (y trotamundos también, que no paran) compuestos por Nano Ramos, Mario Ojeda y Juan Ruggieri, los tres de procedencia blanquiceleste, se manejan bien con un cancionero que les es muy suyo, auque no siempre lleve su firma. Y sí, hacen suyas esas piezas con su ágil floreo a tres voces (o cuatro), el homogéneo planteamiento exclusivamente acústico y, aunque sea ya tan sólo por el profundo acompañamiento del bombo argentino como timbal de graves, ya suenan definitivamente distintos. Cantan cosas de la Negra, Gieco, Muriel, Silvio, Discépolo... y que no son más aplaudidas que otras suyas, sea el caso de 'Ahí va la libertad' o 'La identidad', por citar un par.

Trovamundos vienen a ser como ellos mismos tocando a placer algunas de las mayores canciones escritas en español en privado, o en público, con sensibilidades distintas, viajeras, y cediendo el paso a cada compañero sin mayor paso de cebra. Todos para uno y todos para todos, una fórmula que ya se ensayó en el Núcleo de Nuevos Autores, y que aquí llega en su ultimísima versión. Y lo hicieron, como explicó Coque Malla, porque les gusta y porque les divierte, y porque el público de Dúrcal, de pie, se lo agradeció aplaudiendo.