RICARDO RUIZ VARO  |  Cádiz, 28/07/2018

No se entiende Cádiz sin su guasa, sin sus playas y sin sus carnavales. Tampoco se entiende sin su música, y es que esta provincia es la cuna de los más grandes nombres del flamenco patrio: Camarón de la Isla, Lola Flores, Paco de Lucía o Sara Baras son los mayores ejemplos de la gran nómina de artistas del cante, el baile y la música en general que se criaron en la tierra donde muere el Guadalquivir.

Sin embargo, en estos últimos años, Cádiz está forjando una nueva condición de ser: sus festivales. Sumados al Alrumbo (cancelado este año por desavenencias con el ayuntamiento de Chiclana) y el gran Cabo de Plata, este año se han unido nuevos festivales como el Dubmarina, en Barbate, el Brota Música de Rota y el Suena, en Baluarte de la Candelaria. Y, por supuesto, el NOSINMÚSICA, el festival de (como dicen allí) Cádiz... Cádiz.

Este año, por circunstancias personales, solo pudimos ir a los conciertos de la segunda jornada, la del viernes, 20. Eso sí, la aprovechamos como bien se merece un festival de este calibre.

La banda sonora del Puerto de Cádiz la comenzó a componer Shinova. Con poca afluencia de público debido a la hora (fueron los encargados de inaugurar la jornada a las 18:00), Shinova nos regaló un bolazo que sorprendió (para bien) y que nos demostró que son capaces de desenvolverse igual de bien tanto en un recinto con poca gente, como cerrando la Plaza del Trigo del Sonorama en 2016 o poniendo patas arribas el escenario principal del 20º aniversario del mismo festival. Comenzando con la conocida 'El país de las certezas', repasaron los temas del álbum cuya gira acabarán este verano y que más éxitos les ha dado, 'Volver'. Gabriel de la Rosa, con su estilo desenfadado y cercano, consiguió meterse al público en el bolsillo desde el primer minuto. Además, nos regalaron un avance de su nuevo trabajo, una canción titulada 'Utopía' que nos maravilló.

Después del pop autóctono de los veteranos San Remo, llegó el turno de otro de los triunfadores del día: Viva Suecia. Acostumbrados (aún) a tocar en horario de tarde, los murcianos volvieron a dar una clase magistral de lo que es un buen directo. El show de los suecos fue divertidísimo de principio a fin, con Rafa Val como director de orquesta de un gran repertorio de sonidos guitarreros, con una actitud muy cercana al público (incluso se bajó a la pista a cantar con quienes llenaban la explanada del escenario principal). En varias ocasiones hicieron referencia al hecho de que iban ataviados con gafas de sol, quizá como reivindicación para ir siendo incluidos en los horarios nocturnos de los festivales (algo que, huelga decir, se están ganando a pulso). Además, la experiencia de otros bolos nos confirma que los murcianos ganan en la oscuridad. El repertorio, el ya conocido: himnos como 'Bien por ti' y 'A dónde ir' sumado a otros grandes temas como 'El nudo y la esperanza', 'Casi todo' o 'Amar el conflicto (Todo lo que importa)', canción maravillosamente adaptada del single que este año estrenaron junto a Elyella DJs.

Entre tanto grupo indie se coló en el cartel del viernes el gran Kase.O, quizá el MC más reputado de España. Con su característico buen rollo y acompañado de R de Rumba a los platos, ofreció un show repleto de reivindicaciones y temas bien conocidos incluso por los que no son muy amantes del hip hop, como es el caso de 'Cantando'.

En el Second Stage, entre los conciertos del escenario principal, disfrutamos de los jerezanos Supersonika ofrecían lo mejor de su repertorio rock en media hora; y de Triángulo Inverso, quienes presentaron ante el público gaditano su primer álbum: 'Golpe y efecto'.

Caída ya la noche sobre el puerto gaditano, los grandes protagonistas de la noche salían a escena: Izal visitaba por tercera vez el Nosinmúsica, esta vez como gran cabeza de cartel de la edición (con permiso de Bunbury). Era la primera vez que veíamos el nuevo show de los izales y nos encantó. Con una puesta en escena brutal, gracias a un set de iluminación espectacular, los cinco componentes de la banda parecían estar tocando dentro de un videoclip en cada canción. Como el propio Mikel anunció al principio del bolo, el concierto no se centró únicamente en su último trabajo: 'Autoterapia', sino que repasaron el resto de trabajos que les ha traído a ser hoy en día uno de los grupos más importantes de la escena indie en español.

Comenzaron con el sonido eléctrico de la canción que da título al disco, para continuar con 'Ruido Blanco'. Siguiendo con 'Copacabana' para cerrar el primer corte del concierto, hicieron una 'Pausa' y prosiguieron con temas no tan recientes como 'Pequeña Gran Revolución', 'Despedida' o una versión muy tecno de 'Tóxica' (son muy dados a versionar sus propias canciones para los directos). 'La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo', 'Qué bien', 'La mujer de verde', 'El Baile' (con baño de masas de Mikel incluido) y 'El Pozo', que sirvió para cerrar el bolo, fueron los momentos más álgidos de un concierto que abarrotó el muelle del Puerto de Cádiz y maravilló a propios y extraños.

Como ocurrió en el O Son do Camiño, a Rufus T. Firefly les tocó tocar entre los grandes cabezas de cartel (en aquella ocasión fue entre Franz Ferdinand y The Killers; esta vez entre Izal y Dorian), pero aún así congregaron a cientos de personas ante el Second Stage. Un escenario que, siendo tan pequeño, benefició a los ribereños, puesto que su show se disfruta mejor en la intimidad, en familia. Víctor, Julia y los suyos no defraudaron (como siempre) con su bolo repleto de psicodelia, tanto en sonido como en luces, presentando 'Magnolia' y 'Loto', sus dos últimos trabajos. Entre su repertorio de rock psicodélico, destacaron 'Demogorgon', 'Tsukamori', 'Druyan y Sagan' y la maravillosa 'Nebulosa Jade'. Todo festivalero que se precie, aunque no los conozca, debería ir a un concierto de Rufus T. Firefly; nunca dejan indiferentes.

La recta final llegó con Dorian. Presentando su nuevo trabajo, 'Justicia Universal', Marc y los suyos ofrecieron un show con una atractiva puesta en escena, cargada de luces y sonidos melódicos mezclados con los ecos eléctricos de los sintetizadores. Fiel a su estilo propio, Marc se desenvolvió entre una mezcla de sobriedad y energía que encandiló al público desde el minuto 0. Junto a temas del nuevo trabajo como 'Noches blancas', 'Justicia Universal' o 'Duele' sonaron algunos de los himnos más conocidos del grupo catalán, como 'El Temblor', 'A cualquier otra parte' y 'La tormenta de arena'. La noche terminó con los chiclaneros Lost Bullet, y con otra gran dosis de rock psicodélico, de la mano de la banda mexicana Zoé.

En definitiva, todo un homenaje al indie español, con la presencia de tres de las bandas más punteras del momento: Izal, Dorian y Viva Suecia; aderezados con otros dos grupos llamados a seguir con el crecimiento que están experimentado en estos últimos meses: Shinova y Rufus T. Firefly. Además, si a todo ello se le suma las rimas del mejor rapero español de la actualidad, Kase.O, se nos queda toda una jornada festivalera idónea para celebrar la música y la vida en general. El festival de Puerto de Cádiz no ha parado de crecer en estos seis años, hasta el punto de que Cádiz, ahora tampoco se entiende sin él. Cádiz, no sin su Nosinmúsica.