MIGUEL ANTONIO HURTADO  |  Madrid, 12/08/2010

Los teloneros ÁNGELES se encargaron de caldear la sala Gruta 77 y abrir camino al garage y al punk-rock, mientras se llenaba la sala, poniendo en escena una buena dosis de intenciones que consiguieron concretar sobre todo en dos de sus temas, el recientemente salido a la luz 'Mil promesas' y una fantástica versión de 'Gimme Shelter' de los Rolling Stones.

La versión del tema de los australianos Radio Birdman 'Man with the golden helmet' abrió el concierto de THE FLAMING SIDEBURNS, una peculiar banda punk-rock finesa con estética de La Frontera, provista de un cantante argentino (Eduardo Martínez) que bien podría ser el "mini-yo" de Iggy Pop.

Después de una ausencia por la península de tres años, los ritmos crudos y sencillos propios de los 70 que a lo largo de quince años de trayectoria han salido de la factoría nórdica, volvían a retumbar en Gruta77, "gracias carajo (acaban de tocar '99 Degrees'), mucho tiempo sin venir a Madrid". No sabemos qué fue primero si los temas 'Heavy tiger' y 'Jaguar girls' o el tatuaje del salvaje felino sobre la espalda de Eduardo. En cualquier caso, los mejores temas de la banda, los más agresivos con los sonidos más sobresaturados, brotaban uno detrás de otro, mientras la sala hacía buena aquella frase de "bailad malditos". Tanto en castellano como en inglés, la energía, el ardor, la pasión, eran la misma. Temas como 'Sweet sound of L-U-V', pura libertad y rock'n'roll, la contundente 'Flowers' o 'Save Rock'n'roll' acreditan a esta banda como baluarte de la escena punk-rock.

La versión de 'Vueltas y vueltas alrededor del sol' de los argentinos Vox Dei que tanto marcaron la adolescencia de Edu, y 'La bruta' que en los estribillos el público confundía con alusiones a la sala Gruta donde discurría el concierto, acentuaban las referencias castellanas. 'Spanish Blood', presentada al grito de "Sangre Vasca, voy a distorsionar un poco las cuerdas, disculpadme", marcaba la potencia de las dos guitarras en escena, Ski Williamson y Peevo de Luxe.

No es difícil adivinar sus influencias de formaciones como Stooges, MC5, The Sonics, The Hellacopters, Stray Cats, entre otros, mientras se escucha en directo 'Blow the roof', 'Street survivor', 'Loose my soul' o 'Challengin'.

Eternos los bises, y es que cuando una banda siente lo que vive y vive lo que siente es difícil sacarlos de su hábitat, en este caso el escenario de Gruta 77, así que apelando a los acordes de 'Land of a thousand dances' de Ted Nugent, los mil riffs en canciones propias ('Count me out', 'Blackmoon', 'Keys to the highway') o versiones ('13 women' de Renegades, 'Bad little woman' de los Shadows of Knight) alargaban la función sin que nadie hiciera el más mínimo ademán por dejar de moverse al ritmo lapón.