JUANMA CANTOS  |  Madrid, 02/03/2010

Tener la suerte de ver en directo a THALIA ZEDEK es una gozada. Poder verla en Madrid dos veces en una semana, un lujazo, más si cabe en conciertos como el de ayer lunes en el Nasti. Igual de bueno, igual de intenso... pero sin nada que ver con la descarga de distorsión del pasado lunes en la Moby Dick. Para el concierto de anoche, Thalia Zedek sólo se hizo acompañar de su guitarra, de un ampli y de la complicidad del reducido número de seguidores que pudimos ver a Thalia tocar como si estuviera en el salón de nuestra propia casa. Con total naturalidad, Thalia se sentó en el centro de un vacío escenario del Nasti, colocó su chaqueta de cuero en el respaldo de la silla y nos dejó un concierto que sólo puede ser descrito de una forma, como lo haría el torero: impresionante.

El público, a sabiendas de lo que iba a suceder, fue cómplice de la de Massachusetts y se sentó calmadamente enfrente del escenario, comprendiendo lo que se les venía encima. En un ambiente propicio, Thalia ofreció, en plan intimista, canciones que, según aseguró "nunca he tocado así antes; bueno, sí, en mi habitación".

Y, de este modo, fue regalando canciones de su etapa en Come, e incluso anteriores, que guarda en un almacén lleno de temazos como otros de los que tocó, 'Treacherous Thing' y '1926', de su primer disco en solitario, 'Been Here And Gone'. Se marcó un tema nuevo que, aseguró, aún no había tocado nunca, ante la atenta mirada de los componentes de su banda, que apuraban las cervezas en la barra, e, incluso, se atrevió con intensísimas versiones de 'Holocaust', escrita por Alex Chilton en Big Star, 'Sixty / Forty' de Nico, 'Mother of Earth', 'Gabriel'... para rematar con un tremendo 'You're a big girl now' de Bob Dylan con el que pretendía despedirse. La larguísima ovación hizo que volviera al escenario, aún habiéndose ya encendido las luces del local, para tocar 'Green And Red' de su último trabajo, 'Liars and Prayers', y esbozar el 'Oh Carol' de Chuck Berry.