VALLE  |  Madrid, 03/01/2018

No hace mucho vi unas imágenes de 3 o 4 españoles en Bélgica que no tenían otra cosa que hacer más que cantarle el 'Viva España' de Manolo Escobar a Puigdemont. El expresident prófugo se mostraba molesto. Pero tantos unos como el otro se equivocan porque, en realidad, están cantando y escuchando una canción belga en Bélgica. Sí, esa canción está compuesta por el belga Leo Caerts y escrita en flamenco por otro belga, Leo Rozenstraten, para que la popularizara la cantante belga Samantha en 1971. Fue dos años más tarde cuando Manolo Escobar la escogió, ya en español, para convertirla en el éxito que es y hacerla símbolo de nuestras victorias deportivas.

Lejos del absurdo marco político, como podéis imaginar, ocurre todo lo contrario en el ámbito musical. Y los barceloneses SIDONIE deciden pasar el fin de año en Madrid. Se entregan, se hermanan con el público y nos regalan uno de los mejores conciertos del desaparecido 2017. No voy a tener suficientes palabras para describir lo visto, oído, sentido y vivido en la gran fiesta que montó Sidonie en el WiZink Center. El comienzo ya fue espectacular con los seis músicos alrededor de la batería y todos panderetas al aire bajo focos en azul para enganchar con el tema 'Os queremos'. Creo que nunca he visto a nadie ganarse al público tan rápidamente. Me equivoqué al pensar que habían empezado muy fuerte y que luego mantendrían o bajarían el nivel. También me equivoqué pensando que ese comienzo sería uno de los momentos estelares del concierto. La fiesta fue in crescendo y los momentos estelares se fueron sucediendo uno tras otro como en la siguiente canción que engancharon, 'Nuestro baile del viernes', que, tras un precioso efecto que dejaba el tema en suspenso, arrancaban fuerte con el coro: "os llevaremos hasta el cielo". O el espectacular solo del guitarrista que acompaña a nuestro sorprendente trío Sidonie, Víctor Valiente, en la canción 'Yo soy la crema'. O los originales subtítulos que nos enseñaban en la genial 'No sé dibujar un perro'. O el soberbio solo de batería y percusión, tras terminar el tema 'En mi garganta', ejecutado por el magnífico batería de Sidonie, Axel Pi, y el percusionista que los complementa con tanta pasión, Rams. O, justo en la siguiente canción, un muy emotivo homenaje a Supersubmarina en el que apareció Mikel Izal para cantar con el carismático cantante de Sidonie, Marc Ros, el tema 'LN Granada' del homenajeado grupo granadino. Un lujazo. O las continuas incitaciones y estimulaciones al público del gran Jesús Senra, bajista y teclados de nuestra banda. O cuando el incansable showman Marc sacó a escena a Víctor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro, vocalista y batería de Rufus T. Firefly que actuó como invitado antes de Sidonie y los dos cantantes cantaron juntos la canción 'El bosque' mientras Julia nos volvía a demostrar su destreza con la batería. O la gran creación de sonidos y melodías de Eduardo Martínez que acompaña a Sidonie en los teclados. O cuando nuestro Marc sacó a una chica del público que se llamaba Inma y los dos bailaron compenetrados en la pasarela del escenario durante la canción 'Fundido a negro'. O cuando Marc, cogido a hombros, se paseó por todo el público cantando con ellos y repartiendo cariños, en el primer tema que hicieron en los bises, la sensacional 'Un día de mierda'. O el insuperable final con la emocionante canción 'Estáis aquí' bajo una lluvia de tirillas doradas con nuestros grandes protagonistas en calzoncillos bóxer rojos porque ya lo habían dado todo.

Además de las mencionadas, interpretaron magistralmente también los temas: 'Costa azul', 'Sierra y Canadá (historia de amor asincrónico)', 'Fascinado', 'Siglo XX', 'Atragantarnos', 'El peor grupo del mundo', 'Por ti', 'Giraluna', 'Los coches aún no vuelan', 'Feelin' down' 01', la preciosa y muy cantada 'Carreteras infinitas' y 'El incendio'. Completando así un amplísimo y fantástico repertorio que nos entusiasmó a todos. Sidonie, como por arte de magia, crearon de la nada dos horas de felicidad y me recordaron otras razones por las que adoro la música: la música une, la música concilia y reconcilia, la música nunca discrimina, la música no conoce fronteras, la música no entiende de banderas y al final, ni españolas ni belgas, las canciones son universales. Feliz año.