JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 10/12/2009

En cuestión de dos años JUAN MANUEL MONTILLA, "EL LANGUI", vecino del barrio del Pan Bendito de Madrid, ha recibido dos premios Goya, ha debutado como escritor, dirige un espacio en Radio 3 y ha hecho que su grupo de Hip Hop, La Excepción, sea uno de los más populares del país. "Ha sido muy heavy lo que me ha pasado en este tiempo" dice El Langui, al que la vida no se lo había puesto nada fácil puesto que nació con medio cuerpo paralizado por anoxia. Juan Manuel Montilla es el protagonista hoy (20h, Teatro Alhambra) de La Música Contada.

- ¿Le han puesto ya una plaza en el "Panben"?

- No creo que lo hagan... si no han sido capaces de poner las luces del polideportivo, ni de la plaza donde van los críos a jugar, ni el semáforo que estamos pidiendo... si no hacen eso ¡cómo van a poner una calle a Juanma Montilla!

- Está en pie de guerra... oiga ¿el hiphop es la actual canción protesta?

- La antigua y la moderna, claro que sí; estamos en un momento en el que se tienen que seguir diciendo cosas: el hip hop es el altavoz de un bloque, de un barrio, de una ciudad, de una gente que quiere ser escuchada y no se les hace caso por mucho que griten. Cuando cogemos el micrófono decimos todo eso y más, somos los comunicadores del barrio.

- Últimamente hace de todo, ¿se le queda la música chica y está buscando alternativas o es que el día es muy largo?

- Soy muy inquieto y lo que me mola es... tío, hacer cosas. No es que se me quede pequeña, pero puede parecerlo; me mola lo que hago, todo, me da conocimientos, me hace sentirme útil y si tengo oportunidad pues pruebo de todo lo que me ofrezcan.

- ¿Volverá las pantallas? Si Leonor Waitling o Nawa Nimri se han pasado a la música, ¿por que no va hacer lo contrario un músico?

- (risas) Yo me voy a dejar los dientes en ello, pero creo que hay actores españoles con mucho más profesionalidad, talento y proyección que yo; bueno (risas)... por lo menos más proyección.

- En la última entrevista para Ideal me habló de una serie de televisión...

- Ahí estoy, viendo si le damos color al proyecto y le dedicamos el tiempo que necesita, las sonrisas, las lágrimas, las vísceras... y si lo terminamos saldrá; hay que tener en cuenta que 'El truco del manco' llevó cinco años hasta que conseguimos hacerla, y mira luego cómo quedó. Mola un huevo terminar la serie pero no me quiero precipitar.

- Ha dejado de ser un artista famoso para ser un famoso a secas, en términos generales, de programa de cotilleos casi, ¿cómo lo lleva?

- Ojalá fuera eso (risas). Todo esto se sobrelleva se intentar estar siempre con los pies sobre el suelo sin dejarte llevar por el "alucina-vecina", porque hay que estar todo el día peleando y trabajando. Los curritos no tenemos tiempo para las tonterías de la fama, tenemos que estar echándole siempre madera la chimenea para que no se apague. Sí, es bonito que te reconozcan el trabajo, y antes me los hacían los colegas y ahora (risas)... las señoras mayores también, eso es muy grande, y gusta.

- ¿Hasta qué punto el Hip Hop es ya una cultura?

- Y además una gran cultura que está haciendo mucho bien a la sociedad, porque está consiguiendo lo que otras no logran: establecer unos valores sociales constructivos y positivos que en muchos casos coinciden, y es curioso, con los de nuestros padres y abuelos. Yo cuando me metí en esto recibí valores como la amistad, el esfuerzo, el compañerismo, la ilusión, el amor, el respeto, el equilibrio... y que hoy se están perdiendo; esos valores morales son los cimientos del Hip Hop. Un chaval se mete en el hip hop y coge un boli, un papel y empieza a escribir lo que tiene dentro con un ímpetu desconocido para su familia; y usa diccionarios, lee poesía... eso es cultura, eso es el Hip Hop. Creo que está haciendo mucho bien a mucha gente, y a mí el rap me ha hecho ser persona.

- La primera vez que vinieron por aquí fueron 65 personas, la siguiente tampoco fue casi nadie, y a partir de ahí han llenado todo, ¿se ven actuando en campos de fútbol?

- Con Granada ocurrió una cosa muy peculiar, las dos primeras veces no fue nadie y la tercera (risas) reventamos la sala consiguiendo el record de ventas de la Tren, con un millar de personas. Fue impresionante, las dos plantas llenas... yo creo que poquito a poco vamos haciendo el camino... ¿estadios?, ¿por qué no?

- Lennon dijo aquello que de que aplaudan los de arriba y abajo muevan su joyas... usted aquel día dijo asombrado "¿Es que ahora todos sois barriobajeros?"... ¿se han convertido en un grupo para todos los públicos?

- (carcajada) No lo sé, pero a mi entender veo que nos llega público de todas las clases y de todas las edades, desde el más rapero al más pijo de polo y novia; los hay de 20, y menos, y te juro que los he visto de cincuenta y muchos llevando el ritmo con la cabeza. Hay chavales que me paran por la calle para pedirme una firma ¡y es para su madre! (risas). Mira en Radio 3 , hago un magazine con todo tipo de noticias, de invitados y de música; me gusta que la vida sea diferente, me gusta le gente y la variedad enriquece la sociedad.

- Su libro... ¿es de autoayuda?

- Sí, por qué no, a mí me ayudó la música, el humor, la gente, el deporte... si a alguien que lo lee le sirve para algo, el objetivo de ser útil ya está logrado, y sentirse útil te da la vida.

- En estos momentos de depresión generalizada, ¿dónde nos podemos agarrar hasta que pasen las curvas?

- Son tiempos difíciles y... no quiero pecar de nada ahora porque a mí me vaya bien, que es un tema muy delicado, sobre todo cuando lo ves y lo sufres también en tu entorno. No sé, agárrate a lo que sepas hacer con fuerza, y a la familia, y a los amigos, agárrate a la importancia que tiene esforzarse por algo, a la paciencia, a sentirte útil para alguien… todo antes de caer en ese bucle maldito que te va apagando lentamente.

- Viene a la La Música Contada... ¿de qué hablará, de música, de libros, de cine, de la vida en general o en particular?

- Voy a compartir mis opiniones con las de la gente que va a este ciclo, porque La Música Contada es un "tenconten" y a mí lo que me cuentan me sirve mucho; espero estar a la altura y que en la misma medida lo mío les sirva a los oyentes. Estoy para lo que ellos necesiten y habrá micro abierto toda la sesión.