KINA JARAÍCES  |  Madrid, 31/01/2018

'THE FLORIDA PROJECT', la sexta película de la estrella del cine indie Sean Baker, es un retrato de la vida de aquellos que se han quedado fuera del sueño americano. Una historia de personas olvidadas narrada con delicadeza y dignidad pero sin restar ni un ápice a su cruda marginalidad.

El título de la cinta hace referencia al nombre con que Walt Disney llamó a su plan secreto de construir un parque temático en Florida con el fin de adquirir los terrenos, más o menos la mitad de la isla de Manhattan, a un precio por debajo del mercado. El 1 de octubre de 1971 se inauguró con el nombre de Walt Disney World y en sus alrededores se construyeron moteles con la intención de alojar a los turistas que lo visitaban. Sin embargo, hoy en día los turistas se alojan dentro de los terrenos de Disney y estas construcciones, ahora a la sombra del llamado "Proyecto Florida", se han convertido en el hogar, si así podemos llamarlo, de familias humildes que no pueden pagarse una residencia permanente.

Y es allí, en el "Magic Castle" y en el "Futureland", dos de estos moteles marginales de paredes chillonas, donde transcurre la historia de unos personajes que viven en la periferia -física, psicológica y, por supuesto, económica- de ese sueño americano.

Durante los 115 minutos de película no dejamos de sorprendernos por las increíbles interpretaciones de unos niños y actores debutantes que están a la altura interpretativa de un impecable Willem Dafoe, que encarna al paciente gerente de uno de los moteles.

Así, disfrutamos de Moonee (Brooklynn Prince), la adorable e insufrible niña de 6 años sobre la que gira la historia, y de sus inseparables amigos Scooty (Christopher Rivera) y Jancey (Valeria Cotto). Juntos realizaran todo tipo de travesuras en el límite de la autopista US 192, la que separa el mágico mundo de Disney de su dura realidad.

La madre de Moonee, Halley, una chica tan irresponsable y maleducada como feliz, está increíblemente interpretada por Bria Vinaite, una neoyorquina de 24 años descubierta por el director en Instagram y a la que sometió a tan solo tres semanas de clases de interpretación antes de empezar la película. El resultado es asombroso.

'The Florida Project' ha sido fervientemente bendecida por la crítica americana obteniendo el premio al mejor director y al mejor actor de reparto (Dafoe); aplaudida en el festival de Cannes; galardonada en el Festival de Cine de Los Cabos, en México, y nominada en los Spirit Awards a mejor película y mejor dirección. Además, Willem Dafoe ya ha recibido el Globo de Oro y el premio del Sindicato de Actores como mejor actor de reparto y el 4 de marzo competirá por el mismo reconocimiento en los premios Oscar.

Sin embargo -y desde mi más sincera admiración por la humanidad y elegancia con la que está rodada-, echo de menos que la cinta no esté filmada con más piel, con más sentimiento. En mi humilde opinión, la historia merece que nos acaricie pero también que nos arañe. Como la vida misma.

Decía Lorca que "los homenajes deberían estar prohibidos a los poetas ya que nos atontan. Es mejor que nos propongan retos". Y el desafío para que la cinta de Baker se convierta en una obra maestra es que sea capaz de meternos la mano en las entrañas.

Por último, recordemos que Dafoe ha estado nominado dos veces a mejor actor de reparto por 'Platoon', en 1986, y por 'La sombra del vampiro', en el año 2000, pero que en ninguna de las dos ocasiones logró alzarse con la estatuilla. Esperemos que sea Bobby, ese personaje rebosante de bondad en medio de la selva humana, el que le lleve hasta el merecido galardón.