VALLE  |  Madrid, 01/02/2020

"Si alguna vez pudieras leerme el pensamiento, verías que no pienso en nada, en nada más que en ti". Tras 25 años sin crear canciones nuevas, este es el estribillo del último single que 091 nos canta. Es curioso pero, salvo contadas excepciones, o apenas conoces quiénes son "los Cero" o es la banda sonora de tu vida. Yo me encuentro en este segundo grupo. Seguramente, eso me inhabilite para hacer una crónica objetiva sobre ellos y, por esta razón, espero que os guste lo subjetivo. El caso es que, de alguna manera, 091 ha sabido crear y alimentar esa conexión mental y espiritual con muchos de sus fans. Esa que hace que sus temas nos lleguen al alma y se identifiquen con nosotros. Una extraña energía que fluye y con la que se escucha una canción de "los Cero" cuando la estupidez y la cobardía nos invadieron frente al primer amor o cuando fuimos demasiado listillos y bravucones con los siguientes. La que nos acompañó en tristes momentos de soledad y la que saltaba al son de nuestras carcajadas. Sí, es una especie de cósmica y desconocida telepatía que los ha mantenido siempre presentes en nuestras vidas y que, posiblemente, solo pueda explicarse con la letra del estribillo con la que he empezado esta crónica.

'Leerme el pensamiento' fue uno de los nuevos temas que más brilló el pasado viernes 24 en la madrileña sala Joy Eslava. Lo tocaron durante su primer bis y con él quisieron celebrar la calidad del anhelado último disco haciendo subir a las tablas a su productor, el músico francés François Pandolfi "Frandol" que, con desenvoltura, la interpretó con su guitarra junto a los seis.

Pero mucho antes ya habían demostrado que las canciones de su nuevo y luminoso disco también sonarían en directo como un crepitar de plumas de arcángeles en llamas: intensas, ceremoniosas, emocionantes y trascendentales. Así, disfrutamos escuchando 'Vengo a terminar lo que empecé', 'Condenado', 'Naves que arden' o 'Al final', entre otras. Además, repasaron sus éxitos más conocidos que zumbaron como el sensual susurro de una antigua novia que te sorprende por detrás: nostálgico pero ilusionante, familiar pero vertiginoso y acogedor pero expectante. Así, nos deleitamos con 'El baile de la desesperación', 'En la calle', 'La canción del espantapájaros' (en eléctrico) o una espectacular 'Otros como yo', por nombrar algunas.

Ahora, echando la vista atrás, da la impresión que "los Cero" nunca se fueron. Que, por algún extraño ritual, han mantenido inamovible esa mágica conexión de la que os hablaba. No obstante, con la gira de su último álbum 'La otra vida', nos dan eso: otra vida. Un nuevo brillo en la mirada, nuevas melodías que cantarte, nuevos poemas que recitarte y nuevos pensamientos que se desvanecerán a tu lado porque... "si alguna vez pudieras leerme el pensamiento, verías que no pienso en nada, en nada más que en ti".