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Buenaventura | Emerge Producciones
Fino Oyonarte está en plena gira de presentación de su reciente álbum 'Sueños y Tormentas'. Tras actuar hoy en la sala Aliatar de Granada, pasará por, entre otras, la Höllander de Sevilla (día 20), Porta Caeli de Valladolid (25), La Salvaje de Oviedo (26) o Café Berlín de Madrid (17 de noviembre). Es entrevistado por Juan Jesús García.
Ha tardado toda una vida en poner su nombre en un disco, en grande y por delante. Sin embargo, el almeriense FINO OYONARTE ha estado en (o desde la sombra) numerosos grupos y discos señeros: Glutamato Ye-yé, Enemigos... y referencias míticas de Lagartija Nick, Planetas... 'Sueños y tormentas' es ese trabajo fundacional de Fino como solista. Lo toca en directo en la sala Aliatar de Granada hoy, 19 de octubre.
- Lo primero es lo primero: ¿La fontanería, bien?
- Todo va bien. Las tuberías están más limpias que una patena. Después de aquel episodio ya lo tengo superado. Han pasado tres años y he tenido que ajustar algunos hábitos que forman parte de mi día a día, como hacer un poco de ejercicio, comer sano y un poco de meditación. Antes siempre iba a todo ritmo y de vez en cuando hay que parar.
- Desde Amor de madre a hoy... ¡toda una vida!
- O dos (risas), un antes y un después. Han pasado muchas cosas y, si hago un flashback de todas mis travesías hasta el momento, tengo que decir que me siento muy afortunado por lo que he vivido y por poder dedicarme a mi pasión que es la música. Solo deseo que pueda seguir siendo así. Ya sabemos que este oficio tiene muchos altibajos pero es el riesgo que hay que correr para hacer lo que realmente te gusta, por lo menos a mí. He pasado por diferentes grupos desde mis inicios en Almería con Layla o con Amor de Madre, un grupo adelantado a su tiempo con referencias a Orange Juice, pero en 1985 la casualidad hizo que cambiara el curso de mi vida un día lisérgico que acabé en un pueblo de Almería que se llama San José. Por allí andaban, entre las diez personas que había en el club, El Pez Rojo, Iñaki de Glutamato Yeyé, y Joe Strummer que creo que estaba rodando una película. A los dos meses cogí mi bajo Rickenbacker y me presenté en el local de Glutamato Yeyé en Madrid tras una invitación que me había hecho Iñaki aquella noche. A los pocos meses me llamaron para hacer la gira del verano del 86 y ya me quedé en Madrid hasta el día de hoy. Después, mi dedicación plenamente a Los Enemigos, donde estamos teniendo una segunda vida tras la separación en 2002, mis proyectos más alternativos como Clovis con Cristina Plaza o Los Eterno. Además de mis incursiones en la producción artística de discos y hace unos años fundé la editorial Libros de Ruido publicando libros muy interesantes sobre Yo La Tengo, Dean Wareham o la creación del álbum 'Pet Sounds' de los Beach Boys.
- ¿Por qué ha habido que esperar a este año para leer Fino Oyonarte en una portada y no en la parte de atrás...?
- Porque es cuando me lo he propuesto en firme, cuando he encontrado el momento de hacerlo. Tras el infarto me dije: "Tienes que hacer lo que siempre has deseado y hasta ahora no has podido porque te has dedicado a otras cosas o no te has atrevido". He estado siempre en grupos dedicándome exclusivamente a ellos aportando canciones o ayudando a construirlas, a producirlas tal y como las conocemos. Quizá me diera miedo a enfrentarme a ello tan directamente, pero tenía la necesidad desde hacía mucho tiempo de hacer algo propio y ese momento había llegado.
- Paso revista mental a... ufff, usted ha estado detrás de discos que supusieron el cambio de siglo en la música española...
- Bueno, siempre he sido muy inquieto y me interesaba lo que se estaba cociendo en el momento y más aquí que estábamos todos con mucha energía intentando sacar adelante nuestras canciones, a nuestros grupos... La escena musical estaba muy viva, aprendiendo de discos que sobre todo venían de fuera, de sellos discográficos independientes, de revistas musicales especializadas y fanzines... Quizá haya tenido la suerte o la oportunidad de haber estado en el momento justo cuando salían grupos con personalidades muy potentes y haber producido los primeros discos de grupos tan diferentes, como 'Hipnosis' de Lagartija Nick, 'Super 8' de Los Planetas o 'Tres hombres enfermos' de Los Deltonos, pero también haber trabajado con muchos otros como Mercromina, Javier Corcobado, Jonston, Napoleón Solo, Niños Mutantes...
- Lapido contaba que le costó hacerse con su voz. ¿Qué relación tiene con ella ahora ya de solista total?
- Me está costando al igual que a Víctor pero voy conociendo cada vez mejor mi voz practicando y confiando más en ella. Ya había cantado alguna canción anteriormente pero nunca le había prestado demasiada atención. No me considero un cantante, de momento (risas). Cuando empecé a grabar las maquetas del disco probé a cantar de diferentes maneras, desde fuerte hasta cantar susurrando, y poco a poco fui encontrando mi sitio, mi voz propia. Antes también le sumaba efectos para ocultar la voz natural. Como John Lennon, que solía usar eco de cinta para ocultar un poco su voz, pero al final consiguió un sonido tan peculiar que ha sido y sigue siendo un referente para cientos de cantantes. Es cuestión de trabajo. Cuando fui a grabar el disco sabía que tenía poco tiempo pero iba a grabar con un micrófono Telefunken U47 como con el que solían grabar Billie Holiday o Frank Sinatra y me dije "sé tú mismo". No obstante toqué las canciones en casa durante mucho tiempo para llevarlas bien interiorizadas ya que me daba mucho pudor. Yo he dirigido muchas sesiones de grabación y, a la hora de cantar, la presión del estudio te puede desorientar si no tienes mucha experiencia u oficio, así que lo mejor que se puede hacer es repetirlas en casa o en el local de ensayo, llevarlas bien aprendidas.
- Creo que en Madrid vive cerca de la Metralleta... ¿El formato vinilo es más que un soporte de sonidos?
- Sí, es una tienda mítica que cuando te adentras puedes viajar en el tiempo y encontrar rarezas sorprendentes. Para mí el vinilo es el soporte que más me gusta, incluso a veces tengo sensaciones sónicas o escucho cosas de determinada manera que no las percibo con otros formatos, sobre todo después de escuchar durante un tiempo CD, MP3 o streaming. Por cierto, mi coche todavía tiene reproductor de casetes y me sorprende gratamente el sonido de los graves en los discos por ejemplo de Bob Marley. También creo que el vinilo tiene un valor especial ya que forma parte de una etapa en la historia de la música contemporánea que nos ha tocado vivir: el jazz, blues, soul, rock n roll de los años 50 y 60 fue un punto de partida que se desarrolló con las vanguardias, la música electrónica, el punk, los djs y la pasión y constancia en las generaciones posteriores con los sellos independientes que llega hasta el día de hoy. Hay muchos freaks, buscadores de vinilos o simplemente aficionados que mantenemos interés por este formato.
- Y siguiendo con el tema: Oigo 'Sueños y tormentas' en archivos que ni se ven ni se tocan, y con cero información, pero ni aún así pierden la calidez sincera de la madera...
- ¿Cómo es posible que no te hayamos enviado el disco? Ya me encargaré de hacértelo llegar. Pues te lo agradezco, porque hubo personas cercanas que me decían que no me gastara un duro en el disco, que lo grabara en casa, que la gente no compra discos... pero para mí la grabación es como un ritual. Sinceramente, quise hacerlo como siempre me ha gustado, en un estudio con sus micrófonos de válvulas, con su mesa analógica y creo que eso se nota. Es un disco muy orgánico y sencillo en el sentido de que las canciones parten de guitarra acústica o piano y voz, pero con muchos detalles, y en eso tuvo mucho que ver mi buen amigo y productor César Verdú. Lo complicado era que con tan pocos elementos sonara con tanta calidez y con naturalidad, sin maquillar, y que sonara bien. Me lo han comentado varias veces y eso me agrada. El disco suena de la hostia, pues sí. Ha merecido la pena y estoy muy contento de haberlo hecho así. Creo que las canciones pedían este tipo de tratamiento. Son canciones con un lenguaje cercano, íntimo o personal, como quieras llamarlo, y creo que el sonido y el tratamiento está muy acorde con lo que cuenta.
- Ni el confesional tono introspectivo... ¿No le da pudor contar algunas cosas...?
- Al principio sí que me daba pudor, incluso cuando se las toqué por primera vez a Cris o cuando se las puse a César Verdú, pero me he ido separando poco a poco de ellas. Cuando empecé a escribir estas canciones a veces pensaba que no podría cantarlas, pero sentía la necesidad de expresarme de una forma sincera tratando de buscar lo que quería contar. Empecé a escribir todas las mañanas un diario, ya que estaba muy bloqueado, y fue el germen que alimentó esas canciones. El resultado puede parecer introspectivo como comentas, pero creo que muchas de ellas trata temas universales como el paso del tiempo, el amor, la gratitud, el apoyo mutuo, la pérdida, el agradecimiento, no perder la ilusión por hacer los sueños que te propones. Quizá necesitaba escribir estas canciones como una forma de redención. Como decía E.M.Cioran, "la única respuesta a la nada se encuentra en la ilusión", pues en ese sentido espero no perderla. De hecho para mí esos sueños, la ilusión por hacerlos realidad, es un motor para seguir adelante.
- La cuerda es todo un hallazgo, esos visillos de fondo dan un color precioso al silencio...
- Ha sido todo un lujo trabajar con Philip Peterson (colaborador de Lorde, St. Vincent, Posies...). Estuve a punto de descartar la cuerda porque no conocía a ningún músico de confianza para incluir cuerda en algunas canciones, pero en el último momento César me insistió para que no dejara esa opción que tenía en la cabeza. Mi amigo Daniel Lorca de Nada Surf me puso en contacto con Phil, incluso le tradujo las letras, y la primera canción que me envió fue 'Estos años' y me quedé muy impresionado. Me recordaba a 'I am the walrus' de los Beatles. Seguimos trabajando sobre ideas que tenía, alguna melodía que le enviaba, y de discos que me gustaban de Leonard Cohen, Nick Drake, Elliott Smith, Nico... Creo que le da al disco una belleza muy sutil. También llamé a Ana Galletero para tocar algunas partes de violín y a mi sobrina de 13 años, Silvia Pérez-Madero Oyonarte, en lo que ha sido su primera grabación.
- ¿Y en directo cómo lo hace? ¿Con grabaciones? ¿Tirando de teclado? ¿O invita a grupos de cámara?
- En Granada será con una formación de trío con Ana Galletero al violín y Elsa Mateu al violonchelo. Para mí es algo nuevo que no había hecho antes. Pero en otros será solo con la acústica -tal y como hice las canciones-, y con la banda solo en la presentación en Madrid. Sinceramente, ya me gustaría poder ofrecerlo con esta formación e incluso con banda en todos los conciertos, pero solo me puedo permitir hacerlo en algunos. Esta primera fase de la gira será así. En el futuro me gustaría ofrecerlo siempre con banda, trío, e incluso en alguna ocasión con una orquesta sinfónica. Es una locura, pero me encantaría.
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Prometemos no ponernos pesados... ;)
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