REDACCIÓN  |  Lanuza (Huesca), 16/07/2010

Continúa desarrollándose una nueva edición del ecléctico festival PIRINEOS SUR que comenzó el pasado día 8 y que llegará a su conclusión el día 25. Por los escenarios de Lanuza y Sallent de Gállego, en Huesca, ya han pasado grupos y artistas de diversas procedencias como León Gieco, Los Amigos Invisibles, Molotov, Fito Páez, Adanowsky... y quedan por llegar Calle 13, Toumani Diabaté, Bloque 53, La 33, Novalima y muchos otros.

Para esta noche del 16 de julio en el Auditorio Natural de Lanuza el cartel es doble y, al igual que el festival, variado en los estilístico: Abrirán la noche los colombianos de La Mojarra Eléctrica, quienes, por cierto, también estarán en el festival La Mar de Músicas de Cartagena el próximo día 20. Su sonido es una buena mezcla de música tradicional afrocolombiana: desde la Costa Atlántica, empezando con la raíz de ese entorno, el "bullerenge", la "chalupa" y un formato de banda de guerra heredado de Europa liderado por la chirimía, instrumento parecido al clarinete. Todo esto fundido con elementos de la música afronorteamericana: el jazz de Coltrane y Miles Davis, el funk de James Brown y la poderosa descarga salsera de Nueva York, pasando por la música antillana desde Cuba, con su timba y el songo de los Van Van y el latin jazz de los Irakere, hasta Jamaica, con el raggamuffin y el reggae de Bob Marley.

Cuentan con tres discos, 'Calle 19', 'Raza' y 'Poder para la gente' en los que La Mojarra Eléctrica propone un nuevo sonido totalmente mestizo.

También pasarán por el escenario Howe Gelb & A Band of Gypsies, quienes presentarán al público de Pirineos Sur su disco 'Alegrías'. Aunque mantiene el sabor familiar del desierto de Arizona que Howe Gelb (en la foto) ha ido cultivando durante todos estos años, tanto en solitario como junto a Giant Sand, su sonido adquiere nuevos matices al fusionarse con los latidos flamencos. En este disco, Howe explora territorios desconocidos a caballo entre el rock americano de raíces, sureño y fronterizo, y el flamenco más puro. Los ecos de Tomatito y la pasión que Córdoba inspiró en el americano, fueron algunos de los motores del disco.

Arropado por músicos cordobeses entre los que se encuentran habituales colaboradores de Raimundo Amador como Lin Cortés (guitarra), Juan Panki (guitarra) o Añil Fernández (cajón), el álbum comenzó a tomar forma en los interminables ensayos y se materializó con la aparición del propio Raimundo Amador, que decidió unirse al proyecto aportando su toque virtuoso. Prueba de ello es la arrebatadora intro de 'Cowboy boots on Cobble Stones', llena de quejido y sentimiento donde demuestra sus dotes para la improvisación.

El resultado es un álbum que conserva el sabor de las dos tradiciones que fusiona, sendas raíces sureñas de ambos lados del Atlántico, al mismo tiempo que descubre una nueva y única forma de interpretarlas.