VALLE  |  Jaén, 26/01/2019

Con la globalización e Internet, el acceso a la información se ha extendido tanto que, incluso, nos podemos encontrar con gente capaz de amoldar su pensamiento a creencias o religiones que antes eran inaccesibles. Actualmente, aunque sin una cultura previa y de una forma solo teórica y no empírica, existen en occidente nuevos budistas, taoístas, musulmanes o hinduistas. Yo todavía no he sentido la necesidad de indagar profundamente por esos campos espirituales que descubren nuevas experiencias vitales pero, si alguna vez lo hago, optaré por el Ásatrú, la mitología nórdica, la religión de los vikingos. Ellos sí supieron hacer una religión en condiciones con unos principios y valores auténticos porque, cuando te mueres, vas a Valhalla (cielo, paraíso) y allí te espera Heidrún, una cabra gigantesca que de sus divinas ubres emanan constantemente infinitos chorros de CERVEZA.

'La cerveza' es una de las canciones del nuevo álbum de los jiennenses LACKANELLYS en la que, siempre bajo el manto de otra gran religión como es el Rock and Roll, homenajean con ingenio y sentimiento a esta bebida hidratante, diurética, antioxidante y cardiovascular. Así es como, de igual forma, podríamos calificar a este disco que, sin duda, debe ser recomendado por nuestros médicos e incluido en el recetario de la Seguridad Social para su venta, también, en farmacias. Lackanellys fotografían fielmente la autenticidad de sonidos de los 50 como el swing, el rhythm and blues, el boogie, el country o el hillbilly situándose, en mi opinión, a la vanguardia del rockabilly nacional. Un puesto merecidamente logrado gracias, sobre todo, a la creatividad en la composición de su cantante y guitarrista José M. Pozo que, con mucha originalidad en las letras, consigue, además, unas melodías muy variadas y pegadizas. Tampoco se quedan atrás las escaladas líneas de contrabajo de José Fernando Cabrera o el incesante y bailable ritmo de Pedro Garrido a la batería con la colaboración de Nicolás Romero en el mismo instrumento. Un trío con tanta experiencia que los más viejos del lugar los recordarán de formaciones noventeras como Cotton Blues o mis queridísimos King Cadillac, que llevan a gala ser carne de directo y que, afortunadamente para todos, son muy asiduos en la escena andaluza.

Además de mi favorita 'La cerveza', en el generoso disco de 12 temas hay de todo como, por ejemplo, una arrogante 'Acelero hasta ponerse el sol', el country rock 'Nacido en Misisipi' con la destacable armónica del Reverendo Killer Blues, la enérgica 'Más gasolina', una rugiente 'Megatón Ye Ye', una adaptación rockabilly de la conocida canción infantil 'Tengo una muñeca', la versión de Bill Monroe 'Blue Moon' o la también versión castellanizada de Bill Haley and his Comets 'Basta de Booguie' con la que siempre nos han deleitado pero que, ahora, está muy mejorada gracias a los saxos de José Luis e Ignacio de la Trouper's Swing Band. Todo aderezado con endiablados solos de guitarra, impecables falsetes y muchas ganas de divertirse y divertirnos.

En definitiva, queridos fieles, un álbum perfecto para disfrutar mientras llevamos el ritmo en compañía de buenos amigos y con una cerveza que nos recuerde a carcajadas el eterno y glorioso recibimiento que nos espera por parte de la gigantesca cabra Heidrún.