ARTISTAS, GRUPOS...:
GÉNEROS, ESTILOS...:
Alternativa | Indie-Pop | Indie-Rock | Indie | Experimental
SALAS, FESTIVALES...:
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Green UFOs | Make Mine Music | Important Records | Darla | Homesleep | EN/OF | Talitres | P-Vine | Monopsone | 4AD | Rocket Girl | Acuarela | Morr Music | Acetone | Bad Jazz | Staalplaat | Debut | Piao! | i/Che | Wurlitzer Jukebox
Con la fuerza de 'Saint Marie' o 'Speed the road' contrastan otros como 'Help me warm this frozen heart' o 'The unwritten law' de una quietud extática, introspectiva, de una velocidad rayana en el coma, un individuo embelesado con su propia emoción, mirándose interiormente de forma obsesiva.
Igual que de niños imaginábamos un mundo futuro perfecto, lleno de robots y de cualquier tecnología que aumentara nuestro confort, o cualquier hecho alucinante en la era post-año 2000, así pensábamos algunos cómo sería la música que vendría después de superada tan esperada y carismática frontera temporal. Conforme se acercaba la fecha, sospechábamos que quizá no sería todo tan distinto a como había venido siendo hasta ese momento, que no habría esa gran eclosión de nuevas músicas, extraordinarias, ejecutadas quién sabe de qué manera y con qué instrumentos.
La electrónica, siempre una de las valedoras más imaginativas del universo creativo musical, estrenaba milenio disfrazándose de pop e inventándose la indie-trónica. O se metamorfoseaba en texturas ambient (Sigur Ros), o simplemente seguía reinventándose de forma personal e impredecible (como Björk con su 'Vespertine'). Se mezclaba con el rock con resultados válidos para las masas (Radiohead) en un discurso apocalíptico y tremendista para el nuevo milenio, instalándose en la psique de una inmensa mayoría con una eficacia asombrosa. Mientras tanto, al rock lo estaban "salvando" bandas como The Strokes. Sólo un poco antes, en 1996, Glen Johnson había comenzado, al margen de las luces cegadoras de los focos mediáticos, un proyecto que bautizó con sucinto e inocente nombre, Piano Magic, que recogía entre piezas de electrónica minimal (deudora de los descubrimientos de bandas anteriores como Kraftwerk, Disco Inferno o Joy Division) y recitados cercanos al spoken word, parte del ecléctico espíritu del momento en que nacía.
Con un concepto indiscutiblemente personal y a pesar de las influencias, Piano Magic avanzaban su discurso y su discografía con un punto álgido en 'Artists' rifles' (2000), donde aires de cuento infantil y unos ritmos y melodías cargadas de una pesadumbre complicada de traducir en palabras poblaban los surcos de la que es una de sus obras más homogéneas y perfectas: 'No closure' o 'You & John are birds' son dos ejemplos que dan fe de ello. Si también exceptuáramos a 'The troubled sleep of Piano Magic' (2003), podríamos convenir en que los discos del grupo son ciertamente obras algo difíciles que a pesar de su conexión profunda, no ofrecen asideros demasiado asequibles para que sus distintos temas nos entren, más o menos, como un todo fácilmente discernible o asimilable: las canciones -en el sentido más ortodoxo del término- se mezclan con divagaciones electrónicas excesivamente minimales, carentes de un gancho apropiado para alguien que no esté bien dispuesto a dejarse llevar por ellas y así disfrutar su premio.
Pero esa falta de accesibilidad es marca de la casa, y 'The troubled sleep ' no carece de ella. 'Saint Marie' es un crescendo de guitarras sobre un motivo melódico concreto que no deja de repetirse y de crecer. Transforman en épicas las guitarras cargadas de eco que hicieron tan peculiares a Durruti Column en los ochenta, en lugar de echar mano de guitarras saturadas de distorsión. Todo ello después de un recitado de acompañamiento musical minúsculo. La formula tensión/calma también forma parte de 'Speed the road, rush the lights'. Pero su uso llega a resultados antagónicos a los de Mogwai, por mencionar un grupo que utiliza esta misma ecuación para resolver sus temas de manera tan característica e insistente, pero con resultados muy otros.
Con la fuerza de 'Saint Marie' o 'Speed the road' contrastan otros como 'Help me warm this frozen heart' o 'The unwritten law' de una quietud extática, introspectiva, de una velocidad rayana en el coma, un individuo embelesado con su propia emoción, mirándose interiormente de forma obsesiva.
'The end of a dark, tired year' traduce el pesimismo de la letra (la necesidad imperiosa de abandonar un lugar nocivo que no permite una vida satisfactoria) con un lenguaje musical que parece salido del 'Pornography' de The Cure, aunque sin la brutal crudeza de éste. Piano Magic conforman ya de forma definitiva y no buscada una evolución de cierto rock oscuro cuyas raíces se hayan dos décadas atrás, al que contribuyen con su personalidad intimista y llena de matices, y con una actitud experimental que deconstruye cada estrofa que pasa por sus instrumentos.
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ
Prometemos no ponernos pesados... ;)
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ