ARTISTAS, GRUPOS...:
Enrique Morente | David Cerraduela | José Manuel Ruiz | Ángel Gabarre | Popo Gabarre | Antonio Carbonell | Isaac de los Reyes
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Universal Music | Discos Probéticos | EMI | Amnistía Internacional
Un millar y medio asistieron a esta actuación del "ronco", que se presentó sin ningún añadido prestado de otras galaxias sonoras.
La tradicional noche flamenca del Parapandafolk tuvo el jueves tres excepcionales protagonistas: Miguel Hernández (a quien está dedicada toda la muestra), ENRIQUE MORENTE (que dosifica cuidadosamente sus presentaciones en Granada), y Amnistía Internacional, organización que fue la destinataria de la taquilla íntegra de este concierto. Una ONG a la que hay que apoyar porque "se esfuerzan para que el mundo sea mejor, haciendo el trabajo que no hace nadie", como dijo al final de la noche, muy dentro ya de la madrugada del viernes, el propio cantaor.
Un millar y medio de personas asistieron a esta actuación completa del "ronco", que camino del certamen minero de La Unión (donde actúa el día 6), se presentó con un septeto sin ningún añadido prestado de otras galaxias sonoras. Cien por cien Morente.
En los preámbulos de su actuación, el escritor Francisco Jiménez y el también gran cantaor Juan Pinilla recordaron la figura de Miguel Hernández, con sendas lecturas de sus poemas, mientras que el periodista Francisco Espínola glosó un perfil del maestro con tanto salero como pimienta. Morente, como suele ser habitual en sus conciertos, salió lento e inquietante, con su gente, y en una esquina, dispuestos todos en círculo y en una sobrecogedora penumbra invocaron a los dioses tanto como calentaron e hicieron piña. Ronda por tonás y bulerías, con reminiscencias zulúes en el recuerdo a Nelson Mandela en un comprobado comienzo de rara intensidad emocional y estampa tan de Saura como de 'West Side Story'.
El poeta de Orihuela estuvo también presente en la primera parte del concierto ya que el cantaor acudió a las grabaciones que había hecho de joven sobre el poeta alicantino. En la segunda sería Picasso el inspirador del tramo, estrenando en el Parpandafolk los temas del disco 'Pablo de Málaga', donde Morente habla y canta por el puño y la letra del pintor. En la mecánica de esta formación es vital el encaje y la compenetración de la guitarra de David Cerraduela, que suena infalible y flamenco pero, a quien no es difícil encontrarle resonancias ¡de jazz!, y un gran José Manuel Ruiz en las percusiones, encargado del substrato rítmico, de poner los puntos, las comas y los acentos y hasta sustituir al bajo con el djembé. Sólo son dos, pero son una cadena de montaje de música total.
Su compañero Juan Pinilla calificó de "enorme" la noche de Morente, con esa voz raspada que, aunque parece que va a terminar de romperse en cualquier momento, pero que contra todo pronóstico ente se estira grave y herida hasta el infinito, y más allá. Algunos, los más jóvenes identificaron ese 'La vida qué mala es' que cantó con, sí, efectivamente, con el origen de la célebre pieza de 091. Hizo caña, malagueñas, tangos, tientos, fandangos por bulerías, soleares, dio bola a su gente (Ángel Gabarre, Popo Gabarre y Antonio Carbonell) en una ronda por fandangos y revolvió palos, tiempos y espacios en esas suites llenas de lirismo, casi pequeñas óperas flamencas que tanto le gusta hacer, de quince minutos en los que los drama y climax marcan las diferencias, sus diferencias. Con la misma ronda con que llegaron al escenario, se despidieron, poniendo Pedro e Isaac de los Reyes con sus tacones y un potente zapateado, que levantó no se sabe si humo o polvo, un explosivo punto final para esta cita con la solidaridad y el arte grande.
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Prometemos no ponernos pesados... ;)
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