JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 08/02/2012

El que fuera portavoz de Gabinete Caligari estrena formato pequeño para pasar el invierno. Le llama 'Al Natural' y en trío hace un repaso más espontáneo a sus repertorio, desde su primeras canciones (con Gabinete Caligari, sin remontarse a Ejecutivos Agresivos) a las de 'Lo que no está escrito', su último disco. El inventor del "rock torero" asomará así de natural mañana jueves (23h) por la Forum de Granada en el ciclo de conciertos aniversario de la sala.

- La primera es obligada y mejor nos la quitamos pronto: Led Zeppelin, Héroes, Enemigos... todos vuelven, ¿habrá Gabinete, aunque sea con ánimo de "lucro indecente"?

- No (risas). No tiene ningún viso, porque yo no quiero y porque ni estamos en contacto. Hombre, por dinero se hace todo en la vida, pero nadie nos ha ofrecido un millón de euros como a Barón Rojo. Gabinete tiene buena leyenda, pero vamos, por un millón hablamos todos por su puesto (risas). Son quimeras.

- En sus primeros conciertos en el Rockola había tres individuos de negro "riguosamente kraut". ¿Qué queda de aquel tipo bajo su gorra?

- Aquel individuo era un jovencillo que estaba aprendiendo, que tenía muchas ganas de comerse el mundo y nula experiencia. Somos la misma persona, y queda el mismo sentimiento.

- Por cierto, ¿sabe que usted primero y luego Fito han salvado al gremio?

- (Risas) Yo la utilizaba desde siempre, al margen de que abrigue, es por la imagen de chulapillo (risas), no la llevo eternamente como Fito, pero me gusta investigar en las sombrererías a ver qué encuentro. En Gabinete creo que nos salimos del estereotipo del punk, el afterpunk, y encontramos un sitio nuestro, no ajeno a esa chulería de la gorra.

- En esta gira recupera algunas de aquellas canciones y además vuelve al trío, ¿blanco y en botella?

- (Risas) Recupero canciones de todas las épocas, llego hasta 'Golpes', la del disco con Parálisis, que fue la primera que hicimos. También otras de los últimos discos de Gabinete que pasaron desapercibidos y había canciones muy rescatables. Voy con EstebanHirschfeld y Juan Carlos Sotos en la segunda guitarra, percusiones, etc., es el hombre orquesta.

- Antes les poníamos a ustedes sus discos en las radios, ahora se los pone solos. ¿Qué tal la experiencia?

- Biennnn, muy bien. Me gusta la radio y llevo ya cinco años en 'La Ventana' (SER) con Ariel Rot. Es en directo, a veces te sale bien... y otras la cagas, pero lo que más disfruto es poner la música que más me gusta, bucear en mi memoria musical y sacar cosas... como el 'Esta tarde vi llover' de Armando Manzanero que puse el otro día. ¡Cuándo se me hubiese ocurrido a mí informarme sobre este hombre! Me sirve para conocer, descubrir y ratificarme en que hay vida mucho más allá de los Cure, Clash o los Ramones.

- Y ahora desde dentro (y bajito ya que no nos oye nadie): ¿Existe la payola (pago por programar un disco), aunque sea emocional?

- Sí, claro, (carcajada) definitivamente que sí. Y a mí me pasó con Gabinete, obviamente. Llegar a los números altos de las listas de las radios tiene su precio, pero aquí y en todo el mundo desde que se inventó la radio comercial.

- Afortunadamente para usted, vivió los años en los que fuimos ricos y tocaban en campos de fútbol, ¿cómo lo lleva ahora que somos pobres y la cosa no da más que para salas pequeñas?

- Bien, ¡qué le vamos a hacer! Hay menos dinero pero ahí sigue el mismo espíritu que mencionaba antes: cuando sales al escenario no piensas en el cachet, ni en si ya no llevas superproducciones de luces y sonido. Somos muchos los que estamos apretándonos el cinturón, porque la música no tiene la culpa de la crisis.

- Por cierto que hubo una época en la que Gabinete, Loquillo, la Unión, etc., eran los paradigmas de lo que había que evitar y vivieron su travesía del desierto. ¿Cómo lo vivió?

- Se llama la ley del péndulo. Yo he sido afortunado de vivir la época de los ochenta con sus ganas de cosas nuevas, su música, el PSOE recién llegado, el dinero para actividades culturales... Luego llegó la generación de los noventa y, como antes ocurrió con el punk, llegaron los grunges y todo eso, los indies, etc., y para ellos nosotros éramos un pastel. No fue fácil, pero sobrevivimos.

- Y ahora se les llama clásicos...

- Es que el péndulo ya ha vuelto para otro lado. Pero de todas formas me cuesta encontrar canciones de los últimos años que perduren, y te puedo decir veinte por lo menos de Loquillo, por ejemplo.

- Por cierto que, tal y como están las cosas de atomizadas, en producción, promoción, difusión, etc., la fuente de los clásicos se secó con ustedes, Lapido, Bunbury, Calamaro, etc., que van camino de ser nuestros "Johnnys Cashs". ¿Dónde están los que serán los clásicos de este siglo?

- No lo sé, yo confío mucho en la gente de veinte años pero no los encuentro. Igual no quieren editar sus canciones, o no tener relación con la industria o no se mueven por los caminos habituales. Cuando nosotros salimos había dos televisiones y Radio3: el día que cantamos 'Camino Soria' en la tele todo el mundo se la sabía al día siguiente. Ahora hay cientos de canales, de televisiones, de radios... la inmensidad de Internet... Técnicamente es impresionante lo que ha pasado en este tiempo, pero a los efectos de difusión no sé si es igual de efectivo.

- Algunos de sus títulos se han convertido en titulares, eslóganes, lemas, etc. ¿Se siente formando parte del acervo popular?

- Es un honor. Los aficionados del Sevilla CF han adaptado 'Al calor en un bar' con una letra de su equipo, y el otro día la escuché por la tele en un partido y me sentí... halagado, sí, me sentí muy bien. (risas). En definitiva es todo lo que quiere cualquier artista, que le canten.

- Repaso sus años y sus discos, y le cojo la palabra, ¡"caray", qué pocos discos!, ¿no?

- Sí, sí, no soy nada prolífico, me cuesta mucho hacer las canciones y no me gusta sacarlas hasta que no estén completamente acabadas y a mi gusto, y lleva su tiempo. Gabinete estuvimos 18 años juntos y sacamos seis elepés y medio. Prefiero ir lento pero seguro, aunque ahora mismo, con lo rápido que va todo, ser muy lento puede ponerse en tu contra. ¡Me tengo que poner un petardo en el culo para activarme ya!

- ¿Cómo será su concierto "natural" en Granada?

- Esperemos que divertido, hay cosas muy conocidas y otras desconocidas, variado, y por lo que he comprobado en los que hemos hecho, a la gente le gusta, sale encantada.