VALLE  |  Madrid, 29/11/2020

A veces hay que romper, no queda otra. Igual que en la mayoría de operaciones quirúrgicas de corazón que lo primero es fracturar el esternón, a veces hay que quebrar para arreglar y destrozar nuestro escudo para salvar el núcleo de vida. Es una gran contradicción, lo sé. Sin embargo, es la única salida para limpiarte, reafirmarte, curarte, volver a latir y amar sin miedo.

"Se me nota la manera rota" es una de las bellas frases con las que VANESA MARTÍN nos deleita en el primer tema 'Despedida y cierre' de su último trabajo 'Siete veces sí'. Un álbum llamado así para reivindicarse. Para reafirmar con esos siete síes, los siete discos de su brillante trayectoria musical. No obstante, para conseguir este objetivo, la artista malagueña lo hace con una ruptura. Una fractura de esternón que, finalmente, nos muestra un desnudo interior que palpita un "aquí estoy". Una delicada y, en ocasiones, muy dolorosa operación a corazón abierto que Vanesa Martín ha decidido perpetrar para su propia cura, para su resurrección y, sin pretenderlo, también para la nuestra.

'Siete veces sí' tiene su momento cumbre en 'Salto Mortal'. Una preciosa canción con un nivel compositivo muy alto que te envuelve y crece hasta hacerse inmensa. Pero, sin duda, se trata de un disco muy completo que, a lo largo de sus 12 cortes, a veces se aflamenca, se popea, se funkea o se rockea con cuidados arreglos e innovadores registros que potencian el ya exitoso y romántico estilo de la Martín. Temas intimistas, introspectivos y curativos como 'Llueven luces', 'Y vuelo', 'Me voy', 'Eterno' o 'La huella' os llenarán y os contagiarán de su excelsa sensibilidad.

Para concluir esta delicada y trabajada operación quirúrgica, disfrutaréis de 'La escalada'. Una esperanzadora canción con la que se cumple el objetivo de Vanesa. Con la que se cura y se reafirma. Una melodía que te sube el ánimo siendo, además, progresiva, iluminadora y, por supuesto, rompedora. Porque a veces... a veces hay que romper, no queda otra.