VALLE  |  Úbeda (Jaén), 09/01/2018

"A ver... Un poco de silencio. Podemos poner el control de matemáticas el martes si retrasamos el de historia al jueves". Y en ese momento, yo miraba a Tata. Apenas la conocía pero me daba la sensación de que ella sabía identificar lo que era justo para el bienestar de todos. No era fácil ser el delegado en los años preuniversitarios cuando, en épocas de exámenes, casi no había días para colocarlos en el calendario. El gesto siempre transparente de Tata me ayudaba a saber si mi propuesta era igualitaria y equilibrada o desmedida y descompensada.

Superadas las pruebas del instituto y transcurridos 25 años, he vuelto a reencontrarme con mi amiga Tata y quizás, aunque ya ni siquiera lo piense, ella habría preferido que yo hubiera seguido poniendo los exámenes porque, después, la vida se encargó de ponerle otros mucho más duros y difíciles que solo ella era capaz de superar con nota a pesar de que, para hacerlo, haya tenido que empezar varias veces de cero. Por eso, Tata puede hacer suya la frase del grupo ubetense LA NIÑA RABIOSA cuando dicen: "Hemos aprendido a volver la ficha a la casilla de salida y no repetir nada anterior", porque también Tata podría haber escrito la letra de la canción 'No hago planes para mañana' de esta gran banda que nos dice: "He comido con tus fieras, he rezado con tus dioses, he ladrado en tu desierto, he vencido a tus dragones, he bailado en el mar muerto". Y es que La Niña Rabiosa, al igual que Tata, ha sabido usar el pasado para aprender y avanzar. Ellos han ido recogiendo numerosas influencias ochenteras, de pop, de new wave y de electrónica para crear un estilo propio, consolidado e inconfundible. La experiencia de Agustín Cabrera a la voz y a la guitarra, de Alfonso Martínez al bajo y de José Gutiérrez a la batería, hace que el primer trabajo de este trío parezca el quinto.

La Niña Rabiosa presentó su homónimo LP el pasado 4 de enero en el espacio cultural de San Lorenzo en Úbeda (en la foto). Grabado bajo la producción de David F. Castro en los estudios Bomtrack como hicieron anteriormente Supersubmarina (que seguro volverán a hacerlo), Guadalupe Plata o Zahara, La Niña Rabiosa defiende con su trabajo lo artesanal y visceral sin más concesiones. El resultado es un álbum brillante, honesto y generoso. Editado tanto en CD (13 canciones) como en vinilo (12 canciones). Temas con gran variedad de colores y formas donde, con toda naturalidad, encontramos arreglos orquestales y loops electrónicos. Letras poéticas, bien trabajadas y lúgubres que nos atraviesan, nos seducen y nos llenan como en 'El vendaval de tu lluvia' donde nos cuentan que "hoy me envuelve el aire de misterio de las sombras. Las miserias que destrozan las fibras de mi pobre corazón". Perfectos ajustes rítmicos y guitarreros mezclados con una gran armonía de voces enriquecida en los coros por Cristina Torres. Con su primer single, 'Hace tiempo', contundente y pegadizo, nos anuncian un prometedor LP que no os dejará indiferente de una gran banda que ha sabido, como mi amiga Tata, usar el pasado como trampolín y no como sofá. No me equivocaba cuando miraba a esa niña para poner los controles a tiempo porque ahora ella controla el tiempo. El destino a veces nos trae regalos y hoy, igual que ayer, puedo volver a mirarte antes de enfrentarme a un examen de esos con los que nos sorprende la vida para ver, en tu energía transparente, en tu fuerza vital y en tu sincera y clara mirada, si mi propuesta es igualitaria y equilibrada o desmedida y descompensada.

Es irónico que lo escribiera un poeta olvidado como José María Hinojosa pero

"mi voz, mi signo indescifrado,

no lo busquéis en el presente,

buscadlo en el pasado".