JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 12/03/2019

Cuando dicen de una señora en el Rolling Stone que si "Elvis hubiera sido una mujer, probablemente habría sonado como Kim Lenz", queda claro que la elogiosa comparación es una de esas frases lapidarias que durará la vida entera de la pelirroja artista; es más, hasta igual la tiene labrada en la madera del porche de su casa, lo merece.

KIM LENZ, compositora, cantante y guitarrista de Los Ángeles, es ahora mismo una de las figuras más destacadas del rockabilly contemporáneo (si no es un oxímoron hablar de rockabilly y actualidad en la misma frase). Con una madre que montaba rodeo y un padre que era fanático de Wolfman Jack (locutor que aquí,  retransmitido también desde la base de Torrejón hizo estragos de rock and roll entre la juventud madrileña de los sesenta), Lenz no parecía tener más salida que el country y el rock and roll, o ambos a la vez. Así que no tardó mucho tiempo en montar una banda de "Jaguares" y echarse a la carretera con su melena de cobre al viento.

El año pasado salía su disco 'Slowly Speeding', donde ahonda en la veta del country y el blues sin dejar de lado su ascendencia rockabilly. Y afortunadamente se ha acordado de los aficionados españoles, concediendo dieciocho noches de su gira europea a nuestro país, una de ellas (mañana miércoles en el Planta Baja a las 21h) patrocinada por Serpiente Negra, vitola siempre de garantía absoluta.

Como ocurre con muchos artistas estadounidenses en gira, siendo un estándar en el jazz, hace una semanas Deke Dickerson ya llevaba un equipo montado aquí para su gira, y lo mismo ocurre con el grupo de soporte de Kim Lenz, unos "Jaguares hispanos", formados por Mario Cobo, Blas Picón (ambos de Nu Niles en su momento), María Esteban Moreno, Daniel Álvarez y Alfonso Alcalá, que junto a Cobo forman parte de la banda de Loquillo y equipo de trabajo propio, o al servicio de terceros como Guillermo Alvah. Si la cuestión es "tener o no tener", Kim Lenz no es que tenga, es que va sobrada... de autenticidad.