MIGUEL ANTONIO HURTADO  |  Madrid, 10/05/2010

La centenaria Gran Vía y su cine Capitol se vestían de gala para celebrar la premier de HABITACIÓN EN ROMA, el último film en clave de drama-erótico de Julio Medem que coprotagonizan Elena Anaya y Natasha Yarovenko.

Como antesala al pre-estreno, Álvaro Longoria agradecía a todos los colaboradores y patrocinadores su participación en esta película; Julio Medem nos invitaba al contacto ("os pido que os dejéis tocar, "que por una noche sintáis la piel") para rápidamente presentar a ellas, a las diosas, una griega, Afrodita, otra romana, Venus, quizás rusa, clásicos del amor, amor del que hay muchas formas y hoy se presenta una, una maravillosa; Elena Anaya señalaba una cinta realizada "con muchísimo amor, respeto y valentía y que espero disfrutéis" y, por último, Natasha Yarovenko reforzaba a su compañera de reparto: "Hemos trabajado duro para esta película, espero que la disfrutéis por que la hemos hecho con mucho amor".

Se proyecta una bonita historia de amor entre dos mujeres que coinciden en Roma, una española, otra rusa, con las facilidades que da el anonimato y el estar lejos de casa. Disfrutamos del talento interpretativo de Elena Anaya, una actriz que puede con todo. Ella, Alba en la ficción, tiene muy claro lo que quiere y consigue arrastrar a (la ucraniana) a su terreno, la seduce y nos seduce a los espectadores. Tampoco se queda atrás Natasha Yarovenko, que nos muestra un personaje quizás un poco soso al principio, pero que a medida que los acontecimientos se van desarrollando consigue sorprendernos y seducirnos a la vez.

Julio Medem consigue que nos parezca natural algo a lo que no estamos acostumbrados, como es el sexo entre mujeres a las que encierra por una noche en una habitación de hotel en Roma, con escenas cargadas de erotismo donde se resalta la pasión de entre mujeres. Por momentos, la película se hace un poco larga, quizás las protagonistas divagan demasiado, dan muchas vueltas a la hora de mostrarse la una a la otra, pero tiene un final soberbio, desde el momento en que termina la noche de pasión y llega el alba y el temido momento de la despedida la película vuelve a subir y a tensar al espectador.

La escena del desayuno en la terraza es la mejor, nos muestra la naturaleza humana, cómo pasamos de la seguridad a las dudas. El juego de idiomas -está rodada en inglés y las protagonistas hablan en ruso, en italiano y en español- nos ayuda a envolvernos en la historia, muy buena elección. No es solo una película de sexo, es la historia de dos mujeres que se conocen, se gustan, disfrutan de una noche de pasión y descubren que entre ellas hay algo más, que hay amor, y ¿qué hago?, ¿lo dejo todo por una mujer?, hay que ver la peli para saberlo. Fantástica la banda sonora de Jocelyn Pook y la madrileña Russian Red.