JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 24/02/2012

QUÄSAR es el proyecto "total" de Jesús Arias y Ángel Doblas, dos supervivientes de la formación de TNT (y 091 y...) ampliados y corregidos con Guillermo Crovetto, Antonio Cervera, César Rodríguez y Juan Miguel Hidalgo. 'Eclipse parcial de lunas' es el menú degustación de 'Eclipse', sus obras completas, un trabajo de treinta años cuya primera entrega se estrena indirecto en el Teatro Cajagranada hoy viernes 24 (21h). Jesús Arias contesta a esta entrevista.

- TNT-Quäsar, ¿además de 'El Jardín extranjero' hay conexión directa?

- Sí, claro que la hay. Quäsar es descendiente directo de TNT, no sólo porque dos de los exmiembros de TNT estén en este nuevo proyecto, sino porque mantenemos la misma filosofía que nos llevó a hacer discos, en nuestra opinión con bastante malos resultados, pero con muy buenos propósitos como 'Rimado de Ciudad', en que lo poníamos música a versos de Luis García Montero en 1983, o 'Manifiesto Guernika', en el que proponíamos que el punk fuera algo más que un mero raca-raca de guitarras, alaridos de "mucha policía, poca diversión" y mensajes muy simples, casi como los de los SMS o los twitts de ahora, que resumen algo de ignorancia cultural, de degradación del lenguaje o de la música. 'El jardín extranjero' fue, en su momento, en 1983, casi una provocación por parte de un grupo punk a lo que se entendía que debía ser el estereotipo de una banda punk al uso... ¿Qué pinta de pronto un clarinete, una guitarra acústica, una canción lenta en un disco punk? Pues pintaba que era una provocación para la mentalidad punk del momento. Y nosotros seguimos manteniendo esa misma mentalidad, la de la provocación.

- ¿Es casualidad que un fans de aquellos (tiempos) publique ahora éste disco?

- No. Es una consecuencia lógica. Y pongo un ejemplo. The Clash, que están considerados, junto a Sex Pistols, como la gran banda de referencia del movimiento punk rock, editaron en 1979 un disco que puede ser considerado de todo, menos como un disco de punk rock. Acudieron a sus raíces y, como las raíces de un músico tienen tantas aristas, tuvieron que hacer un disco doble en el que había de todo, menos punk-rock: reggae, pop, rock... Los Rolling Stones habían hecho lo mismo en 'Exile on Main Street', y The Beatles, otro tanto con 'Sargeant Pepper's...': desde psicodelia a un tema cantado con una banda de música con instrumentos de viento y percusión. Nuestra consecuencia lógica es que cualquier música es muy buena, tenga la orquestación que tenga, si la trabajas bien y si la moldeas como algo artístico, creativo.

- De alguna manera es la primera entrega de su "obra total".

- Sí. Es el avance de un proyecto muy ambicioso y muy loco que en su día se llamará 'Eclipse', y que será un disco de unas cuarenta canciones que incluye rock, punk, música flamenca, alguna orquesta sinfónica, cuartetos de cuerdas, música étnica, anuncios comerciales y letras muy muy cuidadas, como si fuesen poemas. O como si fuese un solo poema astillado en cuarenta trozos. Esperamos que sea algo difícil de digerir para los oídos.

- Grande debe ser porque si aseguran que el mundo se hizo en siete días, ¡ustedes llevan 30 años para hacer un disco!

- Bueno... el mundo se hizo más o menos en unos 15.000 millones de años. Tampoco es cuestión de hacer las cosas de un día para otro... Durante el proceso de creación de 'Eclipse' hemos estudiado bastante música clásica y mucha historia de la música clásica. Y las obras de Mozart o Beethoven, por no poner ejemplos de Stravinsky o Shostakovich, no se movían al dictado de una radio fórmula o de un sello discográfico... Si un compositor necesitaba un año para escribir una sonata, o seis años para componer una sinfonía... nuestra pregunta fue "Bueno... ¿y por qué no tomarnos nuestro tiempo para que cada tema sea perfecto, esté lleno de hallazgos, de miles de detalles que atrapen al oyente". La inmediatez no es signo de perfección. Hemos querido aplicar al mundo del rock la precisión del joyero que engarza una pieza con otra, la precisión del relojero que hace un reloj, la paciencia de un compositor que tiene ante sí veinte pentagramas y que una noche se sienta y dice: "Voy a dedicar los próximos tres meses a escribir las trompas de esta sinfonía". Es, sencillamente, otro método de crear. También es mucho más divertido, porque descubres cosas que, con la presión de una discográfica o la vorágine de devorar canciones, no habrías descubierto jamás. No nos imaginamos a Picasso o a Dalí lanzando singles de sus cuadros. Aunque muchos piensen lo contrario, la música no es gasolina para las radio-fórmulas. Es arte, y hay que tratar a la música como eso, como arte creativo. No como hamburguesas.

- Leo que es la mezcla perfecta entre TNT, Barricada, Lagartija Nick, Stones y el 'Omega', ¿vamos bien?

- De Barricada no sabemos, porque apenas los conocemos. Pero de todos los demás, pues sí. Habría que incluir a Nine Inch Nails, Pink Floyd, Led Zeppelin. Y, por supuesto, 'Omega'. No por lo que ese disco esté suponiendo hoy, sino por lo que debería suponer. Enrique Morente abrió un mundo musical tan tremendo que nunca más volvió a ser transitado. Es como si Cristóbal Colón hubiera descubierto América y nada más hubiese ido a América o como si, tras la llegada del Apolo XI a la Luna, nadie hubiese vuelto a mandar un hombre al espacio. Hubo un gran vacío tras la edición de 'Omega'. O el mundo del rock y del flamenco se quedaron tan estupefactos que no supieron cómo reaccionar, o todos se quedaron anonadados con aquel proyecto. Nosotros, humildemente, nos planteamos: "¿Por qué no hacemos un disco tan loco como 'Omega' o como 'The Dark Side of the Moon', de Pink Floyd, o como cualquier otro disco loco?" Morente sabía mucho, hablaba poco, pero lo decía todo.

- Ya en 'Manifiesto Guernika', y fue una de las causas de su incomprensión, había de todo: insiste en que en la variedad está el gusto...

- Sí, por supuesto, pero con una salvedad: en la variedad no está el gusto. En la variedad está el conocimiento, la cultura, la belleza, el arte. Si un guitarrista de rock odia la forma de tocar de un tocaor flamenco o de un guitarrista de jazz, apaga y vámonos. Esa idea de que los géneros musicales son compartimentos estancos es absurda, imposible, ignorante, aburrida. Es como decir que las mujeres granadinas son las más guapas del mundo cuando, en plena Granada, te cruzas con chicas de Granada, de Marruecos, de Somalia, de Zambia o de Ecuador. Cada cultura distinta te hace más rico, más tolerante, más culto. Si viajas a Ecuador, conocerás una gastronomía distinta, una música distinta. Si vas a Cuba, aprenderás otra manera diferente de ver la vida. Si te encierras en tu casa, no verás mundo, no aprenderás nada. Los más analfabetos son los que no sienten curiosidad por los demás, los que sólo se miran su propio ombligo. Y es triste, porque la curiosidad es innata en el ser humano. El miedo al otro, por el contrario, viene impuesto por culturas y sociedades que tienen miedo a compartir y recibir cosas.

- ¿Y en este todo cabe, por ejemplo... su tan atractiva adaptación del lorquiano 'Son de Negros en Cuba'?

- 'Son de Negros en Cuba', el poema de García Lorca al que le hicimos una adaptación, es uno de los temas que no aparecen en 'Eclipse parcial de lunas' pero que sí estará en 'Eclipse', y como uno de los temas estrella, porque invertimos en él muchísimo tiempo de trabajo. Es, además, un tema que está muy relacionado con la pregunta anterior, con la idea de aprender de otras culturas. A partir del poema de Lorca, nosotros nos pusimos a estudiar la música de cuba, el ritmo de los sones cubanos, las técnicas para hacer arreglos. Queremos que este tema sea interpretado en su día por Santiago Auserón como cantante. La idea es que la canción comience como un son cubano y termine como una canción de rock en plena fiesta, con muchos instrumentos y mucha gente bailando. El poema es bellísimo y su estructura es genial, preciosa. Musicalmente hablando, los versos de Lorca ya de por sí tienen música, cadencias musicales. Casi están dictando la música que necesitan. En su momento, como ahora es 'En un sueño viniste', de Enrique Morente, pensamos que será uno de los temas más recordados del disco, porque le hemos querido dar mucha frescura, mucha originalidad, mucho color.

- Hábleme de los colaboradores "de luxe" que ha tenido, ¡y de los que va a tener!

- Hasta ahora, hemos tenido como colaboradores a un montón de amigos increíbles: Estrella Morente, la poetisa siria Maram al Masri, el laudista marroquí Suhail Serghini, el ex guitarrista de La Guardia, Quini Almendros, el cantante de Lagartija Nick, Antonio Arias, el profesor de Filosofía del Derecho que inspiró 'Rimado de Ciudad', Mariano Maresca, los cuartetos de cuerda Ars Nova y Quart Áurea, el compositor Juan Miguel Hidalgo, el grafitero El Niño de las Pinturas, el saxofonista Arturo Cid, el cantante de la Blues Band de Granada, Pecos Beck... Uff! Un montón de amigos, muy entrañables amigos... Para 'Eclipse' queremos contar con más amigos que ya iremos desvelando según avance el proyecto... La pena es no poder contar con tres amigos que, gustosamente, habrían hecho verdaderas locuras: Javier Lapido, Joe Strummer y Enrique Morente... Pero vamos a respetar esas locuras tal y como ellos habrían querido. En parte, este disco es de ellos.

- El punk fue fruto de la crisis económica, social y cultural de mediados de los setenta... ¿qué se nos viene encima esta vez?

- Se nos viene encima algo temible, terrible y horroroso. Una sociedad totalmente injusta, cruel, casi de neo-nazismo, una sociedad que, realmente, acojona a la gente. Por sentencias judiciales absolutamente demenciales, por medidas políticas que dejan asombrado a todo el mundo, por injusticias flagrantes, la percepción social es que nada de lo que se llama "democracia" ahora funciona en ningún sentido. Y si existe esa percepción social, estamos abocados a un gran peligro: el de la violencia. El síndrome del animal acorralado. ETA nació porque hubo una percepción en el País Vasco de represión, de usurpación, de opresión. ¿Cuál fue la reacción ante esa percepción social? La justificación de la violencia. No la justificación de los violentos. Sino la justificación de la violencia. Yo soy músico, no sociólogo. Pero una vez toqué en el País Vasco y vi tal grado de ansiedad, de rabia contenida, que me quedé asombrado. Realmente, todo el mundo, fuese de derechas, de centro o de izquierda, tenía la idea de vivir en una sociedad extrema. De ser animales acorralados. Y cuando un perro se siente acorralado, muerde, devora, destruye... Es la misma sensación que se vive en Europa hoy: la que los ciudadanos son seres acorralados por la Banca, por los jueces, por las decisiones políticas, por los ricos que los condenan al paro, a la pobreza, a la humillación... Y es una situación políticamente muy peligrosa, porque un pueblo acorralado, con la rabia en la sangre, creerá ciegamente en los líderes, en los héroes, en los que alzan su espada para luchar contra la opresión... Y es entonces cuando me viene a la mente no el Adolf Hitler que construyó los campos de concentración, sino el Adolf Hitler que le prometía un nuevo futuro a una Alemania humillada y que bajaba drásticamente el precio del pan para que todos los alemanes pudieran comer... Que vuelva a pasar eso es lo que debe dar realmente miedo.

- Usted que "sí estuvo allí" y tiene longeva perspectiva, siendo realista, ¿qué espera del proyecto Quäsar?

- Que sea, simplemente, un buen disco del que alguien se acuerde después de veinte años. Igual que yo me pongo 'Exile on Main Street' y lo disfruto como la primera vez que lo escuché, y no me canso de volver a ponerlo, me encantaría que alguien, un adolescente de hoy, cuando tenga 48 años, lo desempolve, lo escuche (ya no sé en qué formato) y regrese a su adolescencia y a su felicidad de entonces.