JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 27/02/2018

Probablemente la ORQUESTA DE GLENN MILLER fue la más conocida internacionalmente de la era del swing, y su influencia llegó incluso a la Alemania nazi, donde los seguidores del swing fueron exterminados (véase la película 'Los rebeldes del Swing'). Su misterioso final, desaparecido en un accidente aéreo aunque nunca apareció su cadáver, no hizo más que alimentar su leyenda: para algunos terminó sus días torturado por la Gestapo, hay quien aseguró encontrarlo muerto en un burdel parisino, y también fue el primer "muerto vivo" que agotó sus días hasta morir de mayor no se sabe dónde, probablemente en el mismo paraíso de elefantes al que se retiró Elvis.

No fue la única orquesta la suya en una época en la que las Big Bands campeaban como los dinosaurios por los auditorios de baile, antes de que fueran desapareciendo directamente por inanición. Pero sí la que acuñó el canon del swing que permanece en nuestro imaginario cultural. Ese es el sonido que ha buscado el director de orquesta Ray McVay para montar una versión inglesa de la GMO, que cuenta con la autorización de la Glenn Miller's American Office. La orquesta que llega al Palacio de Congresos de Granada (hoy martes 27, 21h) mantiene la alineación original: director, cinco saxofones, cuatro trompetas, cuatro trombones y tres ritmos más dos cantantes, masculino y femenina.

Ray McVay es un músico de muy largo recorrido. Comenzó como saxofonista en giras de rock and roll con Paul Anka, Gene Vincent y Eddie Cochran entre otros, salvándose del fatal accidente que acabó con este último al viajar en otro coche. Con posterioridad ha sido uno de los grandes directores de orquestas pop que tuvieron tanto éxito en los años sesenta y setenta, añadiendo su nombre a la relación de directores como Frank Pourcel, Percy Faith,  Ray Conniff, James Last, Michael Legrand, Paul Muriat, Bert Kaempfert, etc., que hicieron muy popular un singular género de interpretación orquestal de piezas pop, rock y soul. Estudioso del sonido clásico de las Big Bands estadounidenses, también ha dirigido otras formaciones dedicadas a autores como Harry James y Woody Herman. A la búsqueda del retro espectáculo más total, además de un guardarropía para cada ocasión, en ocasiones han actuado con los cantantes The Moonlight Serenaders (nada que ver con la marca histórica), The Polka Dot Dolls (clónicas de las Andrew Sisters) o los bailarines de The Jiving Lindy Hoppers.