JUANMA CANTOS  |  Madrid, 17/12/2011

ARIEL BRÍNGUEZ es, sin ningún género de dudas, uno de los mejores saxofonistas cubanos de entre los que se han establecido en Madrid en los últimos años. Muy activo en cuanto a acompañar o hacerse rodear de diversos músicos de aquí y de allí para llevar a cabo muy variados proyectos musicales, llega este sábado, 17 de diciembre, al emblemático club Bogui Jazz de Madrid para traernos su nueva propuesta, el Modern Cuban Ensemble, grupo en el que le acompañan Rafael Águila (saxo alto), Jorge Vistel (trompeta), Roberto Pacheco (trombón), Luis Guerra (piano), Reinier Elizarde "El Negrón" (contrabajo) y Georvis Pico (batería), un auténtico "all star" caribeño que llenará el Bogui de jazz latino.

- Presentáis en Bogui Jazz vuestro nuevo proyecto, Modern Cuban Ensemble, ¿qué puedes decirnos sobre él?

- Este proyecto nace de la necesidad de mostrar el pensamiento musical de una nueva generación de músicos, en su mayoría cubanos, que en mi opinión responden al sonido del jazz cubano de hoy.

- En el grupo participan grandes músicos cubanos instalados en Madrid como Reinier Elizarde "El Negrón", Jorge Vistel o Georvis Pico. ¿Qué tenéis los cubanos para dominar el latin jazz como nadie?

- Podría decirte que un profundo sentido ritmático (Risas). Bueno, lo que hoy llamamos latin jazz tiene su raíz en la música tradicional cubana. Pero esta nueva generación de músicos no se propone dominar absolutamente ninguna vertiente dentro del jazz. Lo que tocamos es solo un punto de vista más entre muchos otros...

- Otros muy buenos saxofonistas cubanos como tú son ahora también vecinos nuestros: Román Filiú, Inoidel González, Bobby Martínez, Maikel Vistel... Vuestra aportación a la escena jazzística madrileña parece crucial o, por lo menos, muy importante...

- La aportación de todos estos buenos saxofonistas cubanos es indudable. Yo creo que han dado frescura y diversidad a la escena musical madrileña. Cada uno de los mencionados tiene una forma bastante particular de hacer música y tocar el saxo. Tienen propuestas bien interesantes que van acordes a la vida que han tenido, matizadas por diferentes influencias musicales de todo el mundo... En Madrid han mostrado que el saxo se puede tocar de otras muchas maneras y eso es enriquecedor para la música que se hace en Madrid o en cualquier lugar hoy día.

- La crisis ha afectado quizá especialmente a la industria discográfica y a las salas de conciertos. ¿Cómo ves la escena madrileña de jazz en estos momentos?

- Creo que independientemente de la crisis y demás factores que se desprenden de ella, la escena madrileña crece y se fortalece cada vez más, gracias a los músicos de todas partes que va acogiendo la ciudad. En mi opinión, la crisis discográfica aparece en el momento en el que el melómano puede acceder a su música favorita desde un soporte virtual... Ya sabemos el "daño" que hace Internet o los "top manta" a la venta de discos... pero eso es independiente de que los músicos podamos ganarnos la vida con nuestro trabajo, ya que es gracias a los directos, gracias a las salas y a los festivales, con lo que vivimos y pagamos nuestras facturas, no por la venta de nuestros discos. En Madrid, creo que existen varios locales, y ojalá aumenten, que se dedican a ofrecer al público local y turístico, conciertos de calidad y, por tanto, darnos trabajo a los que vivimos gracias a ello. Aún así, debería fomentarse en la ciudad los proyectos de música original y experimental.

- Hace escasos días te pudimos ver en la misma sala, en el Bogui Jazz, junto a Ángela Cervantes e Israel Sandoval, con una delicada y contemporánea propuesta que nada tiene que ver con el Modern Cuban Ensemble...

- El trío con Ángela e Israel es un proyecto que me permite explorar la improvisación desde un enfoque más sutil, cuidando cada línea musical que construyo. Intentamos abordar las canciones con la mayor espontaneidad posible, tocamos en función de la melodía todo el tiempo. El Modern Cuban Ensemble persigue plasmar las inquietudes de nuevos compositores de jazz cubanos y a su vez revestir con las tendencias y el pensamiento moderno las obras de grandes compositores cubanos de todos los tiempos como Eliseo Grenet, Ernesto Lecuona, Pablo Milanés, etc. Son dos conceptos bien diferentes de hacer música, pero igual de emocionantes y experimentales... 

- Participas en otros proyectos como el cuarteto de la pianista Marta Sánchez, ¿mejor no parar que estarse quieto?

- He tenido la enorme suerte de tocar con muchos de los grandes músicos de jazz de España. Con Marta llevamos varios años tocando y hemos grabado un disco que está lleno de vivencias, interacción y colores. ¿Qué más podría desear un verdadero músico de jazz? Me fascina estar en diferentes proyectos, pues es una vía hermosa de crecer musicalmente, modificar constantemente el concepto de improvisación, la articulación, el sonido, los recursos interpretativos... Es una constante y positiva transformación.