VALLE  |  Madrid, 26/12/2017

- "Ese es el coche del anuncio. El que aparca solo".

Ella me escuchaba sin prestar mucho interés pero yo continué -"Dentro de poco los coches se conducirán solos".

Yuseth a veces me mira con ojos de gigante. Son fogonazos como si en ese momento tuviera una revelación...

- "Mejorarán y nos harán todo más cómodo pero nunca tendrán la nobleza y el espíritu de un caballo. Mi tío tenía una finca a 15 kilómetros de un pueblito al que solo se accedía por un estrecho y bacheado camino a orillas del río Magdalena por la depresión momposina de Colombia. Él iba al pueblo en su caballo. Le gustaba mucho tomar y pillaba unas tajadas de escándalo. Entonces sus amigos lo subían al caballo que pacientemente siempre le esperaba y éste, agachando la cabeza para que mi tío fuese cómodamente dormido en su lomo, emprendía el camino a casa y, cuando llegaba, abría la puerta de la finca y paraba en la puerta. Si mi tía hubiera permitido que el caballo entrara, seguramente pararía al lado de su cama. Ningún coche hubiera podido hacer ese trayecto tantas veces sin tener problemas, accidentes o averías y quizás mi tío hubiera muerto en mitad de la nada en una de sus escapadas. No, la tecnología y la robótica nunca superarán el amor con el que ese caballo cuidaba a mi tío".

Hace poco escuché esa distorsión clásica a escala de rock que me recuerda al galopar de un caballo. Fue en el reciente y primer EP del grupo madrileño BILLETE DE IDA en su tema 'París', una canción buenísima que empieza con un original solo de bajo westerniano. Billete de Ida es un pop rock similar al de finales de los ochenta. Es un grupo fresco y atrevido, de esos con canciones para cantar a todo volumen en la ducha. Estribillos pegadizos, buena composición de solos de guitarra, cambiante base rítmica, acordes mayores y vocalista nada plano que expresa y transmite cantando. Una banda ilusionante que encuentra su propio estilo en fórmulas sencillas que no fallan. Además de 'París', en el EP podemos gozar de la muy cantable 'Dos billetes de primera' con muy buenos arreglos de guitarra en la que, como en el nombre del grupo, nos expresan su impetuoso viaje de no retorno y nos dicen "no mires atrás", "yo no voy a parar". La canción que me gusta más es 'Mala jugada'. Empieza directamente con una rocanrolera melodía cantada por Ismael Muelas, vocalista y compositor de Billete de Ida, y termina con un guiño al reggae para, tras un potente redoble de batería, volver al estribillo con fuerza. Por último también podemos disfrutar de 'Las chicas malas también lloran' donde, con un toque bluesero, nos cuentan que ahora sufre la chica que siempre nos hacía sufrir y "va dejando una sombra gris". Junto al líder, Ismael Muelas, Billete de Ida son el joven pero maduro Santiago Jiménez al bajo, el dinámico Mario Ruiz a la batería, el descarado Lolo Pastrana a la eléctrica y el catedrático del grupo Alberto Velasco a la guitarra solista. Todos ellos, por su buen hacer con Billete de Ida, se han ganado ser el grupo invitado al próximo IX Festival de Música "Ciudad de la Raqueta" en Madrid junto a los ya míticos Hombres G. No os lo podéis perder.

Me encanta encontrar y admirar los sonidos que proponen músicos que experimentan y saben inventar nuevos estilos. Pero la fórmula del éxito suele ser más sencilla y cuando el camino empieza a estrecharse, me bajo de ese coche del futuro porque sé que pacientemente me espera el caballo de ese rock que nunca falla y que siempre acompaña. Me monto, cabalgo, me dejo llevar y viajo con un Billete de Ida.