JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 06/08/2012

Acaban de cumplir medio siglo de escenarios (¡como los Stones!), llevando siempre uno de los nombres "conjunteros" más atractivos que ha habido: LOS FRENÉTICOS (hubo otros Frenéticos del Ritmo, pero en México). Tras pisar de nuevo el teatro que los vio nacer, acaban de publicar un pequeño libro (resumen de otro mucho más amplio) con la historia del grupo, que es sin lugar a duda la de todos los motrileños (y granadinos) en general que abandonaron la infancia y se hicieron mayores en la década de los sesenta. José Eduardo Molina contesta a nuestras preguntas ¡Larga vida a Los Frenéticos!

- Los Frenéticos de nuevo, ¿y eso?

- Los Frenéticos de Motril, que hace unos meses hemos cumplido 50 años de existencia, conmemorados con un concierto que hemos dado -con el cartel de no quedan entradas-, el día 9 de junio de este año (donde otrora celebraran la primera actuación, el día 26-2-62), nunca rompimos el grupo, sino que debido a las circunstancias del momento, tuvimos que darnos una excedencia, para poder atender otras prioridades, que eran necesarias. De modo que la vuelta no ha sido tal, sino la reactivación del grupo. Por cierto que somos los primeros que cumplen 50 años en la provincia.

- ¿Qué supuso un grupo de estas características para el Motril de 1962?

- Supuso, lo que -de manera general- ocurrió en toda España; es decir, romper con el encorsetamiento que teníamos los ciudadanos de la España conservadora. En nuestro caso, tuvo una gran influencia la música (Beatles) y modas foráneas que nos llegaban a través del turismo y de los medios que se fueron implantando de manera general por todo el territorio (emisoras de radio, prensa escrita, TV, tiendas de discos, etc.) de los que aprendimos nuevas modas y costumbres, que rompían con la monótona y vulgar manera de vida de entonces. Por cierto, que el acicate para la formación de Los Frenéticos fue el entonces joven locutor de Radio Motril, José María Guadalupe.

- Cualquier tiempo pasado fue...

- Cualquier tiempo pasado fue -ni mejor, ni peor- diferente. Guardamos muy buenos recuerdos de todas las etapas que hemos pasado (como en la Mili, los malos ratos, se olvidan pronto).

- Ya en su época había varios centenares de grupos en la provincia de Granada, ¿desde siempre la provincia ha sido tan extremadamente musical?

- Nosotros desde la costa siempre hemos tenido que competir (en sana disputa), con los grupos y orquestas de Granada (en la que nos sentíamos incluidos); pero, en los varios años que hemos trabajado en la Costa del Sol -a diario-, el referente en las agencias de espectáculos, era "que las mejores formaciones (grupos y orquestas) eran de Granada".

- ¿Estos "grupos" de hoy, descienden de aquellos "conjuntos"? ¿Ha habido correa de transmisión?

- Indudablemente, como suele ocurrir -en casi todo-, lo nuevo desciende de lo anterior, a veces de manera directa, otras, formando nuevas agrupaciones. En nuestro caso, solo hemos incorporado un componente nuevo que desciende de unos de los primeros, José (teclados), hijo de "Tato" Medina. Probablemente, cuando nos obligue el Estado a jubilarnos por haber cumplido 90 años, el grupo deje de existir.

- Han redactado una biografía del grupo... ¿la suya, o la de una generación entera?

- Lo que ha salido a la calle, ha sido parte de una biografía completa que está en producción. Pero, efectivamente, no sólo contamos la nuestra, sino que incluimos a varias generaciones, con las que a lo largo de los cincuenta años en vigor hemos convivido.

- El pop y el rock han seguido su camino... ¿están más o menos al día?

- Por supuesto que estamos al día (si con ello se supone que podemos hacer temas actuales), pero, en nuestros conciertos, lo que solemos hacer es reactualizar las canciones que a lo largo de nuestra carrera -como grupo- hemos versionado (Beatles, Eagles, Alan Parsons, Pink Floyd, Mark Knopfler, Ángeles, Brincos, Panchos, etc.)

- ¿Hay Frenéticos de segunda generación? ¿y de tercera?

- Cuando falten los dos pilares fundamentales, Tato Medina o Pepe Molina, terminará el camino.