JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 05/05/2013

Buena entrada para un pujante QUIQUE GONZÁLEZ en la fecha, con el viernes santo, de menor venta de entadas del año. Entre fiesta y fiesta y en medio de un "acueducto" total, el madrileño ha traído a su 'Delantera Mítica' a jugar por Andalucía, y se puede decir que ha ganado holgadamente, no como otros.

Desde una antiquísima actuación en la desaparecida sala Caverna, que terminó en la barra haciendo en primera persona una encuesta a los asistentes (más dipsómanos) sobre su concierto, hemos visto a este autor en toda suerte de posibilidades: desde a pecho descubierto y más solo que a una en 'Abril para Vivir' a, como el pasado jueves en la sala Industrial Copera de Granada, convertido en un convincente líder de una banda de rock and roll "americana".

Le tomo prestado a Salvador Domínguez el título de su enciclopedia sobre el pop español para resumir el trabajo Quique esta gira, que también podía llamarse la del "hombre-pantera" porque es su logotipo y la parte zoológica de un decorado "vintage" que recuerdan las chamarilerías escénicas de Isabel Serrano y también de Sabina.

Para estas actuaciones el madrileño se ha rodeado de una banda de campanillas (todas sus alineaciones suelen ser "míticas") en la que se prescinde de teclados (de los suyos y del nutritivo Hammond de Julián Maeso), y trucan muy hábilmente el sonido llevando la amplificación a los camerinos para poder saturar sin interferir en lo que oye el público, y de paso despejar el campo visual. Con el regreso de Eduardo Ortega, a cargo de guitarras, violín y mandolina, el timbre de la banda se desliza definitivamente hacia el gringo folk-rock, con mucho más de esto último. ¡Ayy! como el "Bardo de Minessota", solo que en vez de gritarle "¡Judas!" le llaman "¡Guapo!", cosa que también es comprensible en un auditorio mayormente femenino.

Con nueve discos, González no tiene complicaciones para armar un cancionero largo y complaciente, con una treintena de intervenciones en todo formato, a rocanrol-band, en acústico y solo, esta última perfecta para hacer su adaptación de la dylaniana 'Is your love in vain', y contar una anécdota sobre aquella 'Algo me aleja de ti' que ha compartido en ocasiones con su autor, José Ignacio García Lapido, de quien además ha aprendido muchos ángulos de observación, lenguaje y no poco santoral.

En dos horas largas entraba casi toda la "delantera mítica", incluyendo a los suplentes, salpicando la noche de clásicas gonzalianas como 'Salitre', 'Pajaros mojados', 'Restos de stock', 'Suave es la noche' y 'Miss camiseta mojada', para terminar ¡el tercer bis! con 'Vidas cruzadas' y 'Conserje de noche'. Despidiendo al personal a ritmo de gospel. “Ohhh happy daaaaay”... ¿día feliz? Qué tiempos aquellos.