JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 17/06/2010

La sincera voz con la que canta las descarnadas letras que Miren Iza ha escrito para su grupo TULSA (antes estuvo en la "riott" band Electrobikinis) ha hecho que con sólo dos discos el grupo haya reclutado legión de seguidores, y que hasta llegara a los Grammys o que Bunbury la buscara para replicar su voz en varios temas. 'Espera la pálida' (la muerte) es su segundo disco y lo reestrena en Granada (Planta Baja, viernes 18) esta vez como los cabeza de cartel que Tulsa son.

- Desde Electrobikinis a Tulsa... ha pasado del (casi) todo chicas al todo chicos... usted dirá...

- La vida es así de rara, cuando llegué a Madrid quería montar otro grupo de chicas y de hecho en una época hubo una bajista en Tulsa, pero la cosa no prosperó sobre todo porque es estúpido pensar que el género es importante, y lo es. Entre tanto macho me siento bien, a veces la novia de todos, y otras la madre que los trajo.

- Querría preguntarle por dos hombres importantes en su vida: Vegas y Bunbury.

- Creo que hay hombres más importantes en mi vida pero sí supongo que éstos ocupan un espacio más o menos virtual. Más virtual el primero que el segundo, no por ello menos importante con los tiempos que corren.

- Supongo que lo del Grammy queda en una anécdota para sus nietos, ¿o no?

- A este paso se lo contaré a los nietos de otros. Añadiré, para dar empaque a la historia, que me invitaron a la entrega en Las Vegas y que me jugué mi casa y todos mis ahorros, que los perdí y que por eso tuve luego que casarme con un magnate del petróleo.

- Me imagino que su Tulsa es más la de J.J. Cale o W. Guthrie que la de la Texaco, ¿no?

- Y, continúo, que me tuve que ir a Tulsa a vivir... (risas)

- ¿Fichar a Charlie Bautista es como tener una llave maestra para cualquier grupo, abre todo?

- No sé si es la llave de cualquier grupo, no sé de qué serviría semejante cosa, pero ha sido un regalo del cielo. Es un músico impresionante y un conductor excepcional.

- Creía que las ilustraciones de Eduardo Infante iban a ser la imagen corporativa de la casa, pero...

- Bueno, fue la marca de una época importante. Nunca le llegué a conocer, es una espina que llevo clavada en el corazón. Una más... qué coñazo.

- Dicen que "saben sacar oro musical de los pozos del desengaño y el desánimo"... ¿Estas cosas se hacen a pico y pala emocional o ya se saca a máquina?

- Desgraciadamente a base de pico y pala.

- Se dice que la felicidad inspira poco, ¿están de acuerdo?

- Es lo más inspirador del mundo pero pocas veces inspira buenas canciones.

- Corren tiempos difíciles pero ¿le llama la atención la recepción de unas canciones dolientes como las suyas?

- No me parece que ahora sea mucha la gente que esté muy por la labor de escuchar canciones dolientes. La gente tiende a escapar ante el dolor, es el instinto de supervivencia, pero sólo los que se enfrentan al monstruo lo pueden vencer.

- Para cantar estas emociones tan de puesta de sol ¿tan bien encaja el folk country crepuscular?

- La verdad es que es mejor que el goticismo, ¿no?

- Manejando tanto descarno, ¿cuanto menos ropa musical mejor, no?

- Todo es mejor en pelotas.

- ¡Tanto que le han pedido canciones para ambientar cine erótico! ¿Es verdad?

- Pues sí, aún no he visto el resultado pero ardo en deseos de verlo porque me encanta la idea de que alguien se "encienda" mientras oye Tulsa. Espero no cortar ningún rollo.

- También canta a Dylan Thomas, y hay algo de Miguel Hernández. ¿Entraría Lorca en su catálogo de intereses?

- La primera vez que leí el 'Romancero gitano' lloré, era obviamente otra galaxia comparándolo con mi Bilbao pero me emocioné, después en Nueva York, me hice con 'Poeta en Nueva York', creo que como todos los que vamos a Manhattan y queremos verla a través de los ojos de los que consideramos más listos y sensibles que nosotros.

- Están de gira: la furgoneta, los viajes, el calor, el polvo... ¿el próximo va a ser más "road movie"?

- Al revés, creo que me apetecerá hablar de la vida monacal.

- Recomiende cinco cosas imprescindibles antes de que "la pálida" nos toque en el hombro.

- Vaya cosa. La primera, creerse inmortal. La segunda, saberse mortal. La tercera, invocar a Hedón a la mínima. La cuarta, intentar cambiar de personalidad y la quinta, asumir que eso es imposible.