JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 02/02/2018

Los malagueños DANZA INVISIBLE son una institución en el pop español, primero lo fueron en circuito de culto, luego en el más popular, y a día de hoy mantienen un respetable estatus de grupo de (muy) largo recorrido, sobre todo por sus directos inapelables. Celebran sus treinta y cinco años de conciertos en la sala Aliatar de Granada hoy, día 2 de febrero (22h).

- 'Torremolinos 73' fue una peli, "Torremolinos 83" ya es de Danza Invisible, ¿no?

- En el municipio somos una institución y hemos vivido un momento histórico con un concierto multitudinario tras estar vetados una docena de años. Fue emocionante.

- Y la década de Torremolinos 63... ¿Fue como el San Francisco hispano?

- Algo muy parecido. Me da mucho coraje no haber podido vivir esa época porque cuentan que fue algo espectacular. Era el lugar donde más se pasaba la mano del país con todo lo relativo a drogas, sexo o las "desviaciones sexuales", como le decían entones. Fue un paraíso. Y lo curioso el despegue estuvo dirigido desde los despachos de Fraga, quien convenció a Franco para que en un punto de España diera la sensación de modernización de cara al exterior. Escogieron Torremolinos.

- Ustedes empezaron en la zona "vanguardista" y siniestra, y cambiaron el negro por el colorido vivo ,¿fue también un cambio de opción de vida?

- No, lo que pasó es que en un momento dado empezamos a notar que la vía musical que teníamos se estaba agotando, que nos repetíamos... Y coincidió que como oyentes descubríamos muchas otras músicas del mundo que se nos fueron filtrando. 'A tu alcance' muestra todas esas pistas que seguíamos, es un disco de búsqueda, luego ya nos encontramos, eso sí, sin perder ese eclecticismo tan nuestro.

- Frecuentan también esos 'Mágicos 80' que son los conciertos colectivos con diversos "ex" de aquella época... ¿Cualquier tiempo pasado fue anterior?

- Lo fue. Yo no estoy de acuerdo con los que opinan que ahora no hay música de calidad, la hay y mucha. Lo que pasó en los ochenta es que hubo una situación social y política muy receptiva, y a la vez muchos grupos y un gran interés de los medios. Ahora la música de alta calidad está completamente ausente de los medios por eso da la sensación de que no existe, pero si se busca, aparece.

- El arriba firmante estuvo en Jerez cuando ustedes ganaron a 091... ¿Qué les pareció la resurrección triunfal de los granadinos hace dos años?

- Un acto de justicia poética y económica. Me alegré muchísimo por ellos. Hay fenómenos inexplicables, y ese es el encanto de este oficio. Me alegro mucho por José Antonio, que es al que más conozco y es un tío maravilloso.

- Pero claro, se entrenaron durante meses para estar al nivel... En el caso de Danza... ¡Su cantante ha mejorado de voz con los años! ¿Cómo lo consigue?

- (Carcajada) ¡Gracias, hombre! Por un lado son condiciones físicas, y por otro lado no parar de cantar me ayuda. Los cantantes veteranos tenemos la voz más resistente, no es una ley exacta pero suele suceder. Algo de registro por agudos se pierde, pero yo he ganado mucho en graves para compensar.

- Óigame, las gafas de Chris son como las de Miles Davis, Martirio y Graham Parker, o la gorra de Javier Aguirre, ¿qué hay detrás?

- (Risas) Cierta timidez escénica y ya... Es manía y ya su marca de fábrica, le gusta y eso que a veces... (risas) ve muy regular (risas).

- Si tuvieran ahora veinte años (caso de sus hijos supongo), ¿volverían a montar una banda de rock?

- Claro que sí, se viven muchas experiencias estupendas.

- Al cabo de los miles de conciertos... ¿qué tres o cuatro canciones son obligatorias en su repertorio?

- Y más: 'Sabor de amor', 'A este lado de la carretera', 'Por ahí se va el amor, 'El ángel caído', 'Catalina', Reina del Caribe', 'El club del alcohol'... Esas no fallan.

- Hace tres lustros que no publican nada "nuevo" (no adaptaciones de versiones), ¿piensan volver a hacerlo o el mundo no necesita más canciones de Danza Invisible?

- Pues no tengo ninguna explicación lógica. Sacar un disco es un impulso colectivo y no siempre surge, por eso yo saco mis discos en solitario. La banda funciona porque nos queremos mucho, pero cuando ellos empujen yo voy a ser el primero en animarme. A veces piensas en que para qué vas a escribir nuevas canciones si el público quiere escuchar las mismas siempre, y además, tal como está la cosa apenas las vas poder difundir... Pero yo me aferro al romanticismo de sentir como una obligación hacer canciones nuevas. A mí me hace feliz.