REDACCIÓN  |  Granada, 13/11/2011

La trigésimo segunda edición del Festival de Jazz de Granada comenzó la noche del jueves con un concierto en el accitano Teatro Mira de Amescua a cargo de la GRANADA BIG BAND, teniendo como director y solista invitado al saxofonista estadounidense ANTONIO HART.

Con este concierto de apertura el festival de jazz granadino retoma la antigua costumbre de desplazar parte de la programación a diversas ciudades de la provincia, iniciativa que, según se manifestó en la presentación de la muestra, irá a más en sucesivas ediciones.

El recoleto teatro accitano registró un lleno completo para una actividad excepcional en la programación cultural de Guadix, porque no es frecuente que una orquesta de esa talla y un músico internacional de la categoría de Hart salgan del circuito de festivales capitalinos. La orquesta comenzó su concierto con una pieza propia, 'Tormenta Suave', para ir engrasando personas, válvulas y pistones. La cantante Celia Mur salió ya para interpretar 'Days of Wine and Roses' reconvertida por los arreglos del director Kiko Aguado en un homenaje más amplio a Henri Mancini, su autor, con frases y citas de otras piezas suyas.

Antonio Hart fue uno de los denominados "jóvenes leones", camada de músicos jovencísimo e hiperdotados que interrumpió en tromba en los años noventa. A aquella fogosidad hay que añadir ahora ya la templaza y la capacidad conciliadora; de la primera cualidad quedó claro que es un saxofonista rápido y cargado de intención, y de lo segundo dio muestra dirigiendo, alentando, valorando, elogiando, aplaudiendo y generosamente desviando los aplausos hacia sus compañeros y los solistas de la banda.

Dos piezas de Joe Henderson resultaron ser dos momentos especiales de la noche, el 'Recorda Me' en un tono más latino y calido, y el potente hard bop de 'Inner Urge', una climática pieza que exprimió las posibilidades de la orquesta en toda sus posibilidades: por grupos, líneas y solistas. Hart se mostró muy emocionado con sus compañeros de escenario, y reclamó la ayuda del público en el robusto blues 'Like my Own', que terminó siendo bailado en la sala. No es habitual (por problemas obvios de ubicación) que una orquesta haga bises, pero los accitanos consiguieron a golpe de palma hacer salir de nuevo a Hart y la Granada Big Band para regresar al cine musical, un repertorio que bordan, interpretando un broche final con un 'Out of nowhere' que resultó un vibrante regalo.