ELENA ORTEGA  |  Linares (Jaén), 04/06/2019

Un siniestro, y triste, carruaje que recorría las calles de Linares en su pasado minero industrial, recogiendo a aquellos mineros heridos o fallecidos a los que nadie reclamaba. Así era La Macanca. No cuesta imaginar el sonido chirriante de sus ruedas ni el ritmo penoso de los cascos del borrico. Sonidos que alguna vez se mezclaron con los cantes mineros y las tarantas de Linares.

Así, tan del Gachi, tan minero, tan desgarrador, nos llega el primer LP del grupo linarense LA MACANCA: 'Plomo, panes y otros refranes'. Este disco nos sumerge en un rock andaluz que hunde sus raíces en la vida y muerte de una ciudad, que como una pequeña Detroit, agoniza de su rico pasado industrial, y a la que parece que nadie puede resucitar. Formada en 2015, la banda, actualmente, está compuesta por Antonio Rubio "Perry" (guitarra y voz), Álvaro Herrera "Mosty" (batería), Isi Barrón (guitarra), Frank Valcárcel (bajo) y José "El Negro" Madrigal (segunda voz y palmas).

Un recorrido por sus ocho canciones, nos llevan volando sobre la esperanza y la agonía. Una apuesta tan personal y única que hace de este disco un barreno sonoro para la generación de jóvenes, y no tan jóvenes, que no pueden evitar sentir un nudo en la garganta cuando escuchan el 'Himno de la Miseria', single con el que presentaban el avance de este disco que ahora es una realidad.

Quedamos con ellos en su local de ensayo. Nos reciben en un patio, dónde unos geranios, una buganvilla y una parra silvestre dan color a las calurosas tardes andaluzas.

- Ha pasado mucho tiempo desde vuestros comienzos hasta la materialización del primer disco, ¿cómo ha sido el proceso?

- Antonio: Largo y duro, como el trayecto del montacargas que bajaba a los mineros hasta el fondo de la mina.

- Isi: Y todavía vamos por la primera galería...

- Álvaro: En definitiva, muchas horas. Creamos la maqueta con pocos recursos y una batería que me compró Antonio. También han estado con nosotros varios bajistas, como Quim y Jordi, hasta que nos cruzamos con Frank, que está dando al grupo el sonido que estamos buscando.

- Linares, pasado y presente, forman parte intrínseca de este proyecto. ¿Cuánto de esto hay de proyecto meditado? ¿Cuánto ha salido del corazón?

- José: Digamos que de primeras sale del corazón, y luego, todo se medita.

- Frank: Nos gusta disfrutar e improvisar dentro del local, y ya, aquí sentados en la mesa, vamos dándole forma.

- Antonio: Sobre todo, hemos sentido la necesidad de retratar la situación de la ciudad en nuestros temas. La música, suponemos, que nace del corazón. Si lo queremos decir así.

- Vuestro primer disco coincide con el nacimiento de la productora linarense Linarita Records. ¿Qué os une a ella?

- Álvaro: Nos une la amistad y esta casa donde estamos.

- José: En realidad, somos un grupo de amigos que empezamos acudiendo a esta casa, donde ya vivían juntos Antonio y Josué Roldán, creador de Linarita Records.

- Antonio: Al principio, estos sinvergu?enzas venían a molestar en cualquier momento. Luego, comenzamos a quedar para poder pasarlo bien, y ensayar cuando se pudiera. Sobre todo, improvisábamos. Con los años, también nació Linarita, para apoyar a músicos linarenses.

- Isi: Y nosotros encantados por haber sido el primer grupo promocionado por Linarita y que nos hayan prestado su ayuda en la grabación de nuestro LP.

- Después de este esfuerzo, toca darlo todo en el escenario. ¿Cuándo y dónde podremos disfrutar de vuestros directos?

- Frank: Nos están saliendo bolos para este verano... Es pronto para confirmar algunos, pero habrá directos.

- Antonio: Por ejemplo, ya hemos sido escogidos para participar en el IznaRock, el 6 de julio.

- José: Además, debido a que nuestra actuación en CreArte fue cortada por la policía, estamos hablando para ofrecer un concierto en Linares durante este verano.

- Isi: Iremos informando como sepamos por redes sociales...

- Álvaro: ¡Lo que haga falta!

Esperemos que se prodiguen por los escenarios. Desde aquí, os recomendamos esta apuesta singular con alma de rock progresivo, taranta y silicosis: ¡Macanca!