JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 08/03/2010

El antiguo cantante de Elefantes volvió a Granada con su nuevo disco bajo el brazo, estrenado para los incondicionales en el Planta Baja en un regreso al mismo escenario donde el grupo catalán, creo recordar, dio también su primer concierto granadino. No está los tiempos para excesos y 'El poder de lo frágil' sonó más coherente en un sala casi llena que, como en su anterior visita, en otra grande casi vacía. Se trata de ir levantando un público propio y recuperar el que era de Elefantes (1000 entradas en su despedida de Granada) y parece que anda más desperdigado; pero eso sí, los que estuvieron eran auténticos entusiastas del cantante de los ojos azules, de los que defienden el primer metro cerca del escenario con uñas y dientes, tanto que hasta algún fotógrafo de prensa fue recriminado por hacer su trabajo en ese área exclusivo para fans: hablamos de entrega absoluta, memoria completa para las letras y ese toma y daca que cualquier cantante necesita para crecerse.

Como hace una semana en el mismo sitio, SHUARMA y Second juegan a llegar a todo el mundo, y ambos están, de momento en ello; el catalán también tiene armado un buen grupo y él, al frente, ejerce de solista absoluto, de los de cañón de luz propio (¡si el Planta tuviera!) para poderse captar perfectamente el dramatismo gestual con el que acompaña cada interpretación "¡como un afectado solista de los años setenta!", comentó algún compañero de gremio, y no le faltaba razón, aunque con Camilo Blanes por citar uno sólo comparta sentimentalidad y pata de Elefante.

Elogiado por su colegas: Bunbury habla de "canciones definitivas de rock mediterráneo" y Loquilloasegura que ha "escrito el guión de su personaje definitivo", Shuarma ciertamente se entregó en su concierto (la generosidad de su gente lo merecía) recorriendo todas sus etapas (pude que faltara la de La Media Luna), con piezas obvias como 'Que yo no lo sabía' o 'Somos nubes blancas' entre otras del decenio Elefante, 'Te esperaré' (interpretada en un reclamado y otorgado absoluto silencio) y 'La felicidad' de los fugaces Bushido, buena parte de sus dos únicos discos en solitario (a destacar la brillante interpretación de emotiva 'Virgen de Guadalupe'), y si en anterior visita nos remitió a Radio Futura, ahora recordó a Antonio Vega y su 'Lucha de gigantes', y en el capítulo de versiones acudió también a aquel 'Se me va' de Manuel Alejandro que inmortalizara Bambino. Y sí, llegados los bises el atento público echó en falta una canción y la reclamaron imperativamente a coro: "azuuuuuuuul". Me temo que su color para los restos.