JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 21/07/2017

Su música ha sido descrita como un punto medio entre la sofisticación jazzística de Gregory Porter y la crudeza folk de Michael Kiwanuka. Y con esta fusión única de estilos musicales, MYLES SANKO ha encontrado su hueco en el panorama de las músicas "con alma". Nacido en Ghana, Sanko se trasladó al Reino Unido a la edad de 16 años, describiéndose a sí mismo como la mezcla perfecta de las culturas africana y europea. Respetuoso con la tradición, no en vano sus principales influencias son Otis Redding, Marvin Gaye y Bill Whiters, como él mismo reconoce, su música resulta no obstante fresca y actual, con una fuerza como la de las grandes voces del género en los años 60 y 70 del siglo XX, y toca temas habituales como el amor, pero otros no tanto como la esperanza, la enfermedad o la política.

- El Soul está volviendo con mucha fuerza y muchos nombres nuevos, ¿el futuro tiene "alma"?

- Toda la del mundo. El Soul es la música pop real, tiene ya medio siglo de vida y durará para siempre porque expresa la fibra más íntima y personal de las personas: ese "alma", el de verdad, sí.

- Se mueve a caballo de varias escenas la del Rhythm&Blues y el Funk y la del Jazz, ¿cuál de las tres prefiere?

- Soy como un pez que nada en todas las aguas, desde la superficie al fondo, cambiando todo el tiempo, pero actualmente estoy trabajando y amando un poco más el jazz.

- Motown, Atlantic y Stax, ¿son los tres dioses de la religión soul?

- Sí, se podría decir que Motown, Atlantic y Stax son los dioses de la religión del Soul. Los altares ante los pedimos que nos sea otorgado el don de la comunicación y el feeling.

- Le conocimos con Speedometer, puro funk incendiario... ¿volverá a ese registro?

- Ahora nado en otra corriente y estoy muy cómodo, pero el registro del funk duro es también parte de mi música, y de mi historia, así que nunca estaré lejos. Tal vez algún día vuelva al funk, pero ahora estoy en un viaje muy feliz cantado jazz.

- Nació en Ghana, de padre francés, vive en Inglaterra y canta música americana... ¿es un buen ejemplo humano de la mezcla de culturas en siglo XXI?

- Efectivamente, soy una absoluta mezcla geográfica y cultural, y me encanta. En poco más de medio siglo el mundo se ha dado la vuelta, todos estamos conectados, el planeta se ha hecho muy pequeño y la música pertenece a todos nosotros los seres humanos. ¡La música del alma viene del corazón y este lenguaje no tiene fronteras!

- Y por cierto, con esto del Brexit, ¿en qué situación queda usted?

- Creo que el Brexit ha sido una decisión muy desafortunada, pero mi verdadera posición legal en este momento no ha cambiado y voy a poder seguir compartiendo mi música con el mundo sin mayores problemas.

- En 'Forget Me Not' toca un tema infrecuente en la música como son las enfermedades degenerativas.

- Es una historia real, de dos personas que oí hablar sobre la situación de la esposa de uno de ellos, enferma de Alzheimer, a la que llevaba a los sitios que habían visitado en su vida para intentar despertar su memoria perdida, fue una conversación tan triste como amorosa.

- Y ya por último, sabemos que usted también lo fue "cocinero", ¿le han avisado que viene aun país enloquecido por los cocineros?

- (Risas) Yo era chef hace más de 10 años pero todavía disfruto de cocinar hoy. Sé que los españoles son apasionados por la comida y los quiero por eso, ya que me encanta la cocina española.

- Y (risas), ¿cuál es su favorito? ¡No me dirá que el arroz "negro", con tinta de calamar!

- ¿Cómo sabía que me encanta el arroz negro? (risas) Será mejor que tenga algo listo para mí cuando vaya a Jazz en la Costa (risas).