JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 09/09/2011

El Promorock del Zaidín, el segundo de los Festivales del Zaidín, trae a Granada al grupo más popular del metal español, los madrileños MÄGO DE OZ (¡4.000.000 de discos vendidos en todo el mundo!), que hace varias ediciones no pudieron venir por su complicadísima escenografía. El folk metal de los de Chamberí (que actuarán en torno a la 1 de la madrugada) compartirá escenario con el rugoso pop de Voynich! (22h), que apuran su 'Matematicapop' grabado en Nashville bajo la supervisión de Ken Coomer; Tannhäuser (23h) y los brillantísimos Pájaro Jack (00h) llegan con la recomendación del premio de la Junta, y la noche se cierra con el rudo rocanrol de Stone Caliber. Todo por cinco euros con derecho a bebida en el recinto de festivales del Zaidín. Txus Hernández (Txus Di Fellatio) es el líder de Mägo de Oz.

- Por fin en el "puerto" del Zaidín.... ¡donde hace años no cabía su barco!

- Es que llevábamos un montaje muy grande y no entrábamos en los festivales. Al final ha podido ser, y nos alegra porque Granada es muy especial, es una de las ciudades más importantes para el rock y uno de los sitios mágicos de este país; ¡ya le dedicamos la canción: 'Paseo de los tristes'!

- Bueno... eso de que es importante para el rock... actualmente...

- Ya me han contado lo de Granada en Off, antes quemaban libros y ahora queman discos de rock... ¡Seguro que los toros y la Semana Santa no tienen esos problemas... es lo que hay!

- 'Gaia', ¿se ha convertido casi en una serie tipo "Gaia en tiempos revueltos" o algo así?

- (Risas) No, no, es lo último que hubiese querido. Es una trilogía ambiciosa en la que hemos invertido siete años, pero no va a haber "Gaia lo que se perdió", ni la "versión del director" ni nada de eso.

- Ahora se llevan las "precuelas"...

- Eso para cuando nos quedemos sin ideas y tengamos que tirar del éxito anterior y apurar su apellido, pero todavía tenemos imaginación y, sobre todo, ahí está la realidad: No tienes más que abrir el periódico para comprobar que el mundo sigue necesitando altavoces de sentimientos y vivencias, propias y ajenas.

- Nada más empezar ya estaban haciendo operas rock como aquel 'Jesús de Chamberí', o sea, que siempre les ha gustado complicarse la vida...

- Desde siempre. Fuimos el primer grupo haciendo discos conceptuales. No entendemos los discos sin contar una historia en común. Empezamos muy fuertes ¡metiéndonos con la iglesia! ¡Y todavía no lo hemos dejado!: No es más que una mafia basada en el poder, el dinero, el sexo... lo de la pederastia es algo difícil de entender y... siempre voy a estar escribiendo contra ellos porque son mercaderes del alma que generan miedo para beneficiarse de ello. Este mundo es para disfrutarlo, para ser persona, para no hacer daño, para ayudar a los demás... Yo creo que Cristo alucinaría si viera lo que han montado en su nombre.

- Lo dijo un ministro: "Música dura para los tiempos duros", ¿se cumple?

- Yo creo que ya no, que es un tópico, porque conozco a gente de clase alta que disfruta mucho con el metal; la música es para los tiempos duros y los blandos, y juntar el rock con estereotipos de barrios duros, gente de clase baja, con marginalidad y podredumbre... es muy peligroso porque genera opinión y tópicos dañinos.

- Lo que sí es que no está la cosa para barcos ni castillos, ¿se sienten más desnudos sin los decorados?

- No, no. Es cierto que estos sí son tiempos duros para ello, porque es un coste añadido, y así las entradas son más baratas. Nos ha venido bien para demostrar (y demostrarnos) que no necesitábamos ocultarnos tras una escenografía, pero... no voy a mentir, no las llevamos por temas de economía, pero en cuanto podamos las retomaremos porque nos gusta ese teatrillo.

- Mägo de Oz es de los que siempre han confiado en América. ¿El futuro del rock está en Argentina, Chile y por ahí?

-Yo creo que ellos han confiado en nosotros, lo nuestro no tiene ningún mérito, ellos nos lo han regalado desde la Patagonia a los USA, donde dimos 16 conciertos en la última gira. El futuro es uno mismo, pero es un placer contar con tantos amigos y tan entusiastas.

- Y también confían en un equipo fijo, por ejemplo en el dibujante Gaboni como imagen corporativa...

- Mägo de Oz es una marca y como tal tiene unos rasgos muy característicos. Somos impensables sin gaitas y violines, sin mis letras poéticas y sin el peculiar mundo que dibuja Gaboni, que es el papel de regalo donde va todo envuelto. Nos ha gustado mucho por su irreverencia tan infantil y gore. Y en esas portadas... hemos hecho lo que no nos hemos atrevido a hacer en las canciones. (Risas)

- Pero hay quien echa de menos a Jorge Salan, casi tanto como a los Thin Lizzy de Gary Moore... ¿cualquier tiempo pasado... no volverá?

- O sí, Jorge es amigo... es el mejor guitarrista de rock que hay en este país. Cuando yo le fiché sabía que la colaboración tenía fecha de caducidad porque iba a volar solo; él tiene que defender su carrera en solitario, pero siempre tendrá su casa en Mägo de Oz, para cuando quiera.

- Han sacado un disco de tomas alternativas y reversiones... ¿Ganando tiempo?

- Cuando estemos acabados haremos muchas cosas de esas (risas). La explicación es no desperdiciar mucho material procedente de aquel orgasmo compositivo que era 'Gaia', por eso hicimos esa despedida.

- Pero sí ganó tiempo para lo suyo.

- Aprovecho el tiempo libre... sea con aquel libro de poemas, o el musical para niños 'Héroes de pacotilla'... y ahora me ha dado por hacer un rocanrol muy a lo Burning, una banda muy macarra y madrileña que ahora sacamos 'Ladran luego cabalgamos'.

- ¡El sueño de todos los baterías es ponerse en primera fila y mandar a los demás para atrás...!, ¿es su caso?

- (Risas) No, no... no toco la batería, solo canto. ¡Pujol nunca tirará un penalti, y es uno de los mejores defensas del mundo! Así que yo sé donde tengo mi sitio en Burdel King. (Risas)

- ¿Cómo va ser su concierto en el Zaidín?

- Pues estamos haciendo un gira basada exclusivamente en los tres Gaias, a modo de cierre de etapa.