ARTISTAS, GRUPOS...:
Javier Corcobado | Fino Oyonarte | Susana Cáncer | Jesús Alonso | Juan Marina
GÉNEROS, ESTILOS...:
SALAS, FESTIVALES...:
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Está claro que al personaje se le ama por encima de todas las cosas o ni siquiera se sabe de su existencia.
Con cerca de una treintena de grabaciones de todos los tamaños e intenciones, y ya mismo otros tantos años en activo, JAVIER CORCOBADO debiera ser un estándar, y por tanto predecible y con escasa capacidad de sorpresa. Una vez conocidos sus poses, tics y desparrames surtidos en cierta forma así ocurre, pero, con actitud de free-jazzista, otro alto tanto por ciento de lo que pasa cada noche sucede ésa solamente, y todavía llega, golpea, y epata.
Está claro que al personaje se le ama por encima de todas las cosas o ni siquiera se sabe de su existencia, que nunca se sabrá si es un genio o un impostor, un tímido enfermizo en plena liberación catártica o un buen actor haciendo de sí mismo. Tal vez lo sea todo a la vez y sin solución de continuidad para mayor despiste. Y en esa inclasificación debe residir parte de su encanto, tóxico y adhesivo desde que el siglo pasado se estrenara por aquí en un cine abandonado de Churriana, con aquella enormidad de grupo que se llamó Chatarreros de Sangre y Cielo y que comía niños.
Ahora tiene a su alrededor también a un equipo de campanillas, empezando por la izquierda con su mano cómplice en todo tipo de escenario, la tecladista Susana Cáncer; al fondo, más un pintor expresionista que baterista, el extraordinario Jesús Alonso (de los patafísicos Les Raunchen Verboten), también el ausente por aquí años ha y productor (descubridor de Lagartijas y Planetas varios) Fino Oyonarte, y la derecha el traductor real del idioma Corcobado a la guitarra, el cuatro por cuatro Juan Pérez Marina; porque él, con su Firebird-"Tormento", no va mas allá de la elementaridad distorsionada más simple, como con el saxo. Un cuarteto muy solvente con una gama de posibilidades que fue desde la inquietante sutilidad más minimalista a la más descerebrante bronca ruidista.
Vestido de negro-brel, por dentro y por fuera, en el repertorio ofreció cosas de Sinatra, Raphael o Gainsbourg (magnifica su versión, de 'Le poinconneur...') en un programa de dramatismo contenido e intensidad a ratos muy de viernes santo (literal), salpicado con barbaridades como el 'Losing Touch With my Mind' de Spacemen 3, con un brutal desarrollo grueso y omnidirecional muy... ¿Doors? Material que forma parte de su nuevo proyecto de versiones, pero otras como 'Desde tu herida', 'Orquesta de perros', 'Cicatrices en el cielo' o 'La navaja automática de tu voz' son suyas, y muy suyas, esencia aún turbadora del Corcobado más oxidado en cuerpo y alma. Pura pupa, y para éste no hay antitetánica que valga.
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Prometemos no ponernos pesados... ;)
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